2004
El Libro de Mormón en un vistazo
julio de 2004


El Libro de Mormón en un vistazo

Declaraciones sobre determinados principios del Evangelio

Referencia

Principio

1

Alma 1:25–30

Podemos disfrutar de paz continua aun cuando haya gran persecución.

2

Alma 17:2–3

El escudriñar las Escrituras y dedicarnos a mucha oración y ayuno brinda a nuestra vida las bendiciones del Espíritu Santo.

3

Alma 17:11

Al ser pacientes en las aflicciones damos buen ejemplo y podemos ser instrumentos en las manos del Señor.

4

Alma 17:25; 18:17

El deseo de prestar servicio a los demás es esencial para enseñarles el Evangelio.

5

Alma 18:9–10

Al servir a los demás, debemos hacerlo con distinción.

6

Alma 18:16, 34

Podemos enseñar con poder únicamente si estamos llenos del Espíritu de Dios.

7

Alma 18:40–41; 19:6

Los que creen, se arrepienten y claman Su misericordia serán llenos de luz.

8

Alma 19:36

El brazo del Señor se extiende a todo el que se arrepienta y crea en Su nombre.

9

Alma 3:19

La condenación de Dios viene sobre nosotros sólo como resultado de nuestras decisiones imprudentes.

10

Alma 4:19; 31:5

La predicación de la palabra de Dios puede abatir el orgullo, las artimañas y las contenciones de los hombres.

11

Alma 5:7–9

La luz de la sempiterna palabra puede iluminar nuestra alma y liberarla de las cadenas del infierno.

12

Alma 5:11–14

Mediante la fe en el Dios viviente y en las palabras de los profetas, se puede producir un gran cambio en nuestro corazón; podemos recibir Su imagen en nuestro rostro y nacer de Dios.

13

Alma 5:21–25

Sólo podemos salvarnos en el reino de Dios si se nos limpia de la mancha del pecado mediante la sangre de Cristo.

14

Alma 5:33–60

Somos las ovejas del Buen Pastor sólo si escuchamos Su voz.

15

Alma 5:61–62

Tal como suelen hacer los profetas, Alma habló a los miembros de la Iglesia por vía de mandamiento, y por vía de invitación a los que no son miembros.

16

Alma 7:7–13

El nacimiento, el ministerio, el sacrificio expiatorio y la resurrección de Jesucristo son de suma importancia.

17

Alma 7:14–16

Si tenemos fe en el Salvador, somos bautizados para arrepentimiento, se nos limpia de nuestros pecados y nacemos de nuevo, dejamos a un lado los pecados que tan fácilmente nos asedian y observamos los mandamientos de Dios, tendremos la vida eterna.

18

Alma 7:23

Un seguidor de Cristo es humilde, sumiso, dócil, fácil de persuadir, paciente, longánime, moderado, diligente, dado a la oración y agradecido.

19

Alma 9:23; 24:30

Aquellos que pecan contra Dios a sabiendas se hallan en un estado peor que los que no tienen conocimiento de Él.

20

Alma 11:37–46; 12:19

El enseñar y testificar de Cristo, de Su Expiación y de Su juicio puede condenar y también asombrar a la gente.

21

Alma 12:9–11

Se nos descubren los misterios de Dios (la mayor parte de Su palabra) conforme a la atención y a la diligencia que le rindamos a Él.

22

Alma 12:30–32

Dios reveló primeramente el plan de la redención; luego dio Sus mandamientos.

23

Alma 13:1–13

Dios nos enseña por medio de aquellos que son llamados según Su santo sacerdocio para que, mediante nuestra fe, arrepentimiento y rectitud podamos entrar en Su reposo.

24

Alma 14:11; 60:13

A veces el Señor permite que los inicuos destruyan a los justos; Su juicio siempre es justo.

25

Alma 15:3–11

El ser conscientes de la culpa por nuestros pecados puede causar gran tribulación de mente y cuerpo, y motivarnos hacia la fe y el arrepentimiento.

26

Alma 24:27

El Señor trabaja de muchas formas para llevar a cabo la salvación de Su pueblo.

27

Alma 26:11–12

Mediante la fuerza del Señor podemos obrar mucha rectitud.

28

Alma 27:18

El que en verdad se arrepiente y humildemente busca la felicidad recibe gran gozo.

29

Alma 28:13–14

El pecado causa una gran desigualdad entre los hombres; los que trabajan para el Señor contribuyen a remediar esa desigualdad.

30

Alma 29:4–5

Dios nos concede según nuestros deseos, ya sean éstos para bien o para mal.

31

Alma 29:6–9

Debemos desear llevar a cabo la obra específica que Dios nos ha llamado a realizar.

32

Alma 30:40–44

Todas las cosas testifican que hay un Dios.

33

Alma 30:60

El diablo no amparará a sus hijos en el postrer día.

34

Alma 31:38

El Señor fortalece a los justos y sus aflicciones son consumidas en el gozo de Cristo.

35

Alma 32:13–16

Benditos son aquellos que son obligados a ser humildes; pero más benditos son aquellos que se humillan a causa de la palabra de Dios.

