El élder Andersen visita el lugar de la construcción del Templo de París, Francia

Por Gerry Avant, editor de Church News

  • 19 Junio 2014

El élder Neil L. Andersen, en el centro, el élder Patrick Kearon, a la izquierda y el obispo Gérald Caussé, de pie en el lugar de la construcción del Templo de Francia, París.

Puntos destacados del artículo

  • El élder Neil L. Andersen y otros líderes fueron al sitio del templo en París, Francia, y se reunieron en la capilla SUD en Versalles con unas 60 personas que participan en la construcción del templo.

“En Francia aman a las familias; no sólo los miembros de la Iglesia, sino también la gente francesa ama a sus familias. Nuestro mensaje es que estas familias pueden continuar después de la muerte como una unidad familiar para siempre. ¡Qué mayor bendición podríamos ofrecerles!”. —Élder Neil L. Andersen, del Quórum de los Doce Apóstoles

El Templo de París, Francia, se está levantando como el cumplimiento de una profecía.

Durante una reunión en París en 1998, el presidente Gordon B. Hinckley dijo a unos 2.400 Santos de los Últimos Días: “El tiempo llegará… cuando podremos construir en algún lugar de esta zona una casa del Señor, un templo sagrado”.

Al regresar a París seis años más tarde, en 2004, cuando el sitio del templo aún no se había encontrado, el presidente Hinckley dijo: “En algún momento en el futuro, una hermosa casa del Señor honrará esta tierra”.

En ambas visitas, el presidente Hinckley pidió a los miembros que orasen para que el Señor dirigiera a los líderes de la Iglesia al lugar adecuado para el templo. Ese sitio se encontró en 2009, en Le Chesnay, una ciudad de aproximadamente 30.000 habitantes. El templo se encuentra bajo construcción. Los jardines del templo se encuentran a unos 200 metros de los jardines del Palacio de Versalles, uno de los lugares más famosos de Francia.

Élder Neil L. Andersen, del Quórum de los Doce Apóstoles, el obispo Gérald Caussé, del Obispado Presidente, y el élder Patrick Kearon, de los Setenta, y un consejero del Área Europa visitaron Francia desde el 10 al 14 de junio. El 13 de junio, fueron al lugar del templo y se reunieron en la capilla SUD en Versalles con unas 60 personas —la mayoría de las cuales no son Santos de los Últimos Días— que participan en la construcción del templo. El grupo incluía arquitectos, abogados, constructores, contratistas, representantes de la compañía de construcción y otros.

“Les expliqué que esto será una casa del Señor”, dijo el élder Andersen. “Les hablé de los ángeles. Repasé los tiempos de los ángeles en la Biblia, sobre Gabriel apareciéndose a María y los ángeles en los campos anunciando el nacimiento de Cristo. Dije: ‘Los ángeles existen. Ministran a las personas en esta tierra. Este sagrado templo será un lugar donde los ángeles estarán. Deseamos que construyan un edificio que ustedes entiendan será un edificio sagrado. Será un edificio para las personas de este lado del velo y del otro lado del velo también’. Les di las gracias en nombre de la Iglesia por la obra que están haciendo”.

El élder Andersen dijo: “Es un edificio diferente a los que han construido debido a la gran calidad y a su naturaleza espiritual. Ya no se construyen muchos edificios como éste, con hermosa piedra caliza y piedra pizarra. Están muy impresionados por el proyecto, no sólo por los materiales, sino también por razones espirituales. Uno de los abogados dijo: ‘Yo no he sido un hombre religioso, pero siento algo muy especial acerca de este templo’”.

El élder Neil L. Andersen, del Quórum de los Doce Apóstoles, lleva a cabo una reunión con personas que, en su mayoría, no son SUD y que han estado trabajando para hacer el Templo de París, Francia una realidad.

El obispo Gérald Caussé, del Obispado Presidente, señala las características del Templo de París, Francia, al élder Neil L. Andersen, a la derecha y su esposa, la hermana Kathy Andersen.

Los jóvenes en las estacas del área de París, Francia, se reúnen para un devocional especial durante una visita del élder Neil L. Andersen y el obispo Gérald Caussé.

El obispo Caussé dijo que la Iglesia ha estado trabajando con una oficina gubernamental de arquitectos que deben aprobar los diseños y los materiales de cualquier edificio construido cerca de un monumento, tal como Versalles. “Hemos trabajado estrechamente con los arquitectos para hacer del templo un faro de luz en el área. Su aprobación significa que el templo estará en completa armonía con el área de su alrededor. Queremos que el templo no sea sólo una bendición para los miembros, sino también un bien para toda la comunidad”.

Originario de Francia, el obispo Caussé oyó al presidente Hinckley prometer a los miembros en 1998 que se construiría un templo y luego pidió que orasen para que eso sucediera.

El obispo Caussé fue presidente de la Estaca París, Francia, cuando el presidente Hinckley volvió a visitarlos en 2004. “Yo era su conductor”, dijo. “Visitamos varios sitios, pero él no sintió que alguno de ellos fuera el lugar para el templo. Tuvimos que esperar hasta 2009 para encontrar uno”.

Ocurrió 11 años después de que el presidente Hinckley hiciera la promesa.

