1990–1999
Seamos fieles y leales
Abril 1997


Seamos fieles y leales

“El Señor esta al tanto de Su reino y está inspirando a los líderes del mismo para hacerse cargo del creciente aumento en el numero de miembros.”

Mis amados hermanos y hermanas: permítanme hacer algunos comentarios preliminares. Les damos la bienvenida dondequiera que se encuentren en el mundo; los saludamos con mucho amor. Esta es una conferencia tanto general como mundial. Han transcurrido ciento sesenta y siete años desde que se organizó la Iglesia; desde aquel día hasta hoy, ha ido creciendo firme y constantemente hasta que para finales de 1996, el número de miembros ascendió a casi 9.700.000. Nos hemos convertido en un grupo numeroso de personas; para finales de este año, habremos llegado a los diez millones.

En estas palabras de apertura, quisiera mencionar brevemente tres o cuatro asuntos que espero sean de interés para cada uno de ustedes.

Para aquellos que se encuentren en regiones remotas, quiero decirles que nos. dirigimos a ustedes desde el histórico Tabernáculo de la Manzana del Templo, en Salt Lake City. Confiamos en que para el 24 de julio se de la palada inicial para la construcción de un nuevo recinto de reuniones al que aun no se le ha dado nombre, y al que podrán asistir, por lo menos durante muchos años, todos aquellos que deseen estar presentes en la conferencia general. Se levantara en la cuadra directamente al norte de la Manzana del Templo y tendrá un cupo cuatro veces mayor que el del Tabernáculo.

Se utilizara para la conferencia general así como para otros fines que sean compatibles con los propósitos para los cuales se va a edificar. El tamaño del foro será tal que en el se podrán presentar grandes espectáculos. Tal vez al principio no se llene en su totalidad, pero lo estamos edificando con miras al futuro.

Este extraordinario Tabernáculo nos ha servido bien y continuara haciéndolo. Las transmisiones del Coro del Tabernáculo se continuaran originando desde este lugar, y también se llevaran a cabo en el muchas reuniones. Este edificio reúne cualidades extraordinarias que difieren de otros edificios; es singular y maravilloso. Sin embargo, hoy día se llevan a cabo conferencias regionales en las que, aunque solo participen en ellas seis o siete estacas, cuentan con muchas mas personas de las que se pueden acomodar en el Tabernáculo.

Ahora bien, al hablar de los proyectos de construcción, quisiéramos recordarles que seguimos adelante con la edificación de templos nuevos. Del 19 al 5 de junio, se dedicará el Templo de St. Louis Misuri; este otoño se dedicara el templo en Vernal, Utah.

De acuerdo con lo proyectado, la obra de construcción sigue adelante en Preston, Inglaterra; Bogotá, Colombia; Guayaquil, Ecuador; Cochabamba, Bolivia; Santo Domingo, República Dominicana; Recife, Brasil; y Madrid, España. El proceso para obtener autorización para construir continua en Boston, Massachusetts. Aunque hubo una demora, proceden los planes para la construcción de un templo en Nashville, Tennessee. La obra preliminar se esta llevando a cabo en Billings, Montana, y White Plains, Nueva York, así como en Monterrey, México, mientras que en Venezuela se continua la búsqueda de un sitio propicio para la construcción. Hoy nos complace anunciar que en Albuquerque, Nuevo México, se adquirió el terreno para la construcción de un templo, al igual que en Campinas, Brasil, en donde es tan necesario . Se están considerando además otros sitios. Tengo la esperanza de que, a fin de que los miembros de la Iglesia puedan viajar a una de esas sagradas casas, se construyan templos a una distancia razonable de sus hogares.

Aunque dedico gran parte de mi tiempo al asunto de la construcción de templos, aun así es algo que me llena de asombro. Tratamos de edificar esas casas del Señor de manera tal y en sitios tan particulares del mundo que resistan y se utilicen a través del Milenio.

El próximo asunto: en esta conferencia se relevara a la presidencia general de la Sociedad de Socorro. Estas mujeres han llevado a cabo una obra grandiosa y significativa; han prestado servicio mas de ocho años, brindando desinteresadamente su tiempo y sus singulares talentos; han guiado en forma extraordinaria a las mujeres de la Iglesia y al mismo tiempo han trabajado con otras mesas directivas y comites, de los cuales también forman parte. Les estamos profundamente agradecidos. La acción formal en cuanto a este asunto se efectuara cuando el presidente Monson presente a las Autoridades Generales y a los oficiales generales de la Iglesia inmediatamente después de que yo concluya mis palabras.

Trataré ahora el asunto de los Setenta. Como sabrán, tenemos dos Quórumes de Setenta, quienes prestan servicio como Autoridades Generales con jurisdicción a través de toda la Iglesia. El Primer Quórum lo componen aquellos que prestan servicio hasta que cumplen 70 años de edad. Esta mañana sostendremos a cuatro hermanos como miembros de este Quórum. Además, llamaremos como miembros del Segundo Quórum de los Setenta a un grupo de hombres de gran conocimiento y madurez, con larga experiencia en la Iglesia, que gozan de libertad para ir dondequiera lo dicten las circunstancias. Estos hermanos prestaran servicio por períodos de tres a cinco años; en todo sentido, serán Autoridades Generales.

