Padres y líderes

Los líderes del Sacerdocio Aarónico y los hombres jóvenes de todo el mundo comparten sus experiencias como líderes.

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Un obispo inmerso en Mi Deber a Dios

El hermano Jerry May, presidente de los Hombres Jóvenes del Barrio Monument Park 1, dice que su barrio comenzó a implementar el nuevo programa Mi Deber a Dios mediante la celebración de una reunión especial para los poseedores del Sacerdocio Aarónico y sus padres. La reunión se llevó a cabo la noche de un miércoles, durante el horario destinado para la Mutual y el Escultismo. “Nos preparamos para la reunión pidiendo suficientes folletos de Mi Deber a Dios y Para la Fortaleza de la Juventud para que cada hombre joven y sus padres pudieran tener sus propios ejemplares. Pusimos una etiqueta al ejemplar de cada familia (por ejemplo: “La familia Smith”). Instamos a los padres a que tuvieran a mano ambos folletos y que se refirieran a ellos con frecuencia en la noche de hogar y en las entrevistas personales con sus hijos”.

Los líderes del Barrio Monument Park 1 presentaron el nuevo video Mi Deber a Dios, seguido por unos breves comentarios de la presidencia de los Hombres Jóvenes, incluyendo al secretario, quien habló acerca de cómo hacer un seguimiento eficaz del progreso, evitando un enfoque en el programa como si se tratara de una “lista de verificación”. El maestro Scout del barrio habló acerca de la importancia del Escultismo y cómo los padres pueden y deben incorporar ambos programas, y así evitar la actitud de elegir entre el Escultismo y Mi Deber a Dios. El obispo Bruce Robinson concluyó el programa con una promesa especial a los hombres jóvenes. Él se comprometió con ellos a seguir el nuevo programa Mi Deber a Dios, dándole un informe a su propio padre que ya era de edad avanzada. Testificó que se acercarían más tanto a su padre terrenal como a su Padre Celestial al vivir el programa.

El Barrio Monument Park 1 está haciendo un seguimiento con repetidos análisis en las reuniones dominicales de quórum. Cada clase comienza por tener un “minuto de Deber a Dios”, en el que se pide a cada poseedor del Sacerdocio Aarónico, así como al obispo, que analice sus actividades semanales con relación al programa. “Es nuestro tiempo para reforzar el ‘aprender, actuar y compartir’, dice el hermano May.

—Jerry May, Salt Lake City, Utah


Cómo utilizar Predicad Mi Evangelio en la enseñanza de los Hombres Jóvenes

He servido como obispo del Barrio Angel Crossing de la Estaca Layton, Utah Sur durante algo más de cinco años. Poco después de que fui llamado, se nos presentó el manual Predicad Mi Evangelio (PME). No teníamos muchos Hombres Jóvenes en el barrio en aquella época, pero decidí que quería usar PME como curso de estudio para el primer domingo del mes. Sentí que si podíamos preparar a los hombres jóvenes de nuestro barrio para servir en una misión aprendiendo de Predicad Mi Evangelio y tener un foro para compartir experiencias acerca del servicio misional, estos hombres jóvenes estarían mucho mejor preparados para salir a predicar inmediatamente, en lugar de dedicar los primeros seis meses tratando de aprender el contenido de PME.

Cada domingo de ayuno, combinamos las clases de hombres jóvenes y les enseñamos los principios que se encuentran en PME. Seguimos una rotación de asignaciones de enseñanza entre cada miembro del obispado. Nos centramos en la enseñanza del plan de salvación, la restauración del Evangelio y la apostasía.

Después de esta presentación separamos a los hombres jóvenes por edades, el presbítero mayor y más experimentado con el diácono más joven. Les asignamos un concepto para leer y con el cual familiarizarse. Durante este tiempo, alentamos a cada compañerismo a aprender el material, decidir quién va a enseñar cada parte del concepto, analizar el modelo de compromiso, hablar acerca de cómo se utilizarán sus Escrituras y analizar cómo compartirán su testimonio.

Una vez que están separados y estudiando el concepto, asignamos a uno de nuestros líderes de los Hombres Jóvenes o los integrantes del obispado para que actúe como “investigador”. Se requiere que los hombres jóvenes enseñen al líder, como si fuera un investigador. Durante este diálogo, el investigador puede hacer preguntas o presentar situaciones que podrían ser un obstáculo para los hombres jóvenes. Nos aseguramos de que sea un ambiente muy seguro.

Al final del ensayo, invitamos al líder a que haga dos preguntas a cada uno de los hombres jóvenes: “¿Qué hiciste bien?” y “¿Qué harías diferente la próxima vez?”. Analizamos esto con cada compañerismo y entonces debatimos en grupo sobre lo que ha ido bien y lo que cada joven ha aprendido. Este capítulo de PME puede tomar alrededor de dos años para llevarse a cabo, pero permite que haya conversaciones relacionados al Evangelio y conceptos para aprender y enseñar.

Hemos tenido un par de hombres jóvenes que ya han regresado de sus misiones, después de pasar por este proceso. Siempre dicen lo agradecidos que estaban por haber comenzado a enseñar PME antes de asistir al CCM.

Después de haber completado la lección, nos arrodillábamos alrededor de la mesa para orar. Quienquiera que sea el portavoz siempre menciona al orar el nombre de los jóvenes de nuestro barrio que están prestando servicio en el campo misional. Esperamos que cuando cada joven vaya a servir en su misión, sepa que al final de cada reunión del sacerdocio, nosotros, como grupo del Sacerdocio Aarónico estaremos orando por su éxito y seguridad.

—Obispo Mark McCashland, Layton, Utah