1990–1999
Las Decisiones Correctas
Octubre 1994


Las Decisiones Correctas

“Manténte moralmente limpio; si haces tu parte con todas tus fuerzas, el Señor hará que eso sea posible.”

A que presentes se encuentran muchos jóvenes que poseen el Sacerdocio de Dios (véase Discourses of Wilford Woodruff, sel. G. Homer Durham, Salt Lake City: Bookcraft, 1946, pág. 64). Algunos están preparándose entusiasmados para ir a una misión cuando sean mayores; otros planean ir pronto; y otros ya la han cumplido y están buscando una compañera eterna. Me preocupa mucho la idea de que algunos de ustedes no lleguen a alcanzar esas metas tan dignas debido a las decisiones que estén tomando ahora.

Aprecio el hecho de que esta sea una reunión privada del sacerdocio, porque he recibido la impresión de hablar de asuntos delicados pero muy importantes; y, aunque lo que diré se aplica a todos los presentes, deseo hablarles en particular a los jóvenes. Lo haré como si estuviera con uno de ustedes en una entrevista privada donde nadie pudiera oírnos. Mi objeto es ayudarles a entender cómo tomar las decisiones correctas, lo que, a su vez, les hará sentir mayor estima por sí mismos. Así, tendrán la confianza de hacer lo correcto y superar las presiones fuertes y negativas de las amistades y las malas influencias.

Cuando yo era un muchacho, me parecía que no estaba bien hablar de ciertas cosas, como oía a mis compañeros de escuela hacerlo, de las partes privadas del cuerpo; pero, no estaba muy seguro de hasta que punto era malo, ni por que. Quizás tu tengas pensamientos similares. Puesto que esta noche no puedes hacerme las preguntas directamente, utilizaré algunas de las que me han hecho confidencialmente los jóvenes de todo el mundo con los que he hablado, y las responderé de acuerdo con lo que he aprendido de las Escrituras y de los profetas. Entonces, tendrás normas claras para tomar tus decisiones. Ruego que, mientras hablemos, el Espíritu Santo te haga sentir la verdad de lo que vas a oír. Sé que al escuchar y pensar en la forma en que nuestra entrevista se aplica a ti, sentirás impresiones sobre lo que tu mismo debes hacer para aplicar estos consejos a tu vida.

Pregunta: )Nos puede dar sugerencias sobre la forma de resistir la presión de las amistades? )Por que hay personas que, después de hacer algo malo, cuentan a todo el mundo lo mucho que se divierten haciéndolo? Y como yo no tomo parte, me hacen sentir que soy bobo porque no hago lo mismo que ellos.

Respuesta: No es posible complacer a Dios sin enojar a Satanás, por eso los que ceden a su tentación de hacer lo malo ejercerán presión sobre ti. Esas personas quieren que te unas a ellas porque se sienten mejor con lo que hacen cuando otros también lo hacen. Además, posiblemente quieran aprovecharse de ti. El deseo de que los amigos lo acepten a uno, de formar parte de un grupo, es natural; hay quienes incluso se afilian con pandillas por esa necesidad de aceptación que sienten, pero pierden su libertad cuando lo hacen y algunos hasta pierden la vida. Una de las cosas que te será más difícil es reconocer lo fuerte que ya eres y el hecho de que otros te respetan por ello, aunque no te lo digan. Nosotros tenemos gran confianza en ti. No tienes por que comprometer tus normas para ser aceptado por los buenos amigos. Cuanto más obediente seas, cuanto más defiendas los principios correctos, tanto mas te ayudará éla resistir la tentación (véase 1 Corintios 10:13). También estarás en condiciones de ayudar a otros porque ellos percibirán tu fortaleza. Hazles conocer tus normas viviendo constantemente de acuerdo con ellas; contesta las preguntas que te hagan sobre tus principios, pero evita sermonear. Por experiencia propia, sé que eso da resultado.

Nadie tiene el propósito de cometer errores graves; estos ocurren cuando comprometes tus normas para que los demás te acepten mejor. Sé tú el fuerte. Sé el líder. Elige buenos amigos y resistan juntos la presión de los otros.

Pregunta: ¿Cómo podemos evitar los malos pensamientos y que debemos hacer cuando estos surjan?

Respuesta: Algunos malos pensamientos aparecen solos; otros surgen porque los provocamos con lo que miramos o lo que escuchamos (véase H. Burke Peterson, Liahona, enero de 1994, págs. 4951). El hablar del cuerpo de una mujer o mirar fotografías femeninas indecentes puede estimular emociones muy fuertes; te tentara también a mirar cintas de video o películas impropias. Aunque estas cosas te rodean, tu no debes participar en ellas. Esfuérzate por mantener limpios tus pensamientos pensando en algo bueno (véase Teachings of Ezra Taft Benson, Salt Lake City: Bookcraft,1988, págs. 278, 445 –446). La mente sólo puede pensar en una cosa a la vez; puedes valerte de ese principio para eliminar los malos pensamientos (véase Boyd K. Packer, Ensign, enero de 1914, pág. 27). Sobre todo, no fomentes esos pensamientos leyendo o mirando cosas que sean malas. Si no controlas tus pensamientos, Satanás seguirá tentándote hasta que los lleves a la práctica (véase Thomas S. Monson, Liahona, enero de 1991, págs. 5155; véase también Robert L. Simpson, Ensign, enero de 1973, pág. 112).

