Los misioneros necesitan tener la doctrina de Cristo escrita en sus corazones, enseña el élder Russell M. Nelson

Por Marianne Holman Prescott, redactora de Church News

  • 6 Julio 2015

El élder Russell M. Nelson y su esposa, la hermana Wendy Nelson, se reúnen con los nuevos presidentes de misión y sus esposas en el seminario de este año.

Puntos destacados del artículo

  • Un misionero puede llegar a ser una ‘carta viviente de Cristo’… escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios viviente.
  • Los misioneros ayudan a recoger al Israel dispersado, a tener familias selladas en un santo templo y a preparar al mundo para la Segunda Venida del Señor.

“Nuestro mayor deseo para nuestros misioneros es que cuando regresen a sus hogares, que cada uno personalmente llegue a ser una ‘carta de Cristo’”.—Élder Russell M. Nelson

PROVO, UTAH

Incluso con el apresuramiento de la obra de salvación y los cambios en algunas de las herramientas que utilizan los misioneros para participar en ella, “los propósitos de Dios no han cambiado” cuando se trata de la obra misional.

Así lo declaró el élder Russell M. Nelson, del Cuórum de los Doce Apóstoles y Presidente del Consejo Ejecutivo Misional, cuando habló durante la primera sesión del Seminario 2015 para nuevos presidentes de misión, el 25 de junio.

“La obra [de Dios] y Su gloria es ‘llevar a cabo la inmortalidad y la vida eterna del hombre’”, dijo. “En otras palabras, como un padre amoroso y benevolente, Él anhela el regreso exitoso y seguro de Sus hijos”.

Los nuevos presidentes de misión y sus esposas —126 matrimonios de 23 países— se reunieron en el Centro de Capacitación Misional de Provo, del 24 al 28 de junio, para recibir instrucción de líderes de la Iglesia antes de su partida a 51 naciones.

“Nosotros, como agentes del Señor, tenemos el privilegio de predicar Su evangelio”, dijo el élder Nelson. “El apóstol Pablo enseñó un concepto asombroso. Él declaró que cada agente, cada discípulo, sí, cada misionero, puede llegar a ser una ‘carta viviente de Cristo… escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios viviente…. [grabadas] en tablas de carne del corazón’ (2 Corintios 3:3). Con esa denominación única, podemos ayudar a lograr Sus tres grandes objetivos supremos para nosotros”.

Primero, él dijo: los misioneros ayudan a reunir a Israel disperso; segundo, los misioneros ayudan a las familias del Israel recogido a ser selladas en un santo templo; y tercero, los misioneros ayudan a preparar al mundo para la Segunda Venida del Señor.

“Sus objetivos llegan a ser los nuestros”, dijo el élder Nelson. “Deberíamos recordarlos siempre. Sus objetivos son la base de todo lo que hacemos. El Señor espera que mantengamos Su paso apresurado… Debemos proceder con fe y hacer todo lo mejor que podamos, sabiendo que Él nos ayudará”.

Actualmente hay más misioneros prestando servicio que en 2012, el año que el presidente Thomas S. Monson hizo el anuncio sobre la edad mínima requerida para los misioneros. Esto conlleva más jóvenes que son investidos, preparándose para el convenio del matrimonio y criar familias rectas.

Él élder Russell M. Nelson, del Cuórum de los Doce Apóstoles y Presidente del Consejo Ejecutivo Misional, habla en el Seminario 2015 para nuevos presidentes de misión. Fotografía por Matthew Reier.

Cuatro miembros del Cuórum de los Doce Apóstoles de pie juntos en el Seminario 2015 para nuevos presidentes de misión: el élder Russell M. Nelson, al frente y a la izquierda; en sentido de las agujas del reloj, el élder Quentin L. Cook, el élder D. Todd Christofferson y el élder Neil L. Andersen. Fotografía por Matthew Reier.

Un coro canta durante el Seminario 2015 para nuevos presidentes de misión. Fotografía por Matthew Reier.

En el Seminario 2015 para nuevos presidentes de misión están los miembros del Consejo Ejecutivo Misional. Desde la izquierda: el obispo Gérald Caussé, el élder David F. Evans, el élder Russell M. Nelson y el élder David A. Bednar. Fotografía por Matthew Reier.

El élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseña de las Escrituras durante una sesión interactiva con un grupo grande en el Seminario 2015 para nuevos presidentes de misión. Fotografía por Matthew Reier.