Contamos, además, con un conjunto de hermanos que prestan servicio como Autoridades de Area. Han sido llamados dondequiera que la Iglesia se encuentre organizada; son hombres fieles y dedicados; hombres que aman a la Iglesia y que han prestado servicio en muchos puestos. Al viajar, tanto en los Estados Unidos como en el extranjero, hemos trabajado con muchos de ellos y nos hemos sentido profundamente impresionados por su extraordinaria capacidad.

El Señor dispuso que a un nivel general hubiera una Primera Presidencia, un Quórum de los Doce Apóstoles, Quórumes de los Setenta y el Obispado Presidente. A un nivel local, las revelaciones hablan de presidentes de estaca y obispos. Por un tiempo, entre el nivel de Autoridades Generales y locales, hemos tenido a los Representantes Regionales, y ahora mas recientemente estas Autoridades de Area. Hemos decidido presentar a la conferencia los nombres de estas Autoridades de Area para ser ordenados Setentas; es así que tendrán una relación con un quórum presidido por los Presidentes de los Setenta. Se les conocerá como Setentas Autoridades de Area, quienes prestaran servicio voluntario durante varios años en la región en donde residan. Son llamados por la Primera Presidencia y trabajaran bajo la dirección general del Quórum de los Doce, de los Presidentes de los Setenta y de las Presidencias de Area de la región del mundo donde residan.

Continuaran en su empleo actual, residirán en su propio hogar y prestaran servicio voluntario a la Iglesia. Aquellos que residan en Europa, Africa, Asia, Australia y el Pacifico formaran parte del Tercer Quórum de los Setenta; los que vivan en México, América Central y América del Sur formaran parte del Cuarto Quórum; los que residan en los Estados Unidos y Canadá formaran parte del Quinto Quórum.

Tal vez se les asigne (a) presidir en conferencias de estaca y capacitar a las presidencias de estaca; (b) crear o reorganizar estacas y apartar a las presidencias de estaca; (c) servir como consejeros en las Presidencias de Area; (d) encabezar los comités de planeamiento para las conferencias regionales; (e) prestar servicio en consejos de área presididos por la Presidencia de Area; (f) efectuar giras por las misiones y capacitar a los presidentes de misión; y (g) llevar a cabo otros deberes, según les sean asignados.

De conformidad con su ordenación como Setentas, se convierten en oficiales de la Iglesia con un vínculo especifico y definido con un quórum. Aunque solo tendrán oportunidades limitadas para reunirse juntos en reuniones de quórum, los Presidentes de los Setenta se comunicaran con ellos, les proporcionaran instrucciones, recibirán sus informes y harán otras cosas por el estilo. Ahora disfrutarán del sentimiento de que pertenecen a un grupo, cosa que hasta ahora no habían experimentado. Como Setentas, son llamados a predicar el Evangelio y a ser testigos especiales del Señor Jesucristo, en conformidad a lo que esta asentado en las revelaciones. Aunque todos los Setentas tienen la misma autoridad, de acuerdo con las Escrituras, los miembros del Primer y Segundo Quórumes son designados como Autoridades Generales, mientras que los miembros del Tercer, Cuarto y Quinto son designados como Autoridades de Area

No obstante que la ordenación al oficio de Setenta no tiene limite de tiempo, a un Setenta se le llama a prestar servicio en un quórum por un período determinado de años. A la conclusión de ese servicio, volverá a participar en su barrio y estaca respectivos y se reunirá con el grupo de sumos sacerdotes.

Extendemos una cálida bienvenida a estos hermanos al integrarse ellos en un quórum y participar en el. Ellos cuentan con nuestra confianza, nuestro amor y nuestra estimación.

Al fijar en su lugar a estos respectivos quórumes, hemos establecido un modelo bajo cl cual la Iglesia puede tener un numero ilimitado de miembros, con una organización de Presidencias de Area y Setentas Autoridades de Area que han sido escogidos y quienes trabajan por todo el mundo, según sea necesario.

El Señor esta al tanto de Su reino y esta inspirando a los lideres del mismo para hacerse cargo del creciente aumento en el numero de miembros. Inmediatamente después de que yo termine estas palabras, el presidente Monson presentara a las Autoridades Generales, a las Autoridades de Area y a los oficiales generales de la Iglesia para el voto de sostenimiento. No es preciso recordarles que este es un asunto muy sagrado e importante.

Vivimos en una maravillosa época de la obra del Señor; la obra se hace cada vez mas fuerte; se esta extendiendo por todo el mundo. Cada uno de nosotros juega un papel importante en esta gran empresa. Las personas de mas de 160 naciones, quienes hablan una multitud de idiomas, adoran a nuestro Padre Celestial y a nuestro Redentor, Su amado Hijo Esta es Su gran obra; es Su causa y Su reino.

Para concluir, quisiera repetir las palabras de Jacob: “Mas he aquí que yo, Jacob, quisiera dirigirme a vosotros, los que sois puros de corazón. Confiad en Dios con mentes firmes, y orad a el con suma fe y el os consolara en vuestras aflicciones, y abogara por vuestra causa, y hará que la justicia descienda sobre los que buscan vuestra destrucción”(Jacob 3:1).

Ruego que seamos fieles y leales, que hagamos nuestro deber para llevar adelante la obra eterna del Señor, y que siempre que tengamos la oportunidad de influir en el diario vivir de los hijos de nuestro Padre, que seamos una bendición en la vida de ellos, es mi humilde oración, en cl nombre de Jesucristo. Amén.