El élder Ballard dice que las mujeres justas son esenciales para la obra de Dios

Por Marianne Holman Prescott, redactora de Church News

  • 20 Mayo 2015

El élder M. Russell Ballard dice que las mujeres justas cumplen una función esencial en el reino de Dios.  Foto por Mark A. Philbrick, Universidad Brigham Young.

“Hoy, más que nunca, necesitamos hermanas Santos de los Últimos Días fieles y dedicadas con… corazones fuertes, que confían en el Señor y que… están dispuestas a salvar almas y edificar el reino de Dios”. —Élder M. Russell Ballard

“Las mujeres justas y fieles siempre han desempeñado una función esencial para la salvación de las almas y para defender el reino de Dios”, dijo recientemente el élder M. Russell Ballard, del Quórum de los Doce Apóstoles, a unas 15.000 mujeres SUD que se reunieron para una conferencia de mujeres.

“Hermanas, nadie puede hacer lo que ustedes hacen para ayudar a que se propague el Evangelio y que el mundo sea un lugar mejor”, dijo.

La conferencia anual —copatrocinada por la Sociedad de Socorro y la Universidad Brigham Young— convocó a mujeres de la mayoría de los estados y de muchos países alrededor del mundo al campus de la universidad. Las presentaciones que se llevaron a cabo durante más de dos días se centraron en el lema de este año: “Mi alma se deleita en los convenios del Señor”.

Reconociendo que las mujeres han sido “divinamente investidas de un tipo único de discernimiento y fortaleza”, diferente de las cualidades que se han dado a los hombres, esas diferencias son intencionales y eternas, dijo el élder Ballard.

El élder M. Russell Ballard hace un gesto de aliento a los miembros de la audiencia, después de la última sesión de la Conferencia de la Mujer de BYU, llevada a cabo en el Centro Marriott, el 1 de mayo. Foto por Mark A. Philbrick, Universidad Brigham Young.

El élder M. Russell Ballard se levanta con su esposa, Barbara, después de la última sesión de la Conferencia de la Mujer de BYU llevada a cabo en el Centro Marriott, el 1 de mayo. Foto por Mark A. Philbrick, Universidad Brigham Young.

El élder M. Russell Ballard habla durante la sesión de clausura de la Conferencia de la Mujer de BYU, llevada a cabo en el Centro Marriott, el 1 de mayo. Foto por Mark A. Philbrick, Universidad Brigham Young.

“Eso no las hace mejor que a un hombre, ni las hace inferior a él”, dijo. “Sólo las hace diferentes: maravillosamente, deliberadamente, eternamente diferentes”.

Alabando las contribuciones, pequeñas y grandes, de las mujeres a lo largo de toda su vida, el élder Ballard habló de la poderosa influencia que las mujeres tienen en los hogares, las comunidades, las escuelas, la Iglesia y el ámbito profesional. Las mujeres no sólo influyen en la sociedad de hoy en día; siempre han sido una parte esencial de la historia.

“Sé que algunas mujeres desearían poder hallar más historias de mujeres en las Escrituras y en nuestra historia”, dijo. “Debemos desarrollar la habilidad para buscar su influencia, como observó una joven hermana. Ella dijo: ‘Mormón debe haber tenido una esposa increíble para haber criado a un hijo excepcional como Moroni’”.

El élder Ballard animó a quienes escuchaban a buscar con cuidado y con el espíritu correcto, para encontrar manifestaciones similares de crianza eficaz en las Escrituras.

“A medida que busquemos y encontremos mujeres en nuestras Escrituras y en nuestra historia, vemos mucho mejor el poder y la influencia que las mujeres tienen en la familia, la comunidad, la Iglesia y el mundo”, dijo él.

En los últimos años han surgido oportunidades y avances para las mujeres de una manera sin precedentes, agregó. Aunque el mundo enseña que las mujeres pueden “tener todo lo que desean” en los estudios, la profesión, el servicio a la Iglesia, el matrimonio y la familia, el élder Ballard dijo: “Como muchos de los hombres, la mayoría de las mujeres descubren que esto no siempre es cierto”.

“Mantener el equilibrio entre todas las opciones disponibles puede ser difícil”, dijo. “Al final, la mayoría de nosotros tendrá que elegir entre opciones opuestas para determinar lo que es mejor para nosotros”.

Esas decisiones tendrán que realizarse de forma individual, con la ayuda del Señor.

“Cada uno de ustedes debe llegar a saber lo que el Señor desea para ustedes personalmente, dadas las decisiones que tienen delante”, dijo él.

Aun cuando una hermana puede ser inspirada para continuar su formación académica, otra hermana puede recibir la inspiración de comenzar una familia.

“Por eso es tan importante que no cuestionemos las decisiones de los demás o la inspiración detrás de ellas”, dijo. “Y debemos abstenernos de hacer preguntas hirientes y poco solidarias… Todos podemos ser más bondadosos y más conscientes de las situaciones en que nuestras hermanas en todo el mundo se encuentran al tratar de seguir la voluntad de nuestro Padre Celestial en su vida”.

A veces es difícil abstenerse, especialmente si los demás toman decisiones que parecen ser incorrectas.

“Como miembros de la Iglesia, no debemos ser críticos de quienes tienen preguntas o inquietudes sinceras y sentidas en cuanto a su fe”, dijo él. “Recuerden, la Restauración, en toda su gloria y maravilla, se puso en marcha en respuesta a las preguntas espirituales de un joven de 14 años de edad. Tales preguntas pueden ser un elemento que promueve la verdadera conversión si las mismas nos instan a buscar la verdad a la luz de la fe”.

El ejemplo de José Smith como “buscador de la verdad” proporciona un buen ejemplo de cómo encontrar respuestas a las preocupaciones, preguntas e incluso dudas. El Profeta halló inspiración al leer las palabras de las Escrituras y mediante la oración sincera.

“En la actualidad, vivimos en un mundo en el que las personas no recurren a Dios; parece que quieren recurrir a Google”, comentó.

Aunque internet puede ser una fuente de ayuda, el élder Ballard enseñó que las personas deben ser prudentes y cuidadosas acerca de buscar en internet las respuestas a preguntas espiritualmente importantes.

“En nuestra búsqueda de la verdad del Evangelio, no sólo tenemos que buscar fuentes confiables sino también debemos darle tiempo al Señor en nuestras actividades diarias, para estudiar las Escrituras y las palabras de los siervos del Señor”. Nuestro Padre Celestial es la fuente máxima de la verdad, afirmó.

Cada persona es importante, individual y colectivamente, en el “cuerpo unificado de Cristo” y trae puntos fuertes, reflexiones y experiencias únicos.

“Les invito, dedicadas hermanas de hoy en día, a asegurarse de que no exista desunión o división dentro de su familia o sus congregaciones de la Iglesia, aun con respecto a esos temas potencialmente divisorios como la actual conversación en cuanto a las mujeres y el sacerdocio”, dijo. “Los líderes de la Iglesia han aclarado esa doctrina, así que tengámonos paciencia y tratémonos unos a otros con bondad cristiana y respeto a pesar de los sentimientos fuertes y profundas diferencias que haya”.

El élder Ballard habló de la importancia de las familias eternas y de escoger llegar a ser discípulo de un amoroso Padre Celestial.

“Hoy, más que nunca, necesitamos hermanas Santos de los Últimos Días fieles y dedicadas con… corazones fuertes, que confían en el Señor y que… están dispuestas a salvar almas y edificar el reino de Dios”.