Se forma la primera estaca de Cabo Verde

Por Por la hermana Marilyn Foster, misionera de Asuntos Públicos

  • 18 Mayo 2012

La primera estaca de Cabo Verde se organizó el domingo 29 de abril de 2012. La nueva presidencia de la estaca (de izquierda a derecha): Adilson Monteiro, primer consejero; presidente Roseveltt Teixeira y José Pires, segundo consejero.  Élder José A. Teixeira

“Desde nuestras primeras reuniones con los santos hace diez años, sentimos su fe en el Padre Celestial y su amor por el Salvador”. —Ann Hobson, esposa del presidente anterior de la Misión Cabo Verde Praia, Daryl K. Hobson

El domingo 29 de abril de 2012 fue un día histórico para los miembros de la Iglesia de Cabo Verde, cuando la primera estaca en ese país fue organizada por el élder Erich W. Kopischke, presidente del Área Europa, con la ayuda de su segundo consejero, el élder José A. Teixeira.

Esta nación isleña, ubicada a 560 kilómetros en la costa de África Occidental, tiene una población de alrededor de 500.000 habitantes y anteriormente había sido una colonia portuguesa. El crecimiento de la Iglesia ha sido constante desde que los primeros misioneros llegaron a principios de 1989 y en la actualidad más de 8000 Santos de los Últimos Días se encuentran esparcidos a lo largo de seis de las nueve islas habitadas.

La reunión para organizar la estaca en la capital de Praia se llevó a cabo en el edificio de la Asamblea Nacional, un lugar suficientemente grande como para albergar a más de 1000 personas. Fueron llamados y apartados para presidir la nueva Estaca Praia, Cabo Verde, Roseveltt Teixeira, presidente, con Adilson Monteiro como primer consejero y José Pires como segundo consejero.

Miembros crecen en madurez

La población de la Iglesia en Cabo Verde es muy joven, pero a lo largo de los años, los miembros han madurado en sus habilidades de liderazgo y comprensión del Evangelio. Al comentar acerca de su visita a Cabo Verde hace unos años, el élder Kopischke dijo: “Tuvimos una reunión de líderes del sacerdocio y me di cuenta de que estos hermanos podrían desarrollarse y llegar a ser los líderes de una estaca maravillosa y en pleno funcionamiento”. Ahora eso se ha convertido en realidad.

Los miembros de la Iglesia de Cabo Verde son humildes y sinceros. Muchos se han beneficiado de la participación en el Fondo Perpetuo para la Educación y muchos han servido o están sirviendo en una misión. De hecho, Cabo Verde es autosuficiente en cuanto a misioneros se refiere, lo que significa que envía al menos a tantos misioneros fuera del país como misioneros que son llamados a servir allí. Los líderes estiman que un centenar de caboverdianos va a comenzar su servicio misional en el año 2012, el cual es un aumento considerable sobre los 40 que salieron a prestar servicio en el año 2011.

El élder Teixeira tiene profundas raíces en Cabo Verde y sentimientos especiales por su gente. Visitó Cabo Verde a menudo como empleado de la Iglesia entre 1994 y 1995. Cuando fue llamado como Setenta de Área en 1996, fue asignado a trabajar con los líderes y miembros del país como parte de sus responsabilidades y sirvió en ese cargo hasta el año 2005. Uno de los mejores momentos durante este tiempo fue cuando tuvo la oportunidad de interpretar para el presidente Gordon B. Hinckley (1910–2008) cuando él visitó las islas en 1998. El élder Teixeira se ha considerado bendecido por continuar su asociación con los Santos de los Últimos Días y como miembro de la Presidencia de Área. Señaló: “Fue con emoción y gratitud que en el año 2012 regresamos al edificio de la Asamblea Nacional —el mismo lugar donde el presidente Hinckley habló— para ser testigos de la creación de la primera estaca de la Iglesia de Cabo Verde”.

Volver a Cabo Verde

Volver a Cabo Verde casi diez años después de su llegada el 1 de julio de 2002, cuando las islas se convirtieron en su propia misión, el presidente anterior de la Misión Cabo Verde Praia, Daryl K. Hobson, y su esposa, Ann Hobson, fueron recibidos por los miembros con el intenso gozo que se siente al estar juntos después de haberse separado.  

