2004
Un Vistazo a la Época del Libro de Mormón: Tabla 1– Éter Y de 1 Nefi a Mosíah
enero de 2004


Un Vistazo a la Época del Libro de Mormón: Tabla 1– Éter Y de 1 Nefi a Mosíah

Un Vistazo a la Época del Libro de Mormón: Algunas declaraciones sobre principios del Evangelio

1

Éter 4:11–12

Todo lo bueno procede de Jesucristo y nos persuade a hacer el bien.

2

Éter 8:22

Toda nación que apoye las combinaciones secretas para adquirir poder y riquezas, hasta que éstas se extiendan por toda la nación, será destruida.

3

Éter 12:6

Fe es las cosas que se esperan y que no se ven. No recibimos ningún testimonio sino hasta después de la prueba de nuestra fe.

4

Éter 12:27

Si nos humillamos ante Dios y tenemos fe en Él, Él hará que las cosas débiles sean fuertes.

5

1 Nefi 1:1

Podemos tener muchas aflicciones y aún así ser altamente favorecidos del Señor.

6

1 Nefi 1:20

Las entrañables misericordias del Señor se extienden a todo el que tiene fe en Él.

7

1 Nefi 2:20

Según guardemos los mandamientos del Señor, prosperaremos en la tierra.

8

1 Nefi 3:7

Cuando el Señor nos da un mandamiento, Él nos prepara la vía para que lo cumplamos.

9

1 Nefi 8:10–32

El fruto del árbol de la vida es más deseable que cualquier otro.

10

1 Nefi 10:17–19

Los misterios de Dios se revelan por el poder del Espíritu Santo a todos los que lo buscan diligentemente.

11

1 Nefi 14:10

Sólo hay dos iglesias: la iglesia del Cordero de Dios y la del diablo.

12

1 Nefi 17:33–35

El Señor estima a todos por igual; el que es justo es favorecido de Dios.

13

1 Nefi 22:26

La rectitud del pueblo de Dios hará que Satanás pierda su poder.

14

2 Nefi 2:11

Es preciso que haya una oposición en todas las cosas.

15

2 Nefi 2:16

Dios nos concede que actuemos por nosotros mismos.

16

2 Nefi 2:25

Existimos para tener gozo.

17

2 Nefi 2:27

Somos libres para escoger la libertad y la vida eterna por medio de Jesucristo o la cautividad y la muerte mediante el poder del diablo.

18

2 Nefi 9:13–15

El día de la resurrección tendremos un conocimiento perfecto de nuestra culpa o de nuestra rectitud.

19

2 Nefi 9:20

Dios sabe todas las cosas.

20

2 Nefi 9:29

Es bueno ser instruido si se hace caso de los consejos de Dios.

21

2 Nefi 9:39

Ser de ánimo carnal es muerte, y ser de ánimo espiritual es vida eterna.

22

2 Nefi 9:51

No debemos gastar nuestro dinero en lo que no tiene valor, ni nuestro trabajo en lo que no puede satisfacer.

23

2 Nefi 25:23

Somos salvos por la gracia después de hacer todo lo que podamos.

24

2 Nefi 25:29

Si adoramos a Jesucristo con toda nuestra alma, no seremos desechados.

25

2 Nefi 26:11

El Espíritu del Señor no siempre luchará con nosotros.

26

2 Nefi 26:24

Todo lo que hace el Señor es para nuestro bien, porque nos ama.

27

2 Nefi 26:28

Todo hombre tiene tanto privilegio como cualquier otro, y nadie es excluido.

28

2 Nefi 26:33

Todos son iguales ante Dios y Él invita a todos ellos a que vengan a Él.

29

2 Nefi 28:7–8

Es una enseñanza falsa decir: “Comed, bebed y divertíos, porque mañana moriremos; y nos irá bien”.

30

2 Nefi 28:21

El diablo intenta pacificar al pueblo de Dios haciéndole pensar que todo va bien en Sión, mientras que astutamente les conduce al infierno.

31

2 Nefi 28:30

El Señor enseña a Sus hijos línea por línea.

32

2 Nefi 29:1–2

En los últimos días, el Señor empleará el Libro de Mormón como un estandarte para recoger a Su pueblo.

33

2 Nefi 31:6–13

El Salvador fue bautizado para cumplir con toda justicia; aquellos que sigan Su ejemplo y se bauticen en Su nombre recibirán el don del Espíritu Santo.

34

2 Nefi 31:17

Después del arrepentimiento y del bautismo viene la remisión de nuestros pecados por medio del Espíritu Santo.

35

2 Nefi 31:20

Si seguimos adelante, con firmeza en Cristo, deleitándonos en Su palabra, tendremos la vida eterna.

