El presidente Eyring dedica el Templo de El Salvador

Por Heather Wrigley y Aaron West

  • 22 Agosto 2011
 

El Templo de San Salvador, dedicado el 21 de agosto de 2011, es el cuarto templo de Centroamérica.

Puntos destacados del artículo

  • El presidente Henry B. Eyring dedicó el Templo de San Salvador, El Salvador, el 21 de agosto de 2011.
  • Más de 2000 jóvenes participaron en la celebración cultural de la noche anterior.
  • El templo estará abierto para hacer la obra del templo el 23 de agosto de 2011.

Reunidos alrededor del templo en la tierra de Abundancia, los antiguos nefitas y lamanitas reconocieron que Jesucristo resucitado había venido entre ellos y “exclamaron a una voz, diciendo: ¡Hosanna! ¡Bendito sea el nombre del Más Alto Dios!” (3 Nefi 11:3, 16–17).

El 21 de agosto de 2011, los Santos de los Últimos Días de Centroamérica se reunieron alrededor de un templo en San Salvador, El Salvador. Algunos entraron al mismo templo, mientras que otros presenciaron los eventos vía satélite en centros de estaca en El Salvador, Belice, Nicaragua y Honduras. Al igual que los lamanitas y nefitas de la antigüedad, ellos clamaron “¡Hosanna!” a una voz.

Casi cuatro años después de oír al presidente Gordon B. Hinckley anunciar que se construiría un templo en su tierra, y después de años de fiel preparación, la gente dio la bienvenida al presidente Henry B. Eyring, primer consejero de la Primera Presidencia, quien dedicó el Templo de San Salvador, El Salvador, el cuarto templo de Centroamérica.

Se realizaron tres sesiones dedicatorias, las cuales se emitieron a congregaciones de la Iglesia en el distrito del templo, dando así cabida al gran número de Santos de los Últimos Días que asistieron en el área.

El templo en funcionamiento nº 135 de la Iglesia y el primero en El Salvador, el Templo de San Salvador servirá a los más de 105.000 miembros de la Iglesia en más de 161 congregaciones en todo el país.

En la oración dedicatoria, el presidente Eyring dijo que con la construcción del templo, a los Santos de El Salvador se les había proporcionado “todas las bendiciones del evangelio restaurado de Jesucristo”.

Rogó las bendiciones de Dios sobre el pueblo y los líderes de El Salvador “para que la gente sea bendecida con libertad y oportunidad. Que la paz reine en la tierra”.

Al concluir, oró para que la influencia del templo “se sienta en toda la tierra, como una luz sobre un cerro”.

La dedicación ocurrió un día después de la celebración cultural del sábado en el Gimnasio Nacional José Adolfo Pineda, con 12.500 asientos. Más de 2.000 jóvenes Santos de los Últimos Días participaron por medio de la canción y el baile.

El presidente Eyring disfrutó del evento con otros líderes de la Iglesia, incluido el élder D. Todd Christofferson del Quórum de los Doce Apóstoles.

Con su fachada exterior de granito, el templo es una impresionante representación de arquitectura colonial española, aun con pronunciados arcos y caracolas.

Gran parte de la decoración muestra la flor de izote, la flor nacional de El Salvador. Este diseño floral se destaca en las vidrieras y en el granito exterior, así como en los detalles de la madera interior, que es caoba de Honduras y de países vecinos. Los suelos y la ornamentación interior son de piedra caliza de Israel.

Durante la ceremonia de la piedra angular, el presidente Eyring explicó que la colocación de la piedra angular es un acto simbólico. “Es bueno”, enseñó, “recordar que intentamos, todos nosotros, poner al Salvador como piedra angular de nuestra vida”.

Después de que varios líderes ayudaran en la participación de la ceremonia de la piedra angular, el presidente Eyring invitó a cuatro niños a colocar mortero alrededor de la piedra angular.

Nefi Oliva, de ocho años, dijo: “Sentí el Espíritu Santo cuando se estaba construyendo. Cuando lo veías, se podía sentir el Espíritu Santo”. Pero ahora, dijo, “Lo siento aún más fuerte”.

Junto al templo hay un centro de reuniones y una residencia para albergar a los visitantes, la cual incluye una cafetería y la residencia del presidente del templo.

Joaquín y María Dolores Blanco, miembros de la Iglesia en El Salvador, asistieron a la dedicación. “Me siento muy feliz, porque nunca pensé que habría un templo en mi país”, dijo la hermana Blanco. El hermano y la hermana Blanco se sellaron antes en un templo diferente después de que ella esperara 25 hasta que él se unió a la Iglesia. “Ahora le digo al Señor que ya estoy lista para que Él me lleve”.

Las visitas públicas al templo fueron del 1 al 23 de julio, 2011. Más de 167.000 personas visitaron el edificio.

El templo estará abierto oficialmente para que los miembros hagan ordenanzas el martes 23 de agosto de 2011.

Otros tres templos se encuentran en Centroamérica: en Ciudad de Guatemala, Guatemala; San José, Costa Rica; y Ciudad de Panamá, Panamá. Hay dos templos más bajo construcción: Uno en Quetzaltenango, Guatemala, y otro en Tegucigalpa, Honduras.