2002
Elaine Schwartz Dalton Segunda Consejera de la Presidencia General de las Mujeres Jóvenes
Noviembre de 2002


Elaine Schwartz Dalton
Segunda Consejera de la Presidencia General de las Mujeres Jóvenes

Poco antes de que Elaine S. Dalton ingresara en la Universidad Brigham Young para cursar el segundo año, su padre falleció inesperadamente. Fue una época difícil para ella, y oró mucho para comprender por qué su padre había sido arrebatado de una familia que tanto lo necesitaba.

No recibió respuesta a sus oraciones hasta el verano siguiente, cuando se encontraba en una gira por Europa con el grupo de baile de la Universidad Brigham Young. El Día del Padre, cuando el grupo se reunió para efectuar la reunión sacramental, uno de los discursantes hizo referencia a Proverbios 3:5–6: “Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas”.

“Me di cuenta de que ese pasaje era mi respuesta”, dice hoy la hermana Dalton. “Aun no sabía por qué mi padre había fallecido, pero supe que tenía que confiar en el Señor. Ese pasaje de las Escrituras ha sido una guía para mí desde entonces. En todo lo que ha ocurrido en que no he podido comprender el porqué, he sabido que si confío en el Señor, Él dirigirá mi sendero”.

En su nuevo llamamiento como segunda consejera de la presidencia general de las Mujeres Jóvenes, la hermana Dalton tiene la esperanza de alentar a las jovencitas a adquirir esa misma confianza en nuestro Padre Celestial y a procurar la guía del Espíritu Santo.

La hermana Dalton nació el 1º de noviembre de 1946 en Ogden, Utah, siendo hija de Melvin Leo y Emma Martin Schwartz; contrajo matrimonio con Stephen E. Dalton, el 13 de septiembre de 1968 en el Templo de Salt Lake; tienen seis hijos y viven en Salt Lake City.

La hermana Dalton obtuvo su licenciatura en Inglés de la Universidad Brigham Young. Ha sido miembro de la mesa general de las Mujeres Jóvenes, presidenta de las Mujeres Jóvenes de estaca, asesora de las Laureles y maestra en la Sociedad de Socorro.

“Las jovencitas de hoy son increíbles; son espiritualmente sensibles y fuertes”, afirma. “Tienen el insólito desafío de ser rectas en el mundo en que vivimos. Como miembros de la Iglesia, ellas se destacan y sirven de ejemplo para las demás que están en busca de ejemplos de rectitud”.