Punto de vista: Una fórmula de cómo los padres fortalecen la fe de los hijos

Por De Church News

  • 9 Junio 2014

Muchos padres tal vez deseen proporcionar más para sus hijos en cuanto a las posesiones del mundo, comodidades temporales, habilidades, formación académica o beneficios en profesiones, y otros aspectos de la vida. Tales padres algún día se darán cuenta de lo bueno que fueron como proveedores en las cosas que más importan en un sentido eterno.

Puntos destacados del artículo

  • Un padre promueve la fe y la bondad en sus hijos al:
  • Dar él mismo un buen ejemplo de rectitud personal, perseverar ante las pruebas y tribulaciones, y servir continuamente a Dios y a los demás.
  • Ayudar a los demás a venir a Cristo, especialmente a sus propios hijos, y enseñándoles sobre la vida eterna y el gozo verdadero.

Al considerar el impacto que un padre justo causa en sus hijos, tal vez el mejor ejemplo se refleja en los versículos al comienzo del libro de Enós. Él escribió:

“HE aquí, aconteció que yo, Enós, sabía que mi padre era un varón justo, pues me instruyó en su idioma y también me crió en disciplina y amonestación del Señor —y bendito sea el nombre de mi Dios por ello—

y os diré de la lucha que tuve ante Dios, antes de recibir la remisión de mis pecados” (Enós 1:1-2).

Luego Enós pasa a relatar su experiencia espiritual cuando se encontraba en el bosque, una experiencia en la que escuchó la voz del Señor.

Dijo que antes de esta experiencia, “las palabras que frecuentemente había oído a mi padre hablar, en cuanto a la vida eterna y el gozo de los santos, penetraron mi corazón profundamente” (versículo 3).

El padre de Enós, por supuesto, era el profeta Jacob, hermano de Nefi. Además del registro de Jacob en el Libro de Mormón, tenemos una biografía pequeña de él expresada con estas palabras de una bendición que recibió de su propio padre, el abuelo de Enós, Lehi: “Tú eres mi primer hijo nacido en los días de mi tribulación en el desierto. Y he aquí, tú has padecido aflicciones y mucho pesar en tu infancia a causa de la rudeza de tus hermanos.

“No obstante,… tú conoces la grandeza de Dios; y él consagrará tus aflicciones para tu provecho.

“Por consiguiente, tu alma será bendecida, y vivirás en seguridad con tu hermano Nefi; y tus días se emplearán al servicio de tu Dios. Por tanto, yo sé que tú estás redimido a causa de la justicia de tu Redentor; porque has visto que en la plenitud de los tiempos él vendrá para traer la salvación a los hombres.

Y en tu juventud has visto su gloria; por lo tanto, bienaventurado eres, así como lo serán aquellos a favor de quienes él ejercerá su ministerio en la carne; porque el Espíritu es el mismo, ayer, hoy y para siempre. Y la vía está preparada desde la caída del hombre, y la salvación es gratuita” (2 Nefi 2:1-4).

Si fuéramos a crear una fórmula de la experiencia y los antecedentes de Lehi, Jacob y Enós mediante la cual un padre promueve la fe y la bondad en sus hijos, podemos identificar los siguientes puntos:

• Tal padre da un buen ejemplo de sí mismo de rectitud personal, de perseverancia ante las pruebas y tribulaciones, y de servicio continuo a Dios y a los demás.

• Tal padre ayuda a los demás a venir a Cristo y les enseña sobre la vida eterna y el gozo verdadero, especialmente a sus hijos, a medida que los cría en “disciplina y amonestación del Señor”. Esa frase, “disciplina y amonestación del Señor”, de Enós 1:1 sirve como un vínculo interesante para otro pasaje de las Escrituras, éste del Nuevo Testamento, que sugiere otro elemento de paternidad que promueve la fe y la rectitud de los hijos:

“Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos; sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor” (Efesios 6:4).

Aquí, el apóstol Pablo indica que una parte esencial de criar a los hijos de esa manera es ser bondadosos y misericordiosos en nuestra actitud o, en otras palabras, aplicar los principios de liderazgo del sacerdocio revelados por medio de José Smith:

“Ningún poder o influencia se puede ni se debe mantener en virtud del sacerdocio, sino por persuasión, por longanimidad, benignidad, mansedumbre y por amor sincero;

“por bondad y por conocimiento puro, lo cual ennoblecerá grandemente el alma sin hipocresía y sin malicia;

“reprendiendo en el momento oportuno con severidad, cuando lo induzca el Espíritu Santo; y entonces demostrando mayor amor hacia el que has reprendido, no sea que te considere su enemigo” (D. y C. 121:41-43).

El énfasis de hoy de los siervos ungidos de Dios en apresurar la obra de salvación brinda más significado en la función de los padres en el cuidado de los hijos en la luz y la verdad.

En primer lugar, ellos tienen el privilegio de ayudar a sus hijos a prepararse para servir en una misión y, en algunos casos, a sus hijas también, cuando las hijas desean prestar este servicio.

“Padres, ¿comprenden la función que tienen de ayudar a su hijo a ser misionero antes de que vaya a la misión?”, preguntó el élder David A. Bednar, del Quórum de los Doce Apóstoles, en su discurso durante la sesión del sacerdocio de la Conferencia General de octubre de 2005. “Ustedes y su esposa son muy importantes en el proceso de que él llegue a ser misionero… El meditar con espíritu de oración en el principio de lo que deben llegar a ser brindará la inspiración que se ajuste a las necesidades específicas de su hijo o de los jóvenes a quienes sirvan”.

Por supuesto, apresurar la obra también incluye el servicio a los que han pasado más allá del velo, incluye a los familiares fallecidos. Los padres son esenciales para inculcar a sus hijos el amor, la gratitud y el honor en sus progenitores con el espíritu de profecía de Elías el Profeta, de que el corazón de los hijos se volverá hacia sus padres (véase Malaquías 4:6 y José Smith – Historia 1:38-39).

Dado que la mayoría de los hijos de nuestro Padre Celestial que acepten el Evangelio restaurado de Jesucristo lo harán después que han salido de la esfera mortal, la obra de historia familiar y las ordenanzas del templo son tan importantes como ministrar a los habitantes vivos de la tierra. Los padres que deseen criar a sus hijos en rectitud los ayudarán a entender eso.

Probablemente la mayoría de los padres, en momentos de anhelos, deseen proporcionar más para sus hijos en cuanto a las posesiones del mundo, comodidades temporales, habilidades, formación académica o beneficios en profesiones, y otros aspectos de la vida. Tales padres que se esfuerzan concienzudamente, en algún momento futuro, se darán cuenta de lo buenos que fueron como proveedores en las cosas que más importan en un sentido eterno.