Mateo 28; Marcos 16; Lucas 24; Juan 20–21

Relate la historia de la resurrección de Jesús con sus propias palabras. Pida a los niños que le repitan la historia a usted tomando turnos. Podría consultar el “Capítulo 54: Jesús resucita”, Relatos del Nuevo Testamento, págs. 139–144, o el video correspondiente (LDS.org). Explique que cuando Jesús murió, Su espíritu dejó Su cuerpo. Cuando Él resucitó, Su espíritu y Su cuerpo volvieron a unirse.

Invite a varios miembros del barrio a representar a los soldados, los ángeles, María Magdalena, Pedro, Juan, los discípulos y Tomás, y a expresar lo que estos presenciaron después de la resurrección de Jesús.

Muestre el video “¿Qué sucede después de que morimos?” (LDS.org), y hable sobre alguien que usted conozca que haya fallecido. Comparta su testimonio de que todos resucitaremos algún día. Invite a los niños a compartir su testimonio.

Considere cantar con los niños “¿Vivió Jesús una vez más?” y “Cuando venga Jesús”, Canciones para los niños, págs. 45, 46–47. Pida a los niños que imaginen lo que se sentirá ver a Jesús resucitado. Permita que compartan sus pensamientos con la clase.

Muestre la imagen Cristo se dirige a Tomás (LDS.org) mientras relata la experiencia de Tomás que se encuentra en Juan 20:24–29. Repita el relato más adelante en la lección, pero esta vez pida a los niños que digan algunos de los detalles.

Muestre una caja que contenga un objeto que los niños no puedan ver y descríbaselo a los niños. Pregúnteles si creen que el objeto realmente está en la caja y por qué; luego muéstreles el objeto y explique que la fe es creer en algo que no podemos ver. La fe más importante que podemos tener es la fe en Jesucristo.

Lea Juan 21:15–17 o muestre el video “Apacienta mis ovejas” (LDS.org). Jesús no deseaba que Pedro dedicara todo su tiempo a pescar. En su lugar, Él deseaba que Pedro compartiera el Evangelio e invitara a todos a venir a Él. Entregue a cada niño una oveja de papel y pídales que escriban en ella algo que puedan hacer para ayudar a alimentar a las ovejas de Jesús.

Con anticipación, pida a varios niños que compartan lo que están haciendo para amar y prestar servicio a los demás, o formas en que los demás les hayan prestado servicio a ellos.

Anote el nombre de cada niño de su clase en pedazos de papel recortados en forma de oveja y disperse las ovejas por el salón. (Incluya los nombres de los niños que no asistan con regularidad). Para congregar las ovejas, invite a los niños a encontrar la que tenga su nombre. ¿Qué podemos hacer para prestar servicio a alguna oveja perdida que conozcamos?

Invite a los niños a cerrar los ojos y a imaginar que están sentados junto al sepulcro de Jesús mientras lee Juan 20:1–17 o haga un resumen del relato de Su resurrección (véase también “Capítulo 54: Jesús resucita”, Relatos del Nuevo Testamento, págs. 139–144, o el video correspondiente en LDS.org). ¿Cómo hubiera sido ver al Salvador resucitado?

Pida a cada niño que estudie la experiencia de alguien que haya visto al Salvador resucitado y que comparta con el resto de la clase lo que haya aprendido.

Vea uno o más de estos videos con los niños: “Jesús es puesto en un sepulcro”, “Jesús resucita”, “Cristo se aparece en el camino a Emaús” y “El Señor resucitado se aparece a los Apóstoles” (LDS.org).

Invite a algunos niños a tomar turnos para leer versículos de Juan 20:24–29, (véase también el video “Bienaventurados los que no vieron y creyeron”, LDS.org).

Anote cada palabra de la frase “Bienaventurados los que no vieron y creyeron” en diferentes pedazos de papel e invite a los niños a poner las palabras en orden. Invítelos a que hablen de experiencias en las que hayan sentido el amor del Salvador aunque no lo hayan visto.

Invite a los niños a hacer dibujos de lo que puedan hacer para fortalecer su fe. Mientras dibujen, comparta lo que usted haya hecho para fortalecer su fe en Jesucristo.

Antes de leer juntos Juan 21:1–17, pregunte a los niños si alguna vez han ido a pescar. ¿Cómo fue su experiencia? Pregunte si alguno de ellos en alguna ocasión pescó una “gran cantidad de peces” (Juan 21:6).

Lea Juan 21:15–17, pero reemplace el nombre de Simón con los nombres de los niños. ¿Quiénes son las ovejas de Jesús? ¿Cómo podemos apacentar Sus ovejas?

Comparta un pequeño refrigerio para comer con los niños. Mientras coman, explíqueles que apacentar significa alimentar y pregúnteles en qué forma el compartir el Evangelio con alguien es como alimentarlos o apacentarlos.