Escrituras
Éter 8


Capítulo 8

Hay luchas y contiendas por el reino — Para matar al rey, Akish establece una combinación secreta regida por un juramento — Las combinaciones secretas son del diablo y causan la destrucción de las naciones — Se amonesta a los gentiles modernos en cuanto a la combinación secreta que procurará destruir la libertad de todas las tierras, naciones y países.

1 Y sucedió que Shule engendró a Omer, y este reinó en su lugar. Y Omer engendró a Jared; y Jared engendró hijos e hijas.

2 Y Jared se sublevó contra su padre, y fue y habitó en la tierra de Het. Y sucedió que lisonjeó a muchos, por motivo de sus palabras astutas, hasta que hubo logrado la mitad del reino.

3 Y cuando hubo logrado la mitad del reino, le hizo la guerra a su padre, y llevó cautivo a su padre; y lo hizo servir en el cautiverio;

4 y en los días del reinado de Omer, este permaneció cautivo la mitad de sus días. Y ocurrió que engendró hijos e hijas, entre ellos a Esrom y Coriántumr;

5 y estos se enojaron en extremo por los actos de Jared, su hermano, al grado de que reunieron un ejército y le hicieron la guerra a Jared. Y aconteció que lo combatieron de noche.

6 Y sucedió que cuando hubieron destruido al ejército de Jared, estaban a punto de matarlo a él también; y les suplicó que no lo mataran, y que él entregaría el reino a su padre. Y sucedió que le perdonaron la vida.

7 Y Jared se apesadumbró en gran manera por causa de la pérdida del reino, porque tenía puesto el corazón en el reino y en la gloria del mundo.

8 Entonces la hija de Jared, siendo hábil en extremo, y viendo la tristeza de su padre, se propuso idear un plan mediante el cual devolvería el reino a su padre.

9 Ahora bien, la hija de Jared era sumamente bella. Y sucedió que habló con su padre, y le dijo: ¿Por qué está mi padre tan triste? ¿No ha leído él los anales que nuestros padres trajeron a través del gran mar? He aquí, ¿no hay en ellos una relación concerniente a los antiguos, de cómo por medio de sus planes secretos lograron reinos y gran gloria?

10 Ahora pues, envíe mi padre por Akish, el hijo de Kimnor; y he aquí, soy bella, y bailaré delante de él, y le agradaré, de modo que me deseará por esposa. Por tanto, si te pide que me des a él por esposa, entonces le dirás: Te la daré, si me traes la cabeza de mi padre, el rey.

11 Y Omer era amigo de Akish; por tanto, cuando Jared hubo mandado llamar a Akish, la hija de Jared bailó delante de él y le agradó, de tal modo que la deseó por esposa. Y aconteció que dijo a Jared: Dámela por esposa.

12 Y Jared le dijo: Te la daré si me traes la cabeza de mi padre, el rey.

13 Y sucedió que Akish reunió a toda su parentela en la casa de Jared, y les dijo: ¿Me juraréis que me seréis fieles en lo que exija de vosotros?

14 Y aconteció que todos le juraron por el Dios del cielo, y también por los cielos, y también por la tierra y por su cabeza, que el que se opusiera a la ayuda que Akish deseara, perdería la cabeza; y quien divulgara cualquiera de las cosas que Akish les diera a conocer, perdería la vida.

15 Y ocurrió que así se pusieron de acuerdo con Akish. Y él les administró los juramentos que fueron dados por los antiguos que también ambicionaban poder, juramentos que habían sido transmitidos desde Caín, que fue asesino desde el principio.

16 Y los preservó el poder del diablo para administrar estos juramentos a los del pueblo, a fin de conservarlos en la obscuridad, para ayudar a quienes ambicionaran el poder a obtenerlo y a asesinar, y robar, y mentir, y cometer toda clase de iniquidades y fornicaciones.

17 Y fue la hija de Jared quien le puso en el corazón que indagara esas cosas de tiempo antiguo; y Jared lo puso en el corazón de Akish; por lo que Akish las administró a sus parientes y amigos, desviándolos por medio de lisonjeras promesas para que hicieran cuanto él deseaba.

18 Y aconteció que formaron una combinación secreta, tal como los de tiempo antiguo, la cual combinación es lo más abominable y perverso sobre todas las cosas, a la vista de Dios;

19 porque el Señor no obra por medio de combinaciones secretas, ni quiere que los hombres viertan sangre, sino que lo ha prohibido en todas las cosas, desde el principio del hombre.

20 Y yo, Moroni, no escribo la manera de sus juramentos y combinaciones, porque se me ha hecho saber que existen entre todos los pueblos, y se hallan entre los lamanitas;

21 y han causado la destrucción de este pueblo del cual ahora estoy hablando, y también la destrucción del pueblo de Nefi.

22 Y cualquier nación que favorezca tales combinaciones secretas para adquirir poder y riquezas, hasta que se extiendan sobre la nación, he aquí, será destruida; porque el Señor no permitirá que la sangre de sus santos, que fuere vertida por ellos, clame siempre a él desde el suelo pidiendo venganza, sin que él los vengue.

23 Por lo tanto, oh gentiles, está en la sabiduría de Dios que se os muestren estas cosas, a fin de que así os arrepintáis de vuestros pecados, y no permitáis que os dominen estas combinaciones asesinas, que se instituyen para adquirir poder y riquezas, ni que os sobrevenga la obra, sí, la obra misma de destrucción; sí, aun la espada de la justicia del Dios Eterno caerá sobre vosotros para vuestra derrota y destrucción, si permitís que existan estas cosas.

24 Por consiguiente, el Señor os manda que cuando veáis surgir estas cosas entre vosotros, que despertéis a un conocimiento de vuestra terrible situación, por motivo de esta combinación secreta que existirá entre vosotros; o, ¡ay de ella, a causa de la sangre de los que han sido asesinados! Porque desde el polvo claman ser vengados de ella, y también de los que la establecieron.

25 Porque sucede que quien la establece procura destruir la libertad de todas las tierras, naciones y países; y lleva a cabo la destrucción de todo pueblo, porque la edifica el diablo, que es el padre de todas las mentiras; sí, ese mismo embustero que sedujo a nuestros primeros padres; sí, ese mismo mentiroso que ha provocado al hombre a asesinar desde el principio; que ha endurecido el corazón de los hombres al grado de que han asesinado a los profetas, y los han apedreado y desechado desde el principio.

26 Por lo tanto, se me manda a mí, Moroni, escribir estas cosas, para que sea destruido el mal, y llegue el tiempo en que Satanás no tenga más poder en el corazón de los hijos de los hombres, sino que sean persuadidos a hacer el bien constantemente, a fin de que vengan a la fuente de toda rectitud y sean salvos.