2003
Con oración y ayuno
abril de 2003


Con oración y ayuno

Cuando mi hijo Elard Manuel fue bautizado en 1990, él trabajaba en una tienda de comestibles en la que era obligatorio trabajar domingos y días festivos. La situación económica del Perú es muy difícil. Hay poco empleo y mucha gente no tiene trabajo. Parecía prácticamente imposible que mi hijo pudiera cambiar de trabajo.

“Voy a pagar el diezmo”, dijo. “Tengo fe en el Señor y de alguna manera voy a conseguir un empleo en el que tenga los domingos libres”.

Cuando mi hijo se casó con una joven de otra religión, toda la familia esperaba que, algún día, ella se convirtiera en Santo de los Últimos Días. Para mi sorpresa, cuando un domingo me hallaba preparándome para ir a las reuniones, ella me dijo: “Iré con usted a su Iglesia”.

Los misioneros empezaron a enseñarle las charlas y se bautizó en 1997. El 10 de septiembre de 1998, mi hijo y su esposa, Katya, se sellaron en el templo por el tiempo y la eternidad, y el 12 de octubre de ese mismo año nació su precioso hijito varón.

Durante esos años mi hijo siguió buscando un empleo que no requiriera que trabajara los domingos. Toda la familia ayunaba, oraba y le pedía al Señor que le ayudara a encontrar un empleo nuevo para que pudiera tener un llamamiento en la Iglesia.

Finalmente, mi hijo decidió trabajar un mes más y después dejar el empleo, ya fuese que tuviese uno nuevo o no. Estábamos bastante preocupados porque había mucha gente que se quedaba desempleada, pero él dijo: “Tengo fe en el Señor y sé que va a ayudarme a encontrar un empleo en el que no tenga que trabajar los domingos”.

La tienda de comestibles para la que trabajaba dispone de un almacén enorme donde se lleva todo la mercancía antes de distribuirla entre las tiendas. Está algo lejos, pero los empleados no tienen que trabajar los domingos. Para nuestra dicha y sorpresa, mi hijo pudo ser asignado al almacén. Nuestro Padre Celestial había oído nuestras oraciones y mi hijo recibió un llamamiento en la Iglesia: consejero del obispo.

Cuando pedimos al Señor con corazones fieles, con ayuno y oración, Él nos respondió con bendiciones.

Ruth Rodríguez Sotelo es miembro del Barrio Zamácola, Estaca Zamácola, Arequipa, Perú.