Un jardín de la comunidad ayuda a una estaca y las familias se vuelven más unidas

Por Por Jason Swensen, escritor de Church News

  • 13 Abril 2012

Puntos destacados del artículo

  • Los miembros de la estaca Las Vegas Nevada Sandstone han jugado un papel importante como participantes de la huerta Provident Community [Comunidad Providente], la cual se inauguró el mes pasado y está ubicada en un área suburbana del norte de Las Vegas.
  • La primera fase recientemente terminada del jardín Provident Comunity incluye 90 cajas de jardín de 3 metros por 1,20 metros). Cada caja es cuidada por una familia.
  • Para recibir una caja del jardín, cada familia y persona debe pagar una cantidad mínima y participar en tres cursos de jardinería y vida providente, que se ofrecen en las capillas de la Iglesia locales.

El trabajo continuo, una actitud positiva y la fe en Dios pueden rendir los frutos más dulces. Tal cosecha está siendo disfrutada por personas de diferentes procedencias en el jardín Provident Community [Comunidad Providente] localizado en un área suburbana del norte de Las Vegas .

Los miembros de la estaca Las Vegas Nevada Sandstone han jugado un papel sumamente importante en el jardín, el cual abrió el mes pasado. Trabajando con gente de las comunidades religiosas y de negocios, la estaca Sandstone ha sido fundamental en el desarrollo del jardín, y los miembros han hecho varios nuevos amigos en el transcurso.

“Verdaderamente hemos visto la mano del Señor por medio de este jardín”, dijo Paul Moffat, miembro del sumo consejo de la estaca Sandstone, que también sirve como presidente del consejo administrativo del jardín.

En poco más de un mes, el jardin Provident Community ha llegado a ser la comunidad de cajas de jardín más grande de la ciudad. Los “jardineros” incluyen decenas de familias miembros y la alcalde de Las Vegas, Carolyn C. Goodman.

La recientemente completada primera etapa del jardín Provident Community incluye 90 cajas de jardín de 3 m por 1,2 m. Cada caja es cuidada por una familia. Además, hay cinco cajas de 25 metros por 2 metros que pertenecen a la comunidad y que están siendo cuidadas por un pequeño ejército de voluntarios.

En total, más de 500 personas han participado en la primera fase del proyecto, con fases adicionales que se están planificando. El Jardin de la Comunidad de la Vida Providente ha llegado a ser posible por la genorosidad de negocios y donantes privados de la comunidad y muchos voluntarios que donan tiempo cada semana a enseñar y trabajar con los jardineros principiantes de la estaca de Sandstone y sus vecinos.

Mientras estaba de pie al borde de una caja de la comunidad que circunda filas meticulosas de maíz tierno, el hermano Moffat habló de los beneficios sagrados del jardín que se extienden mucho más allá de las fresas y los tomates. Por un lado, todos los participantes están aprendiendo los principios fundamentales de una vida autosuficiente. Para recibir una caja propia, las familias y los individuos deben pagar una pequeña cuota y participar en tres cursos de jardinería y de vida providente que se enseñan en las capillas locales SUD.

“Además, es un lugar para que la gente se reúna”, dijo Bobie Ellsworth, miembro del barrio El Camino de la estaca, mientras que atendía sus plantas de rábanos y de tomatillos.

Linda Schlauder admite que es nueva en la jardinería. Pero ella ha llegado a apreciar las lecciones que se pueden aprender al trabajar juntos con sus familiares y amigos. “Ya hemos tenido lecciones en la noche de hogar acerca de la ley de la cosecha y de escuchar el consejo del profeta”, dijo.

Jardineros como la hermana Schlauder también están aprendiendo las lecciones de la gratificación retrasada, mientras plantan y cuidadan de pequeñas semillas con la esperanza de una recompensa sabrosa que vendrá sólo después de una temporada de trabajo y paciencia. “Me encanta lo que se siente cuando las familias vienen a nuestro jardín y ven lo que está creciendo… No veo la hora de probar nuestros tomates”, dijo.

Don Fabbi es un maestro de jardinería que cada semana dedica varias horas a dar las clases de jardinería, responder preguntas y compartir consejos prácticos. La mayoría de sus familiares son Santos de los Últimos Días. El señor Fabbi no lo es. Sin embargo, el abuelo de 84 años es una figura popular y familiar en el jardín Provident Community. “Cuando uno está jubilado quiere tener una razón para levantarse en la mañana”, dijo con una sonrisa.

El jardín de la comunidad, añadió, enseña a decenas de familias acerca de cómo vivir prudentemente y cómo estar preparado para emergencias, incluso mientras disfrutan de un cultivo de productos frescos. “Y el aspecto social de este jardín en invaluable”, dijo el señor Fabbi.

Los líderes locales de la estaca Sandstone dijeron que las lecciones aprendidas trabajando en el jardín de la comunidad son tan significativas como cualquiera de las que pudieran compartir desde el púlpito. Como presidenta de la Sociedad de Socorro de estaca, Keri Lords dijo que el jardín ha mostrado ser una bendición en la vida de muchas hermanas “que realmente han sido convertidas a un nivel diferente”.

Muchas mujeres de la estaca, dijo, compartirán su cosecha con sus vecinos y amigos.

La jardinería de este rincón seco y famoso de la parte sur de Nevada es una experiencia nueva para muchos miembros locales, dijo el obispo Keith McDonald del barrio Monte Cristo. Añadió que cuando las familias se reúnen y toman posesión de un jardín se pueden enseñar innumerables principios del Evangelio. “Las Escrituras están repletas de ejemplos de semillas, crecimiento y nutrición”.

Los residentes de Las Vegas, Mike y Kate Bailey, que no son SUD, esperan con anticipación su cosecha de tomates, fresas, lechuga, calabaza y cebolla que empiezan a crecer rápidamente en su caja del jardín.

“Pero lo que más he disfrutado es la gente”, dijo la señora Bailey. “La gente siempre se acerca para saludar”.

A pesar de haber sido criado “en el corazón de Manhattan”, la alcalde Goodman admitió que hace mucho tenía el deseo secreto de cultivar la tierra. Sus deseos se han realizado al unirse a su familia en el esfuerzo de cultivar un huerto. Ella siente una gran estima por el hermano Moffat y las demás personas que se han ofrecido para hacer del jardín un verdadero “jardín de la comunidad”.

Mientras conducía su carretilla por un laberinto de cajas de jardín, Harry Hoogland, del sumo consejo de la estaca se asomó a través de filas de fértiles huertas y sonrió. La gente, dijo él, está creciendo y desarrollándose junto con sus delicados cultivos.

“Me encanta la influencia que este jardín está teniendo en las familias”, dijo. “Las familias se están haciendo más unidas”.