Ministrar a los demás

Lecciones de liderazgo para las presidencias de clase de las Mujeres Jóvenes


 

Lección 1:
Velar por cada miembro de la clase

Presentar el principio

Apenas unas horas antes del sacrificio expiatorio del Salvador, Él mandó a Sus apóstoles a que “se amen unos a otros” como Él los había amado. Cuando sinceramente aman y se preocupan por cada miembro de la clase, demuestran que se esfuerzan por ser discípulas de Jesucristo (véase Juan 13:34–35).

Aprender juntas

El profeta José Smith enseñó repetidamente la importancia decisiva de dirigir a los demás con amor y bondad genuinos. Él dijo: “Nada tiene mayor efecto en una persona para inducirla a abandonar el pecado, que llevarla de la mano y velar por ella con ternura. Cuando las personas me manifiestan la más mínima bondad y amor, ¡oh, qué poder ejerce aquello en mi alma!; mientras que un curso contrario tiende a agitar todos los sentimientos ásperos y contristar la mente humana” (Enseñanzas de los presidentes de la Iglesia: José Smith, pág. 456).

  • Piensen en una época cuando alguien demostró amor genuino y cuidó de ustedes. ¿Qué hizo esa persona? ¿Cómo las impresionó? ¿Cómo las ayudó a cambiar para ser mejores?
  • ¿Por qué piensan que el amor tiene una influencia tan poderosa para bien en los demás?

Vivir lo que se aprende

  • Anoten las ideas que les vengan a la mente o representen en varias formas cómo pueden acercarse a cada mujer joven de manera individual.
  • Con espíritu de oración, analicen las mejores maneras en que pueden ayudar específicamente a las miembros de la clase a sentirse necesarias y queridas.
  • Determinen una cosa que cada miembro de la presidencia hará esta semana para extender amor y amistad sinceros a un miembro de la clase de forma individual. Compartan sus experiencias en la próxima reunión de presidencia de clase.

Recursos

Reunión mundial de capacitación de líderes, “Ministrar a los demás”, ¿cómo pueden ustedes, como líderes de la clase, seguir los ejemplos de estos líderes del sacerdocio?

 

Lección 2:
Ser ejemplo de los creyentes

Presentar el principio

El apóstol Pablo nos exhorta: “Sé ejemplo de los creyentes en palabra, en conducta, en amor, en espíritu, en fe y en pureza” (1 Timoteo 4:12). Como creyentes, el Señor les ha llamado a una gran obra. Él confía en ustedes y desea que “sean una influencia para bien” a través de su ejemplo de rectitud (véase Para la Fortaleza de la Juventud, 2011, iii).

Aprender juntas

  • Piensen en alguien que las ha fortalecido a través de su ejemplo al vivir las normas del Evangelio en circunstancias difíciles. ¿Qué hizo la persona que las ha inspirado?
  • Como líderes, ¿por qué es esencial que ustedes guíen con el ejemplo?
  • ¿Qué las ayudará a tener el valor moral para defender lo que es correcto?

Vivir lo que se aprende

Practiquen algunas situaciones en las que podría resultar difícil ser un ejemplo, tales como cuando escuchan malas palabras o chismes acerca de otros miembros de la clase. ¿Qué dirían? ¿Qué harían?

Reflexionen acerca de cómo pueden ser un “ejemplo de los creyentes” “en todo tiempo, y en todas las cosas y en todo lugar” (Mosíah 18:9). Seleccionen una cosa a la que se comprometan a hacer esta semana para ser un ejemplo para los miembros de la clase, amigos y familiares. Prepárense para compartir su experiencia en la próxima reunión de presidencia de clase.

Recursos

Mensajes mormones para la juventud, “Atrévete a lo correcto aunque solo estés”, ¿cómo pueden ayudar a las miembros de la clase a no sentirse solas al dar un buen ejemplo para los demás?

Ven, sígueme, “Nos convertimos”, ¿cómo el llegar a estar verdaderamente convertidos ayuda a ser un ejemplo de los creyentes y un estandarte a los demás?

 

Lección 3:
Ministrar a una mujer joven en su familia

Presentar el principio

Declaró el presidente Harold B. Lee: “La obra más importante… que harán será la que realicen dentro de las paredes de su propio hogar” (“Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Harold B. Lee, 2000, pág. 142). Pueden ser parte de esta “obra importante” al hacer las cosas pequeñas que inviten el Espíritu a su hogar y hacer de éste un lugar santo, cualesquiera que sean sus circunstancias.

Pueden invitar al Espíritu a su hogar a través de medios simples, como acciones cristianas, entretenimiento sano, buena música y arte inspirador. Ustedes pueden establecer el ejemplo y ayudar a otras mujeres jóvenes a fortalecer a su familia.

Aprender juntos

  • Lea la sección “La familia” en Para la Fortaleza de la Juventud. Analice cómo pueden las mujeres jóvenes invitar al Espíritu a su hogar y fortalecer a su familia.
  • Miren el video “Por medio de cosas pequeñas”. ¿Cómo tomaron la iniciativa estos jóvenes en su familia para invitar al Espíritu a su hogar y para que éste se convirtiera en un lugar santo? ¿Cuáles fueron los resultados de sus acciones?

Vivir lo que se aprende

  • ¿Qué están dispuestas a hacer para sentir el Espíritu en su hogar? Sigan el desafío del obispo en el video “Por medio de cosas pequeñas” y anoten las maneras en que harán de su hogar un lugar santo durante dos semanas. ¿Cómo cambió? ¿Cómo cambió su hogar? Compartan con su presidencia de clase lo que aprendieron de esa experiencia.
  • Piensen en las mujeres jóvenes de la clase y las circunstancias de sus familias. Al planear las lecciones de las Mujeres Jóvenes y de la Mutual, consideren cómo pueden ayudar a cada mujer joven a fortalecer a su familia. ¿Cómo pueden ayudarla a vivir los principios de Para la Fortaleza de la Juventud y contribuir a que su hogar sea un lugar santo?

Recursos

Ven, sígueme, “Fortalezca a nuestra familia”, ¿cómo pueden ustedes, como líderes de la clase, hacer muchas de las mismas cosas que se enseñan en este video?

Capacitación mundial de líderes, “El hogar es una institución divina

Capacitación mundial de líderes, “Una expresión del amor de Dios

Capacitación mundial de líderes, “Las familias se fortalecen por guardar los convenios