El hermano Beck pide a los jóvenes que enseñen a otras personas acerca de la Santa Cena

Por Jason Swensen, redactor del periódico Church News

  • 25 Noviembre 2014

El hermano David L. Beck, Presidente General de los Hombres Jóvenes, anima a todos los poseedores del Sacerdocio Aarónico a que enseñen a los miembros sobre la importancia de la Santa Cena y recordar siempre al Salvador.

Puntos destacados del artículo

  • El hermano Beck insta a todos los poseedores del Sacerdocio Aarónico “a diligentemente enseñar y testificar a tantas personas como sea posible acerca de la Santa Cena”.

“El señor espera que el Sacerdocio Aarónico de esta Iglesia se eleve y que participe en esta obra en formas que nunca antes se ha hecho”. —Hermano David L. Beck, Presidente General de los Hombres Jóvenes

OGDEN, UTAH

En su capacitación del 13 de noviembre en el Tabernáculo de Ogden, el hermano David L. Beck, Presidente General de los Hombres Jóvenes, enseñó un axioma esencial del servicio del sacerdocio: “La desidia paraliza el poder del sacerdocio”.

La capacitación interactiva de 90 minutos del 13 de noviembre, la cual se transmitió a una audiencia de jóvenes y a sus asesores adultos de más de 80 estacas en el norte de Utah, sirvió como un llamado a la acción.

El hermano Beck declaró que aprender algo de valor es, de hecho, de poco valor si no es seguido por la acción. Él clasificó la capacitación de la noche como un evento para “arremangarse la camisa y trabajar”. Su mensaje se relacionó con el conocido “[llamado al deber]” del sacerdocio, cuya Escritura se encuentra en D. y C. 107:99:

“Por tanto, aprenda todo varón su deber, así como a obrar con toda diligencia en el oficio al cual fuere nombrado”.

La obra del Señor se está apresurando, dijo él, y se mueve a un ritmo acelerado. “El señor espera que el Sacerdocio Aarónico de esta Iglesia se eleve y que participe en esta obra en formas que nunca antes se ha hecho”.

El hermano Beck dijo que el objetivo de la sesión de capacitación fue ayudar a preparar y a motivar a los poseedores del Sacerdocio Aarónico “a diligentemente enseñar y testificar a tantas personas como sea posible acerca de la Santa Cena”.

Pidió a la audiencia escribir los nombres de 30 personas a las que podrían enseñar acerca de la Santa Cena. Pidió a varios jóvenes que subieran al podio y analicen los nombres en su lista. La mayoría de los nombres en las listas eran de familiares y amigos. Algunos eran miembros de la Iglesia, otros no lo eran.

El Presidente General de los Hombres Jóvenes, el hermano David L. Beck, pide a un joven que comparta su experiencia de enseñar a otras personas acerca de la Santa Cena.

El hermano Beck recordó a los jóvenes acerca del modelo sagrado del sacerdocio que se encuentra en el programa Mi Deber a Dios: aprender, actuar y compartir.

También pidió a los jóvenes escribir su propia definición de diligencia. Predicad Mi Evangelio enseña que la diligencia es un atributo semejante al de Cristo. Se define como ser firme, constante y lleno de energía al efectuar la obra del Señor.

“La diligencia es una expresión de nuestro amor al Señor”, dijo. “Cuando Él nos da el preciado poder del sacerdocio dice: ‘Aprende tu deber y obra con toda diligencia’”.

Entre entre los deberes más sagrados de un poseedor del Sacerdocio Aarónico se encuentran enseñar e invitar a todos a venir a Cristo.

“Una de las mejores maneras de hacerlo es enseñar y testificar acerca de la Santa Cena”, dijo. “Qué gran invitación es la de ‘venir a Cristo’, para ayudar a alguien a comprender la importancia de tomar la Santa Cena cada semana”.

Muchas personas que se han bautizado no están recordando al Salvador. Es vital que entiendan la importancia de venir a la Iglesia cada domingo y participar de la Santa Cena.

El Sacerdocio Aarónico está, por supuesto, encargado de repartir la Santa Cena. Diáconos, maestros y presbíteros deben ser, entonces, los instructores ideales de la importancia de esa sagrada ordenanza, dijo.

La ordenanza de la Santa Cena es de gran importancia para Cristo. Representa su sacrificio expiatorio. El Señor enseñó que tomar la Santa Cena permite que Su Espíritu esté con nosotros.

Todos los que enseñan y aprenden de la Santa Cena deben responder a esta pregunta, dijo el hermano Beck. Él invitó a varios jóvenes a pasar al frente y poner en práctica el formular y responder la siguiente pregunta, “¿Cómo lo recordarás siempre?”.

Sus amplias respuestas eran una prueba de la profundidad de esa sagrada consulta.

En la enseñanza de la importancia de compartir, el hermano Beck pidió a varios jóvenes que habían sido seleccionados antes para enseñar a otras personas acerca de la Santa Cena, que compartieran su experiencia.

Algunos jóvenes enseñaron a las familias en donde hacen las visitas de orientación familiar. Otros ofrecieron instrucción en las clases de los jóvenes. En cada caso, el Espíritu del Señor estuvo presente cuando se le preguntó a la gente, “¿Cómo lo recordarás siempre?”.