“Por mucho tiempo los miembros han anticipado el día en que llegarían a ser una estaca y estaban encantados de compartir su felicidad con aquellos que habían esperado este hito específico con ellos”, escribió la hermana Hobson a Noticias de la Iglesia en un correo electrónico.

“Hemos experimentado su entusiasmo en los abrazos, sonrisas y apretones de manos, y hemos sentido su humildad y la reverencia en sus lágrimas de gozo y en sus firmes ‘Amenes’ al finalizar los discursos y las oraciones”.

La hermana Hobson además dijo: “Desde nuestras primeras reuniones con los santos hace diez años, sentimos su fe en el Padre Celestial y su amor por el Salvador. Aunque sean miembros desde hace poco tiempo y otros sean nuevos en la Iglesia, sus discursos y lecciones fueron significativos y tiernos. Por medio de la devoción que los miembros sintieron de los misioneros que les sirvieron y enseñaron, sabían que el Señor los amaba y eran amados por aquellos miembros de la Iglesia que estaban lejos de ellos. Los miembros y misioneros sentían el poder del mensaje de 2 Nefi 29:7, que el Señor recuerda a Sus hijos que están en las islas del mar”.

La hermana Hobson señaló que los miembros caboverdianos siempre han disfrutado de cantar los himnos y “la congregación se escuchaba como si fuera un coro celestial, cuando se reunieron para la sesión de adultos del sábado por la tarde.

“Carlos Pires, un entusiasta ex misionero cuya familia se remonta a los primeros días de la Iglesia en la isla de Fogo, dirigió a la congregación, acompañado por Ricardo Cardoso, ahora con su esposa y sus dos hijas, que aprendió a tocar el piano gracias a un matrimonio mayor de misioneros en la década de 1990”.

Fuerza en la nueva generación

La hermana Hobson observó que la congregación en la organización de la estaca era tan joven como hace 10 años, con muchos jóvenes adultos solteros pero ahora con muchas más familias. “Se esperan más bodas para el futuro, dado que ex misioneras y élderes dignos buscan compañeros dignos para ser sellados en el templo”, dijo ella.

El recién llamado presidente de estaca, Roseveltt Teixeira, era misionero cuando los Hobson llegaron hace una década.

“En ese tiempo fuimos testigos de su conocimiento del futuro de la Iglesia en su país isleño, al ir los miembros aprendiendo los programas y las prácticas que podían afectar su vida para bien, tales como seminario e instituto y el matrimonio en el templo”, dijo la hermana Hobson.

“Los santos y los misioneros aman y admiran al presidente Roberto Oliveira y a la hermana [Eliana] Oliveira [Misión Cabo Verde Praia] por su dedicación al animarlos a alcanzar esta meta y los miembros de los dos distritos restantes están inspirados a esforzarse por lograr el mismo objetivo en sus islas”, dijo.  

Cuando el hermano y la hermana Hobson supieron que se iba a crear una estaca en Cabo Verde, se comunicaron con los misioneros que habían servido con ellos allí. Recopilaron fotos de los ex misioneros, muchos de los cuales ahora tienen familias. Crearon álbumes de fotos, que contenían también los saludos de los ex misioneros, para compartir con los miembros antes y después de las reuniones.

“Los miembros y los antiguos compañeros de misioneros estaban encantados al ver las fotos y al leer que los misioneros los recordaban y amaban y se alegraron por sus esfuerzos para llevar a la misión a la creación de su primera estaca”.

Tender una mano

El 27 de abril, mientras se encontraban en Cabo Verde para crear la primera estaca de ese condado, la presidencia del Área Europa y el presidente Oliveira tuvieron el privilegio de reunirse con José Carlos Fonseca, el presidente de la República de Cabo Verde.

Los líderes de la Iglesia le dieron al presidente Fonseca una estatua de la familia y explicaron su significado al ser un símbolo de la importancia de la familia en la sociedad y en la Iglesia. Hicieron mención especial del espíritu extraordinario del servicio entre los miembros de la Iglesia y su deseo de hacer un aporte para el bien de la sociedad. También explicaron el Fondo Perpetuo para la Educación, que da a los jóvenes adultos la oportunidad de educarse y capacitarse a fin de estar preparados para el futuro. El presidente Fonseca expresó su agradecimiento por los proyectos de la Iglesia de Manos Mormonas que Ayudan que han beneficiado a las personas de su país.