Presidencias de clase en barrios pequeños o ramas


Cuando las jovencitas sirven en las presidencias de clase, llegan a saber que cada una es hija de Dios. Sentirán el Espíritu en su vida. Se prepararán para sus funciones futuras y comprenderán sus convenios bautismales.

“En un barrio o una rama que tengan pocas mujeres jóvenes… se puede llamar a una presidencia de clase por cada grupo según las edades, o se puede llamar a una presidencia para los grupos combinados según las edades hasta que puedan organizarse en sus respectivas clases” (Manual 2, 17.2.3).

“Cuando no haya suficientes miembros capacitados para llenar todas las posiciones de liderazgo… deben buscar inspiración para encontrar otros posibles líderes entre los miembros nuevos, los miembros sin experiencia y los miembros menos activos que podrían volver a la actividad. Los miembros de la Iglesia no necesitan tener experiencia ni estar sumamente preparados para recibir un llamamiento. Tener un llamamiento es una manera importante por la que pueden servir y progresar espiritualmente” (Manual 2, 17.2.4).

Se puede comenzar con una presidenta. Cuando el número de jovencitas en la rama se incremente, se pueden agregar más miembros a la presidencia.

Se comienza con una presidenta

Presidenta + Consejera

Presidenta + Consejera + Secretaria

Presidenta + 2 Consejeras + Secretaria


¿Cómo se llama a una presidencia de clase?

  1. Una presidenta de las Mujeres Jóvenes puede sugerir al obispo o presidente de rama a una jovencita digna para servir como presidenta de la clase de las Mujeres Jóvenes.
  2. Cada presidenta de clase puede recomendar otras jóvenes para servir como consejeras y secretaria.
  3. Un miembro del obispado:
  • Aprobará a las jovencitas.
  • Llamará a las jóvenes a servir en la presidencia.
  • Las presentará a la clase para ser sostenidas.
  • Las apartará.

Recursos adicionales