La conversión y las experiencias con el Espíritu

Los líderes del Sacerdocio Aarónico y los hombres jóvenes de todo el mundo comparten su conversión y experiencias con el Espíritu.

Compartan sus experiencias para una posible publicación.


Cómo extender una invitación

Marcus Vanderholm es un presbítero de la Estaca Wenatchee, Washington. Una vez al mes, él y su quórum hacen planes personalizados para cumplir su Deber a Dios. Hubo un mes en que su plan para su deber de “invitar a todos a venir a Cristo” (D. y C. 20:59) era invitar a alguien a la conferencia de la juventud. La conferencia de la juventud se acercaba rápidamente para Marcus. El día antes de la actividad, Marcus cumplió su compromiso de extender una invitación. Durante el almuerzo en la escuela, él habló a sus amigos acerca de la conferencia de la juventud y preguntó si alguien quería unirse a él. Para su sorpresa, su amigo Jesse dijo: “Quiero ir”. Los jóvenes de la conferencia extendieron su amistad a Jesse y lo hicieron sentirse bienvenido. Jesse sintió su amor y también sintió el Espíritu. De camino a casa, le pidió a Marcus un Libro de Mormón. La noche que recibió el libro, Jesse leyó todo 1 Nefi. Su testimonio comenzó a crecer y empezó a reunirse con los misioneros. Su madre no lo apoyaba en su deseo de unirse a la Iglesia. Sin embargo, Jesse seguía sintiendo la veracidad del Evangelio y continuaba asistiendo a las reuniones de la Iglesia, a pesar de que no podía bautizarse. En una clase de ciencia, compartió su testimonio del Libro de Mormón con su amigo Kelly, quién más tarde accedió a participar con Jesse y Marcus en la próxima reunión con los misioneros. Dos semanas más tarde, Kelly pidió a Marcus que lo bautizara. Y Marcus bautizó recientemente a otro joven de su barrio que proviene de una familia en la que no todos son miembros de la Iglesia. Muchas vidas han sido bendecidas debido a que Marcus hizo un plan para “invitar a todos a venir a Cristo” y estaba dispuesto a compartir el Evangelio.

—Marcus Vanderholm vive en Madison, Washington
—Mike Madsen envió esta historia por correo electrónico al presidente Beck


La historia de Tommy Walter

 

Tommy Walter se trasladó a la ciudad de Wilsonville y conoció a muchos jóvenes que eran SUD. Un domingo en la reunión del comité del obispado para la juventud, el obispo Willis sugirió que se invitara a Tommy a una de las actividades que tenían planeadas. Los jóvenes dijeron que quizás Tommy no estaba preparado para asistir y que necesitaba un poco más tiempo.

Esa semana el élder Parkinson y el élder Layton, misioneros de tiempo completo, llamaron a la puerta de Tommy. Tommy mencionó que tenía varios amigos SUD y los invitó a pasar. Tommy sintió algo especial durante su reunión con los misioneros.

Tommy comenzó a ir a las reuniones dominicales, a seminario matutino y a las actividades de la Mutual. El obispo Willis dijo: “La presencia de Tommy ha hecho que todos queramos ser mejores. Queríamos ser buenos ejemplos. Nos ayudó a centrarnos en el Evangelio y en el preciado don que teníamos en nuestra vida. Ver a Tommy aceptar el Evangelio ayudó a los jóvenes a darse cuenta de lo que tenían. Él hizo que diéramos lo mejor de nosotros y un lazo más fuerte se desarrolló dentro del quórum de presbíteros por causa de Tommy”.

Cuando se le preguntó lo que marcó la diferencia en la conversión de Tommy, el obispo Willis mencionó lo siguiente:

  1. La profunda amistad y la unión que los miembros del quórum tenían entre ellos. Hablaban abiertamente con Tommy sobre el Evangelio y compartían cómo había bendecido su vida. Eran excelentes ejemplos y amigos.
  2. El primer ayudante del quórum de presbíteros mayor fue asignado a ser misionero de barrio. Fue con el élder Parkinson y el élder Layton para enseñar a Tommy las charlas misionales. Fue muy importante para Tommy tener allí a alguien de su edad. 
  3. “Desayuno con los élderes” — Una vez cada tres meses, el sábado por la mañana, el quórum de presbíteros se reunía en la casa del obispo. También asistían los misioneros de tiempo completo. Todo el mundo participaba en el plan de estudio del Evangelio de los misioneros. Después del estudio y análisis, se servía el desayuno.
  4. Se tomaba en consideración la situación de Tommy en las actividades que planeaban los jóvenes. Cuando los jóvenes efectuaban bautismos por los muertos en el Templo de Portland, uno de los líderes de barrio de los Hombres Jóvenes se quedaba con Tommy y caminaba en los jardines del templo con él, compartiendo su testimonio de la gran obra que se realizaba allí. 
  5. El quórum de presbíteros tenía muchas actividades para unir a sus miembros, acampar, tiro con escopeta, presentación de carreras universitarias, incluso ir a cantar una serenata a las viudas y darles una flor. Tommy disfrutaba de la hermandad de los presbíteros.
  6. El obispo Willis preguntó a Tommy si le gustaría hacer Mi Deber a Dios. Estaba creado para adaptarse a sus necesidades. Por ejemplo, en lugar de enseñar la noche de hogar en casa con su familia, Tommy podría enseñar una lección en el quórum de presbíteros para cumplir los requisitos de su Deber a Dios.

La experiencia de Tommy creó un lazo increíble dentro del quórum. Después del bautismo de Tommy, el quórum permaneció unido y se ayudaron los unos a los otros a prepararse para servir en misiones. Tommy presta servicio en la Misión Texas San Antonio, en español.

En la época de Navidad, todos los misioneros del barrio Wilsonville que servían en una misión, escribieron una carta con sus testimonios para que se leyera en la reunión sacramental. Cuando el obispo Willis leyó la carta de Tommy, recordó una vez más el gran testimonio de Cristo que tenía Tommy Walter. “Tommy ayudó a unir a un barrio y a un quórum de presbíteros. La presencia de Tommy nos hizo mejores a todos. Sacó lo mejor de nosotros.

—Obispo Dan Willis, Wilsonville, Oregón