2000–2009
Comentarios finales
Abril 2007


Comentarios finales

Lo que cada uno de los oradores ha dicho representa el intento que ellos tuvieron de impartir con espíritu de oración un conocimiento que inspire.

Mis amados hermanos y hermanas, hemos disfrutado de una conferencia maravillosa. Hemos rededicado el Tabernáculo de Salt Lake que se ha vuelto a usar tras una extensa renovación. Este Centro de Conferencias ha estado lleno al máximo de su capacidad en cada sesión; nuestras palabras han recorrido el mundo para llegar a miembros de la Iglesia esparcidos por todas partes.

Ahora regresaremos a nuestros hogares. Instamos a quienes vayan a conducir a hacerlo con cuidado. No dejen que ningún accidente destruya el espíritu de esta maravillosa ocasión.

Esperamos que utilicen el ejemplar de mayo de las revistas de la Iglesia como texto para sus noches de hogar, a fin de repasar lo que se ha hablado en esta conferencia. Lo que cada uno de los oradores ha dicho representa el intento que ellos tuvieron de impartir con espíritu de oración un conocimiento que inspire y motive a todos los que hayan escuchado a elevarse un poco más y a ser un poco mejores.

Ruego que haya paz y armonía en sus hogares. Esposos, amen y valoren mucho a sus esposas; ellas son su posesión más preciada. Esposas, alienten a sus esposos y oren por ellos; ellos necesitan toda la ayuda posible. Padres, traten a sus hijos con mucha bondad; ellos son la generación venidera que dará honor a su nombre.

Ahora, al separarnos por una temporada, que Dios les bendiga, mis amados compañeros. Ruego esto, al decirles adiós, en el nombre de Jesucristo. Amén.