2002
Los juegos paralímpicos dan el toque final a los Juegos de Invierno de Salt Lake.
Julio de 2002


Los juegos paralímpicos dan el toque final a los Juegos de Invierno de Salt Lake.

El espíritu de la competencia atlética continuó en Salt Lake City al ser la sede de los Juegos Paralímpicos de Invierno 2002, que se llevaron a cabo del 8 al 16 de marzo. Más de 4.000 voluntarios y miles de espectadores elogiaron los esfuerzos de los atletas discapacitados de todo el mundo a medida que compitieron en esquí de descenso, hockey sobre hielo y esquí a campo traviesa.

El traspaso de la llama

El 7 de marzo, la Primera Presidencia y los miembros del Quórum de los Doce Apóstoles se encontraban enfrente del Edificio de Administración de la Iglesia para traspasar la llama paralímpica. La Primera Presidencia, que se encontraba en los escalones del edificio, recibió la llama de manos de Carrie Snoddy, de Park City, Utah, quien la entregó al presidente James E. Faust, Segundo Consejero de la Primera Presidencia, quien, a su vez, la entregó al presidente Thomas S. Monson, Primer Consejero de la Primera Presidencia, quien luego la entregó al presidente Gordon B. Hinckley.

El presidente Hinckley levantó la llama para que la vieran los espectadores. “¡Bienvenidos, bienvenidos a los juegos paralímpicos, a estos grandes atletas que se han distinguido!”, dijo. “¡Adelante! ¡A ganar la carrera! ¡Ganen el premio! ¡Sean felices, sean felices. Estamos con ustedes; les deseamos buena suerte; queremos que triunfen, y esperamos que ésta sea una ocasión grandiosa, maravillosa y estupenda para todo aquel que participe en ella. Salgan todos vencedores. Bravo!”

El presidente Hinckley entregó la antorcha a Margaret Stocks, del Barrio Dos de Brigham City, Estaca Box Élder, Brigham City, Utah, quien la transportó durante parte del camino.

Atletas participantes

Entre los 1.000 atletas originarios de 36 países que compitieron en los juegos paralímpicos de invierno se encontraban dos Santos de los Últimos Días. Lacey Heward, de 22 años, miembro del Barrio Mount Mahogany, Estaca Este Highland, Utah, esquió cuesta abajo el 11 y el 14 de marzo, dejando atrás temores personales y a la mayoría de sus contrincantes y ganando dos medallas de bronce en la división de mujeres con mono esquí.

La hermana Heward tenía sólo 18 meses de edad cuando quedó discapacitada debido a un accidente, pero la incapacidad física no la privó de su empeño de “ser lo mejor que podía ser”.

“He trabajado mucho para llegar a este punto”, comentó. “Se siente tan bien estar por fin aquí, empezar a sentir la adrenalina, de salir a competir y dar todo lo posible”.

Keith Barney, miembro del Barrio Alpine Once, Estaca Alpine, Utah, compitió en la carrera de cinco kilómetros a campo traviesa y en la división de esquí-sentado para hombres; también forma parte del equipo paralímpico ciclista de Estados Unidos.

El hermano Barney perdió el uso de sus piernas en un accidente que sufrió cuando tenía 14 años de edad. Hoy día trabaja en el centro de rehabilitación del Centro Médico de la Universidad de Utah, donde enseña a los recién discapacitados a vivir vidas ricas y productivas.

Nota de última hora de los Juegos Olímpicos de Invierno

Además de los atletas olímpicos que aparecieron en la revista Liahona de junio de 2002, Quinn Wheeler, de 28 años de edad, miembro del Barrio Taylorsville 39, Estaca Sur, Taylorsville, Utah, representó a las Islas Vírgenes de Estados Unidos como miembro del equipo “bobsleigh” de sus Juegos Olímpicos de Invierno. El hermano Wheeler se interesó en ese deporte durante sus años de universidad y se familiarizó con los miembros del equipo de las Islas Vírgenes mientras trabajaba en St. Thomas a mediados del año 2000. Se unió al equipo cuando de repente hubo una vacante en él.