2003
Preparémonos para la adoración en el templo
abril de 2003


Mensaje de las maestras visitantes

Preparémonos para la adoración en el templo

Por medio de la oración, seleccione y lea de este mensaje los pasajes de las Escrituras y las enseñanzas que mejor satisfagan las necesidades de las hermanas a las que visite. Comparta sus experiencias y su testimonio, e invite a las hermanas a las que enseñe a hacer lo mismo.

D. y C. 109:13, 15: Durante la dedicación del Templo de Kirtland, el profeta José Smith pidió “que todas las personas que pasen por el umbral de la casa del Señor… reciban la plenitud del Espíritu Santo; y se organicen de acuerdo con tus leyes y se preparen para recibir cuanto fuere necesario”.

Presidente Gordon B. Hinckley: “Estos edificios únicos y maravillosos, y las ordenanzas que en ellos se efectúan, representan lo máximo de nuestra adoración; éstas son la expresión más profunda de nuestra teología. Exhorto a nuestros miembros de todas partes… a que sean dignos de tener una recomendación para el templo, a conseguir una y considerarla una posesión preciada, y a hacer un esfuerzo mayor por ir a la casa del Señor y participar del espíritu y de las bendiciones que se reciben allí” (“Misiones, templos y responsabilidades”, Liahona, enero de 1996, págs. 63–64).

Presidente Boyd K. Packer, Presidente en Funciones del Quórum de los Doce Apóstoles: “Las ordenanzas y ceremonias del templo son sencillas, son bellas, son sagradas. Se mantienen confidenciales para no ponerlas en conocimiento de los que no estén preparados. La curiosidad no prepara a nadie; tampoco el interés profundo es en sí una preparación. El prepararse para las ordenanzas consta de algunos pasos preliminares: la fe, el arrepentimiento, el bautismo, la confirmación, una conducta intachable, y la madurez y dignidad propias del que entre como huésped invitado a la casa del Señor” (“El santo templo”, Liahona , junio de 1972, pág. 17).

Élder Russell M. Nelson, del Quórum de los Doce Apóstoles: “Hay dos conceptos en especial que debemos considerar al prepararnos para ir al templo. El primero es convenio . Tenemos que recordar que un convenio es una promesa. Un convenio concertado con Dios se debe estimar, no como algo restrictivo, sino protector. Los convenios que hacemos con Él nos protegen del peligro…

“El segundo concepto que se debe resaltar en nuestra preparación mental es Expiación . La expiación de Jesucristo es el hecho central de toda la historia del hombre. Es la esencia del plan de salvación. Sin la Expiación infinita, toda la humanidad se perdería irremediablemente. Las ordenanzas y los convenios del templo nos instruyen sobre el poder redentor de la Expiación” (“Prepare for Blessings of the Temple”, Ensign , marzo de 2002, págs. 21–22).

Kathleen H. Hughes, primera consejera de la presidencia general de la Sociedad de Socorro: “Puesto que el templo es una casa de paz, una casa de revelación, una casa de oración, debemos prepararnos para participar del Espíritu y de los dones que allí se encuentran para cada una de nosotras como hijas de nuestro Padre Celestial. El prepararse para participar de las bendiciones del templo requiere que acudamos con humildad, con espíritu de oración y con reflexión para estar dispuestas a dejar de lado al mundo y sus preocupaciones. Se requiere que, mientras estemos en el templo, estemos atentas y prestemos cuidadosa atención y que participemos en las ordenanzas que recibamos por nosotras mismas y por otras personas”.

  • ¿Qué bendiciones ha recibido de la adoración en el templo?

  • ¿Cómo puede participar de las bendiciones del templo si vive lejos de uno?