El élder Oaks visita a los fieles miembros de Filipinas

Por Gerry Avant, editor de Church News

  • 18 Noviembre 2014

El élder Dallin H. Oaks y su esposa, la hermana Kristen Oaks, saludan durante “una asignación muy agradable” en Filipinas, la cual se realizó desde el 23 de octubre al 1° de noviembre.

Puntos destacados del artículo

  • Con sus más de 53 años de la Iglesia en Filipinas, el crecimiento de la misma es un récord que no se iguala a ninguna parte del mundo.

“El Evangelio restaurado ha encontrado un campo muy fértil en Filipinas. Seguimos teniendo problemas, pero se solucionan con líderes capaces y miembros fieles”. —Élder Dallin H. Oaks, del Quórum de los Doce Apóstoles

En su primera visita a Filipinas hace casi 30 años, el élder Dallin H. Oaks se reunió con 33 presidentes de estaca que prestaban servicio en esa nación. En aquel entonces, había aproximadamente 100.000 miembros de la Iglesia. Desde el 23 de octubre al 1° de noviembre, el élder Oaks visitó otra vez el Área y se reunió con los líderes y los miembros locales.

En la actualidad, hay 91 presidentes de estaca y la cantidad de miembros en todo el país supera los 700.000. Además, Filipinas tiene 21 misiones, 81 distritos y 1.106 barrios y ramas.

El 1° de noviembre el élder Oaks dio un discurso a los miembros, el cual se transmitió a 173 lugares en todo Filipinas.

El élder Dallin H. Oaks habla a los jóvenes Santos de los Últimos Días que presentaron un programa cultural durante su visita a Filipinas del 23 de octubre al 1° de noviembre.

Celebración cultural de 450 jóvenes, quienes se vistieron para representar a varias de las regiones de Filipinas.

El élder Dallin H. Oaks, del Quórum de los Doce Apóstoles, saluda a los miembros durante su visita a Filipinas del 23 de octubre al 1° de noviembre.

El élder Dallin H. Oaks habla durante su visita a Filipinas del 23 de octubre al 1° de noviembre.

El obispo Gérald Caussé visita una obra en construcción en Filipinas donde algunos miembros trabajan como carpinteros.

Élder Lynn G. Robbins, de la Presidencia de los Setenta

El élder Lynn G. Robbins, de la Presidencia de los Setenta; el obispo Gérald Caussé, Primer Consejero del Obispado Presidente; y la hermana Oaks también hablaron durante la transmisión.

Además de dirigirse a aproximadamente 30.767 miembros durante la transmisión, las Autoridades Generales se reunieron personalmente con más de 8.000 miembros en las conferencias de estaca, los devocionales y las reuniones de liderazgo en varias ciudades de Luzón, así como en Cebú y Tacloban. Estuvieron acompañados por dos miembros de los Setenta, quienes prestan servicio en la presidencia del Área Filipinas: el élder Ian S. Arden, presidente, y el élder Shayne M. Bowen, primer consejero.

En una conversación con Church News, el élder Oaks dijo: “No hay personas más fieles y amorosas que los filipinos. También son sobrevivientes. En Filipinas tienen toda clase de tragedias que ocurre sobre la faz de la tierra: pobreza, hambre, huracanes, erupciones volcánicas, terremotos, maremotos y, en su historia, han sido colonizados y conquistados por potencias extranjeras. Han sobrevivido a todo eso y aún son alegres, optimistas y amorosos. Son amigables. Parece ser una característica cultural...

“La Iglesia en Filipinas ha progresado desde 1961, cuando el presidente Gordon B. Hinckley dedicó la tierra, desde un miembro hasta 700.000. El crecimiento en estos más de 53 años es un récord que no se iguala en ninguna parte del mundo. El Evangelio restaurado ha encontrado un campo muy fértil en Filipinas. Seguimos teniendo problemas, pero se solucionan con líderes capaces y miembros fieles”.

El élder Oaks dijo que en el discurso de la transmisión vía satélite aconsejó a los miembros con relación a asuntos tales como:

• Reunir los requisitos de una recomendación para el templo y asistir al mismo con más frecuencia.

• Fortalecer la Iglesia en Filipinas.

• Aceptar la cultura del Evangelio, que es “un conjunto singular de los valores y las prácticas que se basan en el plan de salvación, los mandamientos de Dios y las enseñanzas de los profetas vivientes”, y al mismo tiempo retener las facetas de la cultura étnica y nacional que están en armonía con la misma y abandonar las que no la están.

• Ser pagadores de diezmos íntegros, ayunar y pagar las ofrendas de ayuno que cuidan a los pobres y a los necesitados y seguir niveles altos de trabajo. Expresó algunas inquietudes, una de los cuales es el elevado número de familias en la que el padre o la madre deja el hogar para trabajar en el extranjero.

El élder Oaks dirigió algunas de sus palabras a los jóvenes, les advirtió que viven en un mundo que tiene muchas influencias que pueden alejarlos de la senda del crecimiento que nuestro Padre Celestial ha establecido para ellos.

“Protéjanse de las acciones destructivas… Elijan amigos y colegas que no los rebajarán sino que los animarán con hechos que los edificarán y ayudarán a seguir adelante en la senda del crecimiento”, les dijo.

Los instó a planificar y a ahorrar para el futuro, incluso sacrificar y hacer todo lo posible por mantenerse a sí mismos como misioneros antes de recibir ayuda del fondo misional.

“El matrimonio en el templo es parte del plan del Señor para sus hijos y, para las personas jóvenes maduras, no debería quedar en segundo plano de otras metas. El matrimonio debe ocupar su lugar junto con esas otras metas, no detrás de ellas”.

“El creer no es suficiente”, dijo el élder Oaks. “Debemos actuar. No basta con saber que el Evangelio es verdadero. Debemos actuar sobre ese conocimiento”.

El obispo Caussé habló acerca de la autosuficiencia que presenció en la visita a Tacloban, que quedó devastada el 8 de noviembre de 2013 por el supertifón Haiyan, el cual dejó unos 8.000 muertos.

“Tuvimos 3.210 familias SUD que perdieron sus hogares en el tifón. Los miembros reconstruyeron 3.210 hogares en sólo tres meses y medio”.

“La Iglesia proporcionó capacitación en carpintería... Tenemos 600 miembros de la Iglesia que han recibido un certificado, el cual los acredita para postularse a puestos de trabajo como carpinteros.

El obispo Caussé dijo que lo que fue un desastre se ha transformado en bendiciones para muchas familias en el progreso hacia la autosuficiencia.