El presidente Eyring aboga por un “renacimiento” de matrimonios felices

Por MormonNewsroom.org

  • 18 Noviembre 2014

El presidente Henry B. Eyring, Primer Consejero de la Primera Presidencia, se dirige a los líderes eclesiásticos de 14 religiones y 23 países en el Vaticano el 18 de noviembre, durante un evento interreligioso internacional que llevó a cabo la Iglesia Católica, el cual fue llamado “Coloquio internacional sobre complementariedad del hombre y la mujer”.

Puntos destacados del artículo

  • La generosidad es la clave para el matrimonio complementario entre un hombre y una mujer.
  • El seguir “La Familia: Una Proclamación para el Mundo” creará “un renacimiento de matrimonios felices y familias productivas”.

“A medida que trabajamos para edificar y alentar a los matrimonios fieles y amorosos, donde los hombres y las mujeres llegan a ser uno y nutrir a sus familias, el Señor multiplicará nuestros esfuerzos”. —presidente Henry B. Eyring, de la Primera Presidencia

CIUDAD DEL VATICANO: En su discurso a los líderes religiosos reunidos en un coloquio en el Vaticano sobre el matrimonio, el presidente Henry B. Eyring, Primer Consejero de la Primera Presidencia, dijo: “Un hombre y una mujer, unidos en matrimonio, tienen el poder extraordinario de crear felicidad para sí mismos, para su familia y para las personas que los rodean”. (Artículo completo del discurso en inglés.)

Se invitó al presidente Eyring para brindar su “testimonio” en el evento interreligioso internacional que llevó a cabo la Iglesia Católica, el cual reunió a los líderes eclesiásticos de 14 religiones y 23 países. El evento titulado “Coloquio internacional sobre la complementariedad del hombre y la mujer”, comenzó el 17 de noviembre y terminó el 19 de noviembre.

El presidente Eyring dijo que mientras vemos tristeza en algunos matrimonios, la generosidad es la clave para un matrimonio complementario entre un hombre y una mujer.

“Donde hay egoísmo, las diferencias naturales de los hombres y las mujeres a menudo dividen”, explicó. “Donde hay generosidad, las diferencias llegan a ser complementarias y ofrecen oportunidades de ayudarse y edificarse mutuamente”.

El cambio que se necesita es más en el corazón de las personas que en sus mentes, dijo.

“Debemos encontrar maneras de guiar a las personas a tener una fe que reemplace su propio interés natural con sentimientos profundos y duraderos de caridad y benevolencia”, agregó el presidente Eyring.

Durante su testimonio, el presidente Eyring leyó de “La Familia: Una Proclamación para el Mundo” de la Iglesia, la cual fue emitida por la Iglesia en 1995 y es un documento que establece la postura de la Iglesia sobre la familia. Al referirse a los principios de la proclamación, dijo: “Esas son las cosas que las personas deben hacer para que tengamos un renacimiento de matrimonios felices y familias productivas”.

Anuncio del coloquio en el Vaticano. Crédito: Iakov Kalinin.

“Tal renacimiento requerirá que las personas traten de esforzarse por lo que es ideal y de seguir adelante incluso cuando el resultado feliz es lento en llegar y cuando fuertes corrientes ridiculizan tal esfuerzo”, dijo. “Podemos y debemos defender y proteger la institución del matrimonio entre un hombre y una mujer”.

El presidente Henry B. Eyring y su esposa, la hermana Kathleen Eyring, en la dedicación del Templo de Oquirrh Mountain, Utah, en 2009. El presidente Eyring habló sobre su esposa y su familia en su discurso en el Vaticano. Fotografía por Gerry Avant.

El presidente Eyring habló de la felicidad que obtuvo por medio de su propio matrimonio con su esposa, Kathleen, desde hace más de 52 años. “He llegado a ser una mejor persona a medida que la he amado y vivido con ella”, dijo. “Nos hemos complementado más allá de cualquier cosa que me hubiera imaginado. En lugar de dividirnos, nuestras diferencias nos unieron”. Él y su esposa tienen 6 hijos y 31 nietos.

“A medida que trabajamos para edificar y alentar a los matrimonios fieles y amorosos en el que los hombres y las mujeres llegan a ser uno y nutren a sus familias, el Señor multiplicará nuestros esfuerzos”, concluyó.

Esa reunión con los líderes religiosos internacionales en el Vaticano para analizar la importancia del matrimonio fusiona dos creencias claves de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días: la importancia del matrimonio entre el hombre y la mujer, y la importancia de la cooperación entre religiones en causas comunes para el bien.

 

El Papa Francisco saluda al presidente Henry B. Eyring en el salón sínodo en la Ciudad del Vaticano mientras comienza la conferencia sobre el matrimonio. © Chris Warde-Jones/Humanum.it.