Los líderes del Área Asia visitan la zona de devastación en Nepal

Por el élder Charles Chamberlain, asuntos públicos del Área Asia

  • 26 Mayo 2015

Los miembros de la rama Katmandú posan de pie para una foto después de escuchar al élder Randy D. Funk, Setenta y miembro de la Presidencia del Área Asia.  Foto cortesía del élder Charles Chamberlain, asuntos públicos del Área Asia.

Puntos destacados del artículo

  • Los líderes de la Iglesia del Área Asia visitaron Nepal durante el fin de semana del 15 de mayo.
  • Se reunieron con varias de las organizaciones humanitarias asociadas a la Iglesia para inspeccionar los daños, evaluar el estado de las labores de socorro y transmitir amor al pueblo nepalí.
  • El élder Randy D. Funk se dirigió a los Santos de los Últimos Días en Nepal y les dijo que la gente se preocupaba por ellos y que podrían sobrellevar su situación si acudían a Cristo.

“Creo que eso fue algo maravilloso, hacerles saber que la Iglesia se preocupa por ellos, la gente se preocupa por ellos. Creo que la visita fue muy útil”. —Élder Jim Valentine, misionero de servicio humanitario en Nepal

Gente de todo el mundo ha expresado su preocupación por los residentes de Nepal luego de los destructivos terremotos en el país, y muchas organizaciones de socorro han proporcionado ayuda.

El élder Randy D. Funk, miembro de la Presidencia del Área Asia, y el presidente Peter E. Sackley y la hermana Kelly Sackley, de la Misión India Nueva Delhi, expresaron el amor de la Iglesia y la preocupación hacia los Santos de los Últimos Días y hacia otras personas en Nepal durante el fin de semana del 15 de mayo. Ellos se unieron al élder Jim Valentine y a la hermana Chris Valentine, que habían estado sirviendo en Nepal como misioneros de servicio humanitario hasta su evacuación hacia Tailandia unos días después del temblor del 25 de abril.

El grupo se reunió con varias de las organizaciones humanitarias asociadas a la Iglesia para inspeccionar los daños, evaluar el estado de las labores de socorro, estimar las necesidades de reconstrucción y expresar su amor y respeto por el pueblo de Nepal. Para los Valentine, el volver de visita les trajo recuerdos conmovedores del terremoto, tanto buenos como malos.

La hermana Valentine recordó su angustiosa experiencia, que tuvo después de haber salido de las reuniones de la Iglesia a fin de preparar alimentos para una “cena misional” especial para quienes se preparan para servir en misiones de la Iglesia fuera de Nepal.

“Comienza el terremoto. Tengo la opción de bajar por las escaleras, escapar al aire libre o ir debajo de la mesa”, dijo. “Escogí bajar las escaleras. Las cosas se volaban de las paredes. Volaba yeso, azulejos y vidrio. Llegué a un pasamanos y vi a una joven ser expulsada de uno de los descansos de la escalera al otro… Tomada del pasamanos, llegue a la parte inferior de la escalera tan pronto como pude”.

Los Valentine también relatan su experiencia después de regresar a donde los miembros de la Iglesia se habían congregado después de salir del centro de reuniones, donde los encontraron agachados en los jardines. Con las réplicas violentas que ocurrían cada pocos minutos, era difícil ponerse de pie. Los jóvenes empezaron a cantar “El espíritu de Dios”, mientras los vecinos de la zona se unieron a ellos.

Jóvenes de la rama Katmandú se paran juntos luego de escuchar al élder Randy D. Funk, de los Setenta y de la Presidencia del Área Asia. Foto cortesía del élder Charles Chamberlain, asuntos públicos del Área Asia.

A pesar de la destrucción reciente en su área, la juventud de la rama Katmandú ríe y disfruta de su tiempo juntos. Foto cortesía del élder Charles Chamberlain, asuntos públicos del Área Asia.

“Una mujer puso la mano sobre mi hombro, para darme consuelo”, dijo la hermana Valentine. La pareja recordó que los líderes de la rama sacaron sus teléfonos para determinar con rapidez el estado de los miembros de la Iglesia.

Los líderes de la Iglesia pudieron inspeccionar la devastación en las áreas más afectadas de Bhaktapur y Plaza Durbar. Además del “gran terremoto” del 25 de abril, un segundo terremoto más importante de 7.4 en la escala de Richter tuvo lugar el 12 de mayo, causando daños adicionales y la pérdida de vidas.

El sábado (el día de reposo en Nepal), el grupo se reunió con el consejo de rama para analizar las necesidades de los miembros. Luego en la reunión sacramental los Valentine dieron su testimonio, seguidos por el presidente y la hermana Sackley.

En su discurso, el élder Funk recordó a la congregación los terremotos y otros estragos que habían acompañado a la crucifixión de Cristo. Él describió la escena, tal como se registra en el Libro de Mormón, donde el Cristo resucitado se apareció al pueblo y extendió Sus manos, diciendo: “Yo soy la luz y la vida del mundo”. El élder Funk luego dijo: “Las personas pudieron tener esperanza, a pesar de la devastación que las rodeaba cuando ellos miraron hacia arriba a la ‘luz y la vida del mundo’, Jesucristo. Ahora bien, al enfrentar grandes daños en sus hogares y medios de vida, pueden también tener esperanza y ser felices al ver la ‘luz y la vida del mundo’, que es Jesucristo”.

“[Los miembros de la Iglesia] fueron edificados por ese mensaje”, dijo el élder Valentine. “Creo que eso fue algo maravilloso, hacerles saber que la Iglesia se preocupa por ellos, la gente se preocupa por ellos. Creo que la visita fue muy útil”.

Durante la Escuela Dominical, el élder Funk llevó a cabo una charla abierta para escuchar historias y actualizaciones sobre el efecto del terremoto en la vida de los miembros. Cuando les preguntaron acerca de sus hogares, el presidente de cuórum de élderes respondió: “A pesar de que perdimos nuestros hogares, nadie estaba herido, así que estamos felices”. Él continuó: “Hemos sido realmente bendecidos y guiados a medida que hemos seguido al Espíritu”.

Seguir al Espíritu fue un tema en común entre los miembros de la Iglesia. Ajay Shrestha, un joven maestro de ciencias y líder de la Iglesia, contó su experiencia del día del terremoto. Él había salido de la iglesia temprano para recoger a su tía. Ella tenía planes para ir a un museo en Patan y quería que la acompañara. Sin embargo, recordó el mandamiento de santificar el día de reposo, así que el viaje al museo se canceló. Después del terremoto, tuvo la oportunidad de ver el área de Patan y descubrió que el museo se había derrumbado. Ajay consideró que su vida y la de su tía habían sido preservadas porque él había escuchado al Espíritu.

De este viaje y la obra en marcha con organizaciones asociadas de ayuda humanitaria, la Iglesia continuará brindando ayuda a la rama local, así como a muchos otros en Nepal. Se necesita mucho esfuerzo para proporcionar alivio al comenzar la temporada de lluvias monzónicas. Los miembros locales de la Iglesia, sin embargo, están con buen ánimo y firmes y fieles.