Pregunta: )Por que es tan importante la ley de la castidad? )Por que esta mal tener relaciones sexuales antes del matrimonio?

Respuesta: La familia es fundamental para el gran plan de felicidad y el núcleo de las enseñanzas del Salvador. Cuando un hombre y una mujer hacen los sagrados votos del matrimonio y quedan legalmente ligados como marido y mujer, como padre y madre, dan principio a una nueva familia. El comienzo perfecto se logra mediante el sellamiento en el templo. Al casarse, la pareja compromete lo mejor de sí mismos a ser absolutamente leales el uno al otro y a traer hijos a los cuales enseñarán y nutrirán espiritualmente. El padre asume la función de proveedor y protector; la madre, la de ser el corazón del hogar con su influencia y su enseñanza tierna y cariñosa. Juntos, los dos luchan por poner en practica e inculcar en sus hijos principios como el de la oración, la obediencia, el amor, la abnegación y la sed de conocimiento.

En el convenio sempiterno del matrimonio, élpermite entre los esposos la expresión de los sagrados poderes procreadores, en todo su encanto y hermosura, dentro de los límites que El ha establecido (véase Spencer W. Kimball, Ensign, mayo de 1974, pág. 7). Uno de los propósitos de esta experiencia íntima, privada y sagrada es proveer los cuerpos para los espíritus a los cuales nuestro Padre Celestial desea dar la experiencia de la vida terrenal. Otra razón de que existan esos hermosos y potentes sentimientos de amor es unir a marido y mujer en la fidelidad, la lealtad, la consideración mutua y un propósito común.

Sin embargo, el Señor prohíbe esos actos íntimos fuera del compromiso sempiterno del matrimonio porque minan Sus propósitos (véase Boyd K. Packer, Ensign, julio de 1972, págs. 111113). En el sagrado convenio matrimonial, esas relaciones están de acuerdo con Su plan; pero cuando tienen lugar en cualquier otra situación, son en contra de Su voluntad, y causan graves daños emocionales y espirituales. Aunque los que lo hacen no se dan cuenta de eso ahora, lo sentirán mas adelante. La inmoralidad sexual crea una barrera que aleja la influencia del Espíritu Santo con toda su capacidad de elevar, iluminar y fortalecer. Además, produce un poderoso estimulo físico y emocional; con el tiempo, esto crea un apetito insaciable que arrastra al transgresor a pecados más serios; engendra el egoísmo y puede provocar acciones agresivas como la brutalidad, el aborto, el abuso sexual y otros crímenes violentos. Ese estimulo también puede llevar a actos de homosexualidad, los cuales son aborrecibles y completamente errados (véase Spencer W. Kimball, Liahona, febrero de 1981, págs. 186–195).

La transgresión sexual deshonraría el sacerdocio que ahora posees, agotaría tu fortaleza espiritual, minaría tu fe en Jesucristo y frustraría tu capacidad de servirle. La obediencia constante y bien dispuesta aumenta tu confianza y capacidad; te edifica el carácter, lo cual te permite enfrentar las dificultades y vencerlas; y te hace merecedor de recibir inspiración y fuerza del Señor (véase D. y C. 43:9, 15–16).

Pregunta: Siempre nos dicen que no debemos envolvernos en relaciones sexuales, pero no nos dicen cuales son los limites. ¿Cuales son?

Respuesta: Toda intimidad sexual fuera de los lazos sagrados del matrimonio, o sea, todo contacto intencional con las partes sagradas y privadas del cuerpo de otra persona, ya sea vestido o sin ropa, es un pecado y esta prohibido por Dios; también es una transgresión estimular esas emociones en tu propio cuerpo (véase Spencer W. Kimball, Ensign, nov. de 1974, pág. 8; nov. de 1977, pág. 6; nov. de 1980, pág. 97). Satanás trata de persuadir a las personas a creer que hay ciertos grados de contacto físico que están permitidos entre las personas que lo consienten y que buscan el fuerte estímulo de emociones que esto produce, y que si se mantiene dentro de ciertos limites, no hará ningún daño. Como testigo de Jesucristo, testifico que eso es totalmente falso. En particular, Satanás busca tentar a los que han llevado una vida pura y limpia a experimentar con revistas, cintas de video y películas que presentan vividas imágenes de cuerpos femeninos. Lo que él quiere es estimular los apetitos que provocan a la experimentación, la cual lleva rápidamente a las intimidades y la deshonra. Así se forman fuertes hábitos que son muy difíciles de abandonar y que dan como resultado heridas mentales y emocionales.

