Una organización católica concede un premio por labor humanitaria a un líder de la Iglesia

Por Por Marjorie Cortez y Marianne Holman, colaboradoras de Noticias de la Iglesia

  • 9 Noviembre 2012

Spencer Eccles, el élder Dallin H. Oaks y el presidente Dieter F. Uchtdorf (de izquierda a derecha), en un programa durante el cual los Servicios de la Comunidad Católica honraba al presidente Uchtdorf y a su esposa, Harriet.

Puntos destacados del artículo

  • El presidente Uchtdorf aceptó el reconocimiento en nombre de la Iglesia, la fuerza impulsora de las obras de ayuda humanitaria de la pareja.
  • El presidente y la hermana Uchtdorf expresaron su agradecimiento por aquellos que los ayudaron mediante sus propias experiencias cuando fueron evacuados y emigraron hace muchos años.
  • El presidente Uchtdorf comentó que la colaboración con los Servicios de la Comunidad Católica es una señal de esperanza y una gran razón para el optimismo en un mundo a veces dividido.

“A medida que ayudamos a las personas en dificultades, nuestra vida es bendecida”. —Presidente Dieter F. Uchtdorf, segundo consejero de la Primera Presidencia

Al presidente Dieter F. Uchtdorf, segundo consejero de la Primera Presidencia, y a su esposa, la hermana Harriet Uchtdorf, se les hizo entrega de Humanitarians of the Year Award [Premio Humanitarios del Año] concedido por los Servicios de la Comunidad Católica durante un programa en el hotel Little America, en Salt Lake City, el 7 de noviembre. El presidente Uchtdorf aceptó el reconocimiento en nombre de la Iglesia, la fuerza impulsora de las obras de ayuda humanitaria de la pareja, dijo él.

“A medida que ayudamos a las personas en dificultades, nuestra vida es bendecida”, dijo.

El presidente y la hermana Uchtdorf comparten más que empatía con las personas necesitadas, que incluye a los refugiados.

Ellos también tuvieron que abandonar sus hogares y se convirtieron en refugiados y, con el tiempo, en inmigrantes a los Estados Unidos. Él se trasladó de su lugar de nacimiento en Checoslovaquia a Alemania cuando tenía cuatro años. Ella perdió a su padre, que era un soldado alemán durante la Segunda Guerra Mundial, cuando tenía sólo 11 años.

La pareja siente una profunda gratitud por las personas “que nos ayudaron a través de esta época difícil”, dijo el presidente Uchtdorf.

Comentó de la familia Uchtdorf que son “dos alemanes, ex luteranos, ahora convertidos a mormones, que son honrados por los católicos de los Estados Unidos de América”

“Como Iglesia nos complace colaborar con los [Servicios de la Comunidad Católica] para elevar, dar apoyo e incluso hacer que ocurran milagros en la vida de los pobres y los necesitados”, dijo el presidente Uchtdorf. “Todo esto en el verdadero espíritu cristiano de ‘en cuanto lo hicisteis a uno de éstos… a mí lo hicisteis’ ”.

Él dijo que la colaboración es una señal clara de esperanza y una gran razón para el optimismo en un mundo a veces dividido.

“Muchos de nuestros semejantes en la actualidad afrontan circunstancias muy difíciles”, dijo él. “Y aún así, siguen adelante. Nos admiramos de aquellos que siguen avanzando. Les honramos. Y junto con ellos, honramos a aquellos que les tienden la mano, ofreciendo esperanza… La vida de todos nosotros está entrelazada. Todos estamos conectados. A medida que ayudamos a las personas en dificultades, nuestra vida es bendecida”.

También se reconoció la labor como Humanitarios del Año a Spencer F. y Cleone Eccles, por su apoyo a la educación, asistencia médica, atletismo y obras sociales.

A Florencia “Flo” Holtshouser se le concedió el Premio Unsung Hero (El héroe olvidado) de los Servicios de la Comunidad Católica en reconocimiento por sus más de 50 años de servicio a CCS (Servicios de la Comunidad Católica, por sus siglas en inglés), y a Raul Yumul, que ha sido decisivo en el desarrollo del futuro establecimiento de refugiados, quien fue honrado como Empleado del Año. Los beneficiarios de los premios humanitarios de CCS fueron Robert y Wendy Steiner, del Consejo Diocesano de Mujeres Católicas y de la Liga de la Mujer Católica, que en 1945 ayudó a establecer Catholic Charities (Caridades Católicas), en la actualidad CCS. Mark Franken, quien colaboró anteriormente con la conferencia de obispos católicos de Estados Unidos, fue reconocido como socio de la comunidad por sus más de 30 años de servicio.