36

Alma 32:21

La fe no es un conocimiento perfecto sino una esperanza de cosas que son verdaderas pero que no se ven.

37

Alma 32:27–43

Se recibe un testimonio al ejercer fe en la palabra de Dios, experimentar con ella y obedecerla.

38

Alma 33

Escudriñar las Escrituras, orar y creer en el Hijo son maneras de obtener un testimonio.

39

Alma 34:27–29

No sólo debemos orar por los pobres, sino visitarlos y darles de nuestra sustancia.

40

Alma 34:32–35

Esta vida es el tiempo de prepararse para comparecer ante Dios.

41

Alma 36:3

Los que confíen en Dios serán sostenidos en sus tribulaciones y aflicciones.

42

Alma 36:17–19

Por medio de nuestro arrepentimiento y de la misericordia del Salvador, se nos libera del dolor de nuestros pecados y nos deja de atormentar el recuerdo de los mismos.

43

Alma 37:6

Por medio de cosas pequeñas y sencillas se logran grandes cosas.

44

Alma 37:37

Si consultamos al Señor en todos nuestros hechos, Él dirigirá nuestro camino.

45

Alma 38:12

Si refrenamos todas nuestras pasiones, estaremos llenos de amor.

46

Alma 39:13

Aquellos que, debido a su mal ejemplo, han causado que otros se pierdan, deben volver y admitir sus faltas y maldad.

47

Alma 40:6, 11–14

Al morir, todos los hombres entran en el mundo de los espíritus: los justos al paraíso y los inicuos a las tinieblas de afuera.

48

Alma 41:10

La maldad nunca puede resultar en felicidad.

49

Alma 45–47

El defender nuestro país, nuestra familia o nuestra Iglesia, el preservar nuestros derechos y libertades y el apoyar a otras personas en estos ideales son razones que justifican el ir a la guerra.

50

Alma 48:14–16

No debemos provocar o causar guerra, pero tenemos motivo para luchar en nuestra defensa cuando nos lo manda el Señor.

51

Alma 53:8–9

El enemigo puede dominar cuando hay disensiones internas e iniquidad.

52

Alma 60:23

Primero se debe limpiar el interior del vaso, luego el exterior.

53

Helamán 4:24–26

Al pecar, perdemos el Espíritu y nos debilitamos.

54

Helamán 5:12

Si edificamos sobre la roca de nuestro Redentor, ningún poder podrá arrojarnos al abismo de miseria y angustia sin fin.

55

Helamán 15:3

El Señor castiga a los que ama.

56

3 Nefi 7:15–22

Las señales o los milagros no constituyen una base sólida para la fe ni la conversión.

57

3 Nefi 11:29

El espíritu de contención es del diablo.

58

3 Nefi 12:1–2

Aquellos que, con humildad y fe, se bautizan con agua y reciben el poder purificador del Espíritu Santo, reciben la remisión de sus pecados.

59

3 Nefi 12:23–24

Cuando se tiene el deseo de venir a Cristo, debemos primero reconciliarnos con nuestro prójimo.

60

3 Nefi 13:14–15

Si perdonamos a los demás, Dios nos perdonará a nosotros.

61

3 Nefi 13:19–21

Deposita tu corazón en los tesoros celestiales que perduran eternamente y búscalos.

62

3 Nefi 13:33

Busca primeramente el reino de Dios y Su justicia.

63

3 Nefi 14:24–27

Si seguimos las enseñanzas de Cristo, no caeremos cuando vengan las tormentas de la vida.

64

3 Nefi 18:32

Debemos seguir ministrando a los que no se arrepienten.

65

3 Nefi 26:6–10

Si creemos en el Libro de Mormón, Dios nos manifestará cosas aún mayores.

66

3 Nefi 27:10

Si la Iglesia lleva el nombre del Señor y está edificada sobre Su Evangelio, el Padre manifestará Sus obras en ella.

67

4 Nefi 1:15–16

Si el amor de Dios mora en el corazón de la gente, no habrá divisiones ni maldad, sino que serán hijos de Cristo y herederos del reino de Dios.

68

Moroni 6:4

A los miembros de la Iglesia se les ha de nutrir por la buena palabra de Dios para guardarlos en el camino recto.

69

Moroni 7:6–10

Cuando presentamos una ofrenda de mala gana o sin verdadera intención, no se nos cuenta como obra buena.

70

Moroni 7:16–17

Todo lo que invita a hacer lo bueno y a amar a Dios es de Dios. Todo lo que invita a hacer lo malo es del diablo.

71

Moroni 7:40–48

La fe en Cristo, la esperanza y la caridad son esenciales para la salvación en el reino de Dios.

72

Moroni 8:8–22

Los niños pequeños son redimidos por medio de la Expiación de Cristo y no necesitan el bautismo.

73

Moroni 10:3–5

Si leemos, si recordamos la misericordia del Señor, meditamos y oramos con fe respecto al Libro de Mormón, el Espíritu Santo nos revelará su veracidad.

74

Moroni 10:32–33

Si venimos a Cristo y somos perfeccionados en Él, si nos abstenemos de toda impiedad y amamos a Dios, Su gracia es suficiente para santificarnos.