Cuando tengas la madurez suficiente para empezar a pensar seriamente en el matrimonio, limita la demostración de tus sentimientos a las expresiones de amor con las que te sientas a gusto en presencia de tus padres (véase Teachings of Ezra Taft Benson, págs. 283–284). Para ayudarte a obedecer esos mandamientos sagrados, haz un convenio con el Señor de que los guardaras; decide de antemano lo que harás y lo que no harás, y cuando surja la tentación, no cambies tus normas; no las abandones sólo porque las circunstancias parezcan justificar una excepción. Ese es el modo que tiene Satanás de herirte, haciéndote pensar que a veces la ley de Dios no se aplica. No hay excepciones.

Pregunta: Antes de casarse, si se esta con la novia, )qué se considera demasiado?

Respuesta: Antes del matrimonio, no puede haber ningún contacto sexual, ya con una amiga, novia, o lo que sea. Ninguno, punto (véase The Teachings of Spencer W Kimball, editado por Edward L. Kimball, Salt Lake City: Bookcraft, 1982, págs 65, 176–177). Aunque ese es un mandamiento, es también una norma para tu felicidad. Por eso, la Iglesia aconseja a los jóvenes a que salgan en grupos y no solos en pareja. Cuando llegues a la edad y la madurez de pensar seriamente en casarte, recuerda que el amor verdadero es el que eleva, protege, respeta y ennoblece al ser amado. Te motiva a hacer sacrificios por la joven a quien ames. Satanás quiere promover un amor falso que en realidad es sólo lujuria; ese esta alimentado por el deseo de satisfacer los apetitos personales. Protege a la que ames controlando tus emociones y manteniéndolas dentro de los limites establecidos por el Señor. Tu sabes cómo mantenerte limpio. Confiamos en que lo harás.

Pregunta: )Cómo se arrepiente uno después de haber cometido un pecado sexual? )Que pecados deben confesarse al obispo?

Respuesta: Todas las transgresiones sexuales de que hemos hablado exigen un arrepentimiento sincero para el que se necesita la ayuda del obispo. Si has cometido cualquiera de ellas, arrepiéntete ahora. Ya es bastante malo violar estos mandamientos del Señor; pero es peor aun no hacer nada por arrepentirte. El pecado es como un cáncer en el cuerpo: jamas se curara sin tratamiento; y empeorara, a menos que se cure por medio del arrepentimiento. Tus padres pueden ayudar para fortalecerte; y luego serás otra vez limpio y puro si te arrepientes con la guía del obispo. Aunque te parezca que esta muy ocupado, dile que tienes problemas serios y que necesitas su ayuda. El te escuchara.

Un joven que se encontraba en serios problemas dijo esto: “He hecho cosas que sabia que estaban mal; toda mi vida me han enseñado que estaban mal. Se que el arrepentimiento es un gran don; sin el, no sabría que hacer; pero no estoy todavía preparado para arrepentirme de mis pecados; sin embargo, se que cuando lo este, me arrepentiré”. (Cuan trágicas son esas palabras! La idea de cometer intencionalmente pecados serios ahora para arrepentirse mas tarde es sumamente peligrosa y errada. Nunca pienses así (Teachings of Ezra Taft Benson, págs. 7072). Muchos hay que entran en el camino de la transgresión intencional y jamas regresan. El pecado premeditado tiene castigos mayores y es mucho mas difícil de vencer. Si has pecado, arrepientete ahora, mientras puedes.

Ruego que, mientras hablábamos, hayas llegado a pensar que puedes mejorar (véase D. y C. 64:33–34). Posees el Sacerdocio de Dios, que es una sagrada responsabilidad (véase D. y C. 84:35–39) y también un privilegio singular (véase The Teachings of Spencer W Kimball, pág. 494). Si estudias las Escrituras, en especial el Libro de Mormón, y escuchas a tus padres, a tus lideres y a este Profeta a quien hemos sostenido hoy, veras que se fortalece tu determinación de vivir con rectitud. Ten fe en el Salvador. El te ayudara (véase Moroni 10:32). Recuerda que El dijo:

“Yo, el Señor, estoy obligado cuando hacéis lo que os digo; mas cuando no hacéis lo que os digo, ninguna promesa tenéis” (D. y C. 82: 10) .

Manténte moralmente limpio; si haces tu parte con todas tus fuerzas, el Señor hará que eso sea posible (véase 3 Nefi 18:20). El vive y te ama y, al esforzarte por obedecer, te ayudara. En el nombre de Jesucristo. Amén.