2002
¿Sabías que…?
agosto de 2002


¿Sabías que…?

Iré

En 1837, dos años después de haber sido ordenado apóstol, el élder Heber C. Kimball se encontraba sentado en el Templo de Kirtland cuando el profeta José Smith le susurró que el Señor quería que sirviera en una misión en Inglaterra. Iba a ser el primer misionero enviado fuera de los Estados Unidos.

El élder Kimball dijo: “La idea de semejante misión era casi más de lo que podía soportar. Estuve a punto de hundirme bajo la carga que se puso sobre mí”. Pero aceptó el llamamiento y fue a Inglaterra; incluso saltó del barco al momento de arribar a Liverpool. “En el instante en que comprendí la voluntad de mi Padre Celestial, sentí la determinación de ir a toda costa, creyendo que Él me sostendría con Su poderoso poder y me investiría con toda cualidad que precisara” (véase History of the Church, tomo II, págs. 489–490).

La misión del élder Kimball abrió la puerta a un gran éxito en Inglaterra en los años siguientes, pues miles de personas aceptaron el Evangelio y se convirtieron en una gran fortaleza para la Iglesia.

Sucedió En Julio Y Agosto

Los siguientes son algunos acontecimientos importantes acaecidos en la historia de la Iglesia durante los meses de julio y agosto.

3 de julio de 1835: Michael H. Chandler llega a Kirtland, Ohio, para exhibir unas momias egipcias y rollos de papiro. El profeta José Smith traduce los rollos, redactando así el libro de Abraham, ahora incluido en la Perla de Gran Precio.

30 de julio de 1837: Nueve personas se bautizan en Preston, Inglaterra, los primeros conversos de la Iglesia en Gran Bretaña.

6 de agosto de 1842: El profeta José Smith profetiza que los santos se asentarían en las Montañas Rocosas.

22–24 de julio de 1847: Los primeros pioneros completan el trayecto de 1.600 kilómetros hasta el Valle del Lago Salado.

29 de agosto de 1877: El presidente Brigham Young fallece en su hogar de Salt Lake City a los 76 años de edad, habiendo servido como Presidente de la Iglesia durante casi 30 años.

Consejos Sobre el Liderazgo

No importa cuál sea tu llamamiento en la Iglesia, el Señor ha prometido ayudarte. El presidente Thomas S. Monson, Primer Consejero de la Primera Presidencia, dijo: “‘La fuerza más grande del mundo hoy en día es el poder de Dios que se manifiesta por medio del hombre’. Si nos encontramos en el servicio del Señor, tenemos derecho a recibir Su ayuda. Esa ayuda divina, sin embargo, depende de nuestra dignidad… Por medio de la oración humilde, la preparación diligente y el servicio fiel, podemos tener éxito en nuestros sagrados llamamientos” (“Tu jornada eterna”, Liahona, julio de 2000, págs. 56, 59).