36

2 Nefi 32:3–5

El Espíritu Santo puede mostrarnos todas las cosas que debemos hacer.

37

2 Nefi 32:8

El Espíritu nos enseña a orar.

38

2 Nefi 32:9

Nada debemos hacer ante el Señor sin antes orar.

39

Jacob 1:17–19

Antes de enseñar, debemos obtener nuestro mandato del Señor.

40

Jacob 2:18–19

Antes de buscar riquezas, debemos buscar el reino de Dios.

41

Jacob 2:35

El mal ejemplo rompe el corazón de los demás y les hace perder la confianza en nosotros.

42

Jacob 4:7

Dios nos muestra nuestras debilidades para que sepamos que es por Su gracia que tenemos poder para hacer Su obra.

43

Jacob 4:8–10

No debemos procurar aconsejar al Señor, sino aceptar el consejo de Su mano.

44

Jacob 4:14

La ceguera espiritual procede de traspasar lo señalado.

45

Jacob 5:65–75

En los últimos días, el Señor limpiará las partes malas de Su viña a medida que crezca lo bueno.

46

Jacob 7:11

Todos los profetas han escrito y profetizado de Jesucristo.

47

Enós 1:5–8

Podemos ser limpios, perdonados de nuestros pecados, gracias a nuestra fe en Jesucristo.

48

Omni 1:26

Debemos ofrecer nuestra alma entera como ofrenda para el Salvador por medio del ayuno, la oración y el perseverar hasta el fin.

49

Mosíah 10:17

Enseñar a nuestros hijos a odiar puede acarrear consecuencias a largo plazo.

50

Palabras de Mormón 1:7

Debemos cumplir con la voluntad del Señor aun cuando no sepamos por qué lo hacemos.

51

Mosíah 15:11–13

La simiente de Cristo la constituyen aquellos que han obedecido Sus palabras, creído en Él y esperado anhelosamente la remisión de sus pecados por medio de Su redención.

52

Mosíah 16:8

El aguijón de la muerte es consumido en Cristo.

53

Mosíah 18:9–10

El deseo de dar consuelo y de ser testigos de Dios en todo momento y en todas las cosas forma parte del estar preparados para el bautismo. El bautismo en el agua es un testimonio ante Dios de haber concertado un convenio con Él.

54

Mosíah 2:17

Cuando servimos a los demás, también servimos a Dios.

55

Mosíah 2:21

Aun cuando sirvamos a Dios con toda nuestra alma, todavía somos siervos inútiles.

56

Mosíah 2:32–33, 36

El pago de los que deciden obedecer al espíritu malo cuando conocen la ley de Dios es la condenación eterna.

57

Mosíah 3:17

Cristo es el único nombre o medio por el cual los hijos de los hombres pueden salvarse.

58

Mosíah 3:19

El hombre natural es enemigo de Dios a menos que se someta al influjo del Santo Espíritu y se vuelva como un niño.

59

Mosíah 4:3

La remisión de los pecados nos da paz de conciencia.

60

Mosíah 4:27

Todas las cosas se deben hacer con prudencia y orden.

61

Mosíah 4:30

Debemos cuidar nuestros pensamientos, palabras y obras; guardar los mandamientos de Dios y perseverar en la fe, o pereceremos.

62

Mosíah 5:2

Cuando el Espíritu efectúa un potente cambio en nuestro corazón, ya no tenemos más disposición de obrar mal, sino de hacer el bien continuamente.

63

Mosíah 21:13–15

El Señor hará que sea más fácil llevar nuestras cargas.

64

Mosíah 7:29–33

El Señor no socorrerá a Su pueblo en el día de su transgresión. Si nos volvemos al Señor con íntegro propósito de corazón, confianza y diligencia del alma, Él nos liberará del cautiverio de acuerdo con Su voluntad y deseo.

65

Mosíah 8:20–21

Cuán ciego e impenetrable es el entendimiento de los hijos de los hombres.

66

Mosíah 24:14–15

Debemos someternos alegre y pacientemente a la voluntad del Señor, el cual nos fortalece para que sobrellevemos nuestras cargas con facilidad.

67

Mosíah 26:29–30

Cuantas veces nos arrepintamos con sinceridad de corazón, el Señor nos perdonará.

68

Mosíah 27:25–26

Todos deben nacer de nuevo, cambiar de su estado caído a uno de rectitud y convertirse en criaturas nuevas para heredar el reino de Dios.

69

Mosíah 27:31

En el postrer día, toda rodilla se doblará y toda lengua confesará que Él es Dios y que Su juicio es justo.

70

Mosíah 27:36

Podemos ser instrumentos en las manos de Dios para traer a muchos al conocimiento del Redentor.