El élder M. Russell Ballard, a la izquierda, y el élder Quentin L. Cook caminan juntos después de una sesión en el Seminario 2015 para nuevos presidentes de misión. Fotografía por Matthew Reier.

El élder Neil L. Andersen, a la izquierda, y el élder Dallin H. Oaks, del Cuórum de los Doce Apóstoles, comparten el púlpito en el Seminario 2015 para nuevos presidentes de misión. Fotografía por Matthew Reier.

El élder D. Todd Christofferson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, participa en una sesión del Seminario 2015 para nuevos presidentes de misión. Fotografía por Matthew Reier.

“Más que nada, queremos que nuestros misioneros reciban esa bendición, que tengan la doctrina de Cristo grabada en sus corazones, firmemente establecida en lo profundo de ellos”, dijo él. “Mediante estos poderosos misioneros más y más personas llegarán al conocimiento del Señor y serán bautizados”.

El élder Nelson dijo: “Enseñen y vuelvan a enseñar la importancia de escuchar al Espíritu y de seguir esas impresiones”. Animó a que enseñen sobre la obediencia, explicando que la obediencia a los mandamientos proporciona protección física y espiritual.

“La obediencia les permite recibir guía y dirección del Espíritu”, dijo él. “Lo mejor que puede hacer una misión es capacitar sobre la obediencia. Y la obediencia exacta brinda milagros”.

El élder Nelson comparó a los misioneros con los 2.000 jóvenes soldados de Helamán, que son firmes en sus testimonios, han puesto su confianza en Dios y han manifestado su fe al responder al llamado de servir como misioneros.

“Y ustedes, como Helamán, probablemente enfrentarán dificultades al preocuparse por sus misioneros”, dijo él. Al igual que los jóvenes soldados de Helamán fueron heridos en la batalla, muchos misioneros han sido heridos en cierto grado por la exposición —ya sea que lo deseen o no— a la pornografía.

Al analizar la “plaga de la pornografía” en la sociedad actual, el élder Nelson habló de la necesidad de los presidentes de misión de protegerse primero a sí mismos, luego a sus compañeras y luego a sus misioneros. Animó a los presidentes de misión que, cuando aconsejen a quienes luchan con la pornografía, recuerden el ejemplo del Salvador cuando se llevó ante Él a una mujer sorprendida en adulterio. El Salvador fue directo cuando condenó el pecado pero también mostró misericordia y amor hacia quien pecó.

“Enséñenles que, como los jóvenes soldados, pueden ser preservados durante sus dificultades”, dijo él. “Ellos pueden superar las tentaciones pasadas y comportamientos indignos si ponen su confianza en Dios y en las enseñanzas que han recibido de sus padres y sus excelentes presidentes de misión y esposas. Ayuden a los misioneros a entender que la protección y fortaleza están disponibles para ellos”.

La oración, la influencia del Espíritu Santo, las Escrituras, las bendiciones del sacerdocio, un ayuno apropiado y sus compañeros son todos los recursos que proporcionan fortaleza y guía, enseñó.

“Sabemos que ustedes recordarán constantemente a sus misioneros sobre el amor del Señor por ellos”, dijo él. “Quienes luchan contra la pornografía podrían estar decepcionados de sí mismos, pero el Salvador no está decepcionado con nadie que sinceramente busca arrepentirse”.

“Nuestro mayor deseo para nuestros misioneros es que, para cuando regresen a sus hogares, todos ellos tengan un nuevo y sempiterno convenio escrito en tablas de carne del corazón, que cada uno personalmente llegará a ser una ‘carta de Cristo’. Todos son capaces de hacerlo, sin importar sus situaciones o desafíos personales, si dependen del Señor Jesucristo”.

El enseñar el Evangelio es una obra sagrada y no hay mejor manera de introducir el evangelio de Jesucristo en los corazones y las mentes de los jóvenes, que enseñando a los demás el Evangelio, dijo el élder Nelson.

A medida que los misioneros se centren en el mensaje, los propósitos y los objetivos del Señor, su conocimiento de la doctrina de Cristo —fe, arrepentimiento, bautismo, recibir el don del Espíritu Santo y perseverar hasta el fin, que incluye el participar en convenios eternos— les ayudará a comprender todo el plan de salvación.

El élder Nelson dijo que cada persona es valiosa para Dios y valiosa para sus antepasados que están esperando, orando y deseando que sus descendientes se conviertan y efectúen las ordenanzas del templo vicariamente por ellos. “Nuestros misioneros pueden ser parte de ese gran rescate del cual el presidente Monson ha suplicado fervientemente”.