El llamado a recoger a Israel
El profeta ha invitado a nuestros jóvenes a servir y nosotros podemos ayudar.
El presidente Nelson declaró: “Cada vez que hacen algo que ayuda a cualquiera, a ambos lados del velo, a dar un paso para hacer convenios con Dios y recibir sus ordenanzas esenciales del bautismo y del templo, están ayudando a recoger a Israel. Es así de sencillo” (véase Russell M. Nelson, “Juventud de Israel”, devocional mundial para jóvenes, 3 de junio de 2018, broadcasts.churchofjesuschrist.org).
Esta invitación de nuestro profeta debe guiarnos en nuestro trabajo con las Mujeres Jóvenes. ¿Cómo podemos seguir al profeta y apoyar a nuestras jóvenes? ¿Cómo podemos ayudarlas a prepararse y participar en la importante obra que se les pide hacer?
Prepararse para servir
- Lleven a cabo un ayuno de siete días de las redes sociales.
- Hagan un sacrificio semanal de tiempo para el Señor durante tres semanas.
- Manténganse en el camino de los convenios. Si están fuera, arrepiéntanse y vuelvan al camino.
- Oren diariamente para que todos los hijos de Dios puedan recibir las bendiciones del evangelio de Jesucristo.
- Destáquense. Sean diferentes. Sean una luz.
Participar en la obra
- Participar en la obra de historia familiar.
- Hacer bautismos por los muertos.
- Compartir el Evangelio y sus normas.
- Prepararse para hacer convenios en el templo.
- Apoyar fielmente a amigos y familiares que estén teniendo dificultades.
- Servir y ayudar a otras personas que se están esforzando por hacer la obra del templo y de historia familiar.
Antes de que el profeta extendiera la invitación de recoger a Israel, comenzó con algunas instrucciones esenciales y fundamentales: “Apren[dan] por ustedes mismos, en este tiempo a su edad, cómo recibir revelación personal. ¡Y nada marcará una diferencia más grande en su vida que eso!”. (“Juventud de Israel”, LDS.org).
Como líderes de las Mujeres Jóvenes y presidencias de clase, podemos enseñar lecciones y planificar actividades que se centren en el recogimiento de Israel. También podemos invitar y alentar a cada joven a buscar la guía del Espíritu Santo con respecto a lo que el Señor desea que ella haga. Al procurar la revelación personal y actuar de acuerdo con ella, llegamos a confiar en nosotras mismas y en que nuestro Padre Celestial nos conoce, nos ama y tiene una obra para nosotras.
Recursos adicionales
- “La participación de las hermanas en el recogimiento de Israel”, presidente Russell M. Nelson, Liahona, noviembre de 2018, págs. 68–70
¿Qué pueden hacer ustedes, como líderes adultas y las presidencias de clase, para mantener viva esta invitación en el corazón y en la vida de las mujeres jóvenes?