“Los miembros sabían que tenían una función importante que desempeñar. En mi familia y en familias de otros santos franceses, oramos por el templo a diario y con nuestros hijos. Ha sido una prueba de fe y paciencia. Hasta hace sólo unas pocas semanas, muchos miembros no hablaban abiertamente acerca del templo. Se trataba más de una expresión privada de esperanza y fe, que los miembros de la Iglesia tenían en su corazón.

“Creo que la visita del élder Andersen ha marcado una transición hacia un periodo más abierto de regocijo y preparación. Reunió a los presidentes de estaca y de misión y les dijo: ‘El templo se está construyendo. Ahora es el momento de prepararse para que así puedan regocijarse en la próxima dedicación del templo’”.

El obispo Caussé dijo que desde el tiempo en que él era niño, su familia iba desde Burdeos a Suiza una semana cada verano, y viajaban durante dos días hacia el Templo de Berna. Algunos años, armaban su tienda de campaña en el bosque detrás del templo. “Creo que toda mi generación que ha venido de Europa tiene esta experiencia en común”, dijo él.

Los miembros en Francia ahora asisten a los templos de Berna Suiza; La Haya, Países Bajos; Londres, Inglaterra; Francfort, Alemania; y Madrid, España.

Además de visitar el sitio de la construcción del Templo de París y reunirse con quienes están trabajando en el mismo, el élder Andersen, la hermana Kathy Andersen, el élder Kearon y la hermana Jennifer Kearon se reunieron con los misioneros de la Misión Francia Lyon y llevaron a cabo un devocional para miembros el 10 de junio en Niza.

El élder Andersen elogió el extraordinario liderazgo del presidente Blake M. Roney, de la Misión Lyon Francia, y su esposa, la hermana Nancy W. Roney. El 13 y 14 de junio lo acompañó el obispo Caussé en París donde se reunieron con todos los presidentes de estaca de habla francesa y se llevó a cabo un devocional para los jóvenes y los jóvenes adultos solteros de las estacas de París. Los jóvenes especialmente agradecieron a la hermana Andersen porque les habló en francés.

El élder Andersen prestó servicio como joven misionero en Francia de 1970 a 1972, como presidente de la Misión Francia Burdeos con su esposa y su familia desde 1989 a 1992, y en la presidencia del Área Europa desde 1994 a 1997. Dijo de los misioneros de Lyon: “Estaban asombrosamente preparados y se sentía el Espíritu del Señor en gran abundancia. Ser un misionero en Francia requiere mucha diligencia y paciencia, pero hay personas maravillosas que buscan al Salvador y nuestros misioneros los encuentran”.

Él y su esposa, la hermana Andersen, se reunieron con los miembros que han conocido a través de los años. “Reunirse con los miembros es siempre un placer para mí”, él dijo. “Hemos podido ver una vez más a nuestros queridos amigos Jean Paul y Marie-Jo Guerinot. Él prestó servicio como mi consejero hace 25 años y desde entonces no ha descansado, ya que luego prestó servicio como presidente de distrito, presidente de estaca y obispo dos veces en los últimos 25 años. Aquellos que aceptan el Evangelio plenamente se dan cuenta que la Iglesia ocupa una parte muy importante de sus vidas”.

El élder Andersen dijo que aunque la Iglesia no crece rápidamente en Francia, sí crece de manera continua. “Nos reunimos con los 13 presidentes de estaca de habla francesa de Europa. Me había reunido con ellos unos 18 meses antes, cuando vine a París; esta reunión fue un encuentro lleno de gozo ya que nos alegramos del progreso que se ha hecho. Actualmente hay muchas más personas que vienen a las reuniones sacramentales. Se ha organizado una estaca adicional y ahora se está construyendo un hermoso templo. Las bendiciones del Señor están sobre esta hermosa tierra de Francia y los miembros de habla francesa de Europa. Sé que Él los ama por su dedicación y sacrificios en nombre del Evangelio restaurado.

“Ahora vemos una Iglesia con muchos miembros de la tercera y cuarta generación. Dos de los presidentes de estaca que estaban allí conmigo, los conocí años atrás, cuando fui presidente de misión. El hermano Matthieu Benassar, quien es ahora el presidente de estaca en Lyon, Francia, era un hombre joven que vivía en Burdeos. Sus padres eran grandes miembros de la Iglesia y Matthieu estaba preparándose para salir a su misión mientras nosotros servíamos nuestra misión allí. Ahora tiene su propia familia, ha completado su formación académica y ahora cumple su función en dirigir a la Iglesia. Serge Gaston, quien es presidente de estaca en París, es el hijo de uno de los primeros conversos en Marsella. Las mujeres no son menos fieles. Ellas están llenas de fe y están levantando otra generación recta en la Iglesia. En Francia aman a las familias, no sólo los miembros de la Iglesia sino también todas las personas francesas aman a sus familias. Nuestro mensaje es que estas familias pueden continuar después de la muerte como una unidad familiar para siempre. ¡Qué mayor bendición podríamos ofrecerles!”.

Más aún, el élder Andersen dijo: “Las señales de Cristo están por toda Francia. Hay cruces y hermosas iglesias. Como ahora las iglesias son propiedad del gobierno, no hay una fe vibrante como la que una vez llenó este hermoso país. Pero el Señor ha enviado Su Evangelio restaurado y los elegidos de la tierra se están agrupando para que la verdad pueda estar siempre disponible para aquellos que la buscan. Amo a los santos franceses”.