2002
Amberley y Jenneke Kurtz, de Wellington, Nueva Zelanda
junio de 2002


De Amigo a Amigo

Amberley y Jenneke Kurtz, de Wellington, Nueva Zelanda

¿Sabes qué quieren decir las palabras oma y opa ? Amberley y Jenneke Kurtz sí lo saben. Oma y opa son “abuela” y “abuelo” en neerlandés. Jenneke, de 8 años, y Amberley, de 10, saben más que eso sobre su historia familiar, como por ejemplo quiénes fueron sus antepasados holandeses.

Pertenecen al Barrio Tawa, Estaca Wellington, Nueva Zelanda, donde viven con sus padres, Julie y Dick. Tienen un hermano mayor, Ben, de 15 años, y una hermana mayor, Desiree, de 13. El juego favorito de los Kurtz es el Bingo de la historia familiar, del que probablemente no hayas oído jamás, pues lo han inventado ellos. Ese juego les ayuda a recordar los nombres de sus antepasados, saber algo acerca de ellos y el parentesco que les une a todos.

A Jenneke le encanta el Bingo de la historia familiar y ama también a su oma. Se puso muy contenta cuando su abuela fue desde Hamilton, Nueva Zelanda, para tocar el piano en su bautismo. Como ella no vive cerca, no tienen muchas oportunidades de verse a menudo.

Para su bautismo le regalaron un juego de Escrituras, y comenzó a leerlas por las mañanas con su familia, y también por cuenta propia. A Amberley también le encanta leer. “Podría estar leyendo libros todo el día”, dice su padre. ¡En realidad, podría leer un libro diario durante 150 días! Pues hasta el momento, ésa es la cantidad de libros que tiene en su colección.

A Amberley también le gusta cocinar. Su madre dice que podría haber nacido en Italia en vez de en Nueva Zelanda por lo mucho que le gusta cocinar pasta.

A ambas niñas les gusta hacer cosas con la familia, como por ejemplo dar paseos, irse de vacaciones y pescar.

Pero también hay cosas que les gusta hacer solas. A Jenneke le apasiona cuidar de las plantas. Cultiva girasoles en el jardín y le gusta trabajar fuera. ¡El año pasado algunos girasoles crecieron aún más altos que ella!

Aparte de la jardinería, a Jenneke también le gusta dedicar tiempo a los animales, en especial a su gato naranja. Con la ayuda de Desiree, Jenneke lleva un negocio de alimentación de gatos. Visita a muchos gatos del vecindario para darles de comer por encargo de sus dueños.

A Amberley también le gustan los animales, en especial los conejos. Cuando sea mayor quiere ser veterinaria. Tiene dos conejos a los que cuida en dos jaulas grandes detrás de su casa. El primero lo obtuvo hace casi dos años. Los cuida muy bien, les da de comer y los limpia con frecuencia. “Amberley es muy amable”, dice Ben, y no sólo con los animales. Desiree dice que Amberley es generosa con todos.

A Amberley le gusta jugar al críquet con Ben y a una especie de básquetbol femenino llamado “netball”. Es una buena jugadora de netball y ha sido jugadora del mes de su escuela en tres ocasiones. Cuando empezó a jugar, tenía problemas para atrapar la pelota, pero siguió esforzándose y atendiendo a sus entrenadores, y ha mejorado mucho.

Tanto Jenneke como Amberley tocan instrumentos musicales. Amberley está en su quinto año de piano y Jenneke está aprendiendo a tocar la flauta dulce; a veces tocan a dúo.

Jenneke y Amberley tienen mucho en común, aunque también son diferentes en otros aspectos. Amberley es más tranquila y le gustan los deportes; Jenneke es más sociable y le gusta la jardinería. Pero aunque son diferentes —tan diferentes como un piano y una flauta dulce— juegan juntas en armonía. Ambas esperan que, algún día, sus descendientes sepan de ellas y de cuánto amaban a su familia y al Evangelio. Quizás sus descendientes lo aprendan en un juego llamado el Bingo de la historia familiar.