2006
Cómo hablar sobre el templo
enero de 2006


Cómo hablar sobre el templo

Me sentía muy tensa al momento de decirle a mi padre que me iba a casar en el templo; probablemente fue un momento aún más difícil que cuando mi esposo le pidió mi mano en matrimonio. Mi padre es un buen hombre que tiene otras creencias religiosas. En muchas ocasiones anteriores le había dicho que cuando me casara, sería en el templo. No parecía haberse molestado antes por ello, pero yo no sabía si ahora, cuando ya era una realidad, se sentiría herido o molesto al no poder ver a su única hija casarse.

Por fortuna, mi padre estaba más preocupado por mi felicidad que de entrar en el templo. Pero aunque era comprensivo, algunas otras personas no podían entender por qué la Iglesia era tan “estricta”.

Esas personas no son las únicas que se hacen preguntas sobre el templo. Mucha gente cree que la Iglesia mantiene en secreto lo relacionado con el templo. Pero yo sé que lo que han dicho los profetas es verdadero: El templo no es un lugar secreto, sino sagrado1.

Aunque no debemos hablar en detalle sobre lo que sucede en el templo, hay ciertas cosas que podemos decirles a aquellas personas que nos hacen preguntas tales como: “¿Qué se hace en el templo?” y “¿Por qué no puedo entrar en su templo?”. A continuación se presentan algunas preguntas que posiblemente escuchará y buena información que puede compartir con las personas que buscan respuestas sobre los templos de los Santos de los Últimos Días.

“¿Por qué su Iglesia tiene templos?”

A través de la historia, el Señor le ha mandado a Su pueblo construir templos2. Cuando la Iglesia fue restaurada, el Señor le mandó al profeta José Smith que construyera templos. El templo es la casa del Señor3. Allí se efectúan ordenanzas sagradas que no podrían realizarse en ningún otro lugar de la tierra excepto en estos edificios que han sido dedicados4.

Los templos son especiales y sagrados para los miembros de la Iglesia ya que las ordenanzas que se llevan a cabo en ellos los preparan para volver a la presencia de Dios y para unir a sus familias por la eternidad.

“¿Por qué no puedo entrar en su templo?”

Por causa de que el templo es un lugar sagrado donde se realizan convenios sagrados, la persona que entre en él debe ser un miembro de la Iglesia que esté preparado espiritualmente y que viva las normas de la Iglesia.

Cualquier adulto que haya sido miembro de la Iglesia por lo menos durante un año y que sea digno de recibir una recomendación para el templo de manos de su obispo o de su presidente de rama, puede entrar en el templo. El ser digno de entrar en el templo incluye, entre otros requisitos, llevar una vida pura, ser honrado, guardar la Palabra de Sabiduría y pagar diezmos y ofrendas.

“¿Qué hacen los miembros de la Iglesia en el templo?”

En el templo los miembros participan en ordenanzas sagradas, tales como el matrimonio eterno, en la que se une o se sella a una pareja como esposo y esposa por esta vida y por toda la eternidad. El templo es también un lugar de instrucción y adoración en el que los miembros hacen convenios de servir al Señor Jesucristo. También, los miembros de la Iglesia efectúan ordenanzas, tales como el bautismo y la confirmación, a favor de aquellas personas que han fallecido sin la oportunidad de aceptar el Evangelio de Jesucristo. Los obreros del templo ofrecen su servicio de forma voluntaria.

“¿Por qué los miembros llevan consigo maletines o bolsos al templo?”

Dentro del templo, los miembros de la Iglesia se cambian de ropa, dejando la que traen puesta al llegar al templo y se ponen ropa modesta, sencilla y blanca. El color blanco simboliza pureza y reverencia. Ellos llevan consigo su propia ropa del templo en sus maletines.

“¿Cómo es el templo por dentro?”

Durante el programa de puertas abiertas (que se lleva a cabo antes de la dedicación de un templo), se invita a los visitantes a caminar por el templo para ver su interior. Los templos son hermosamente decorados y se mantienen muy limpios. Hay cuartos dentro del templo que se usan para varios propósitos, tales como llevar a cabo ceremonias de matrimonio. Por lo general, los predios del templo y los centros de visitantes están abiertos para las personas que deseen verlos. Hay fotografías del interior del templo en las dos publicaciones que se mencionan en el último párrafo de este artículo.

Si desea saber las horas de operación o dónde localizar el templo más cercano a su área, diríjase a la página de Internet www.lds.org; haga clic en Temples; después, en la esquina superior derecha, elija la opción Español.

“¿Cómo puedo saber más?”

Si desea mayor información para compartirla con los demás, diríjase a la página de Internet www.lds.org; haga clic en Temples; después, en la esquina superior derecha, elija la opción Español. Allí encontrará más información sobre la historia y los propósitos de los templos, respuestas a las preguntas más comunes y cómo la obra de historia familiar se relaciona con la obra que se lleva a cabo en el templo.

Si desea más ayuda en cuanto a cómo responder a preguntas sobre el templo, lea Templos de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (artículo N° 35863 002) o Cómo prepararse para entrar en el Santo Templo (artículo N° 36793 002). También encontrará en inglés: Preparing to Enter the Holy Temple en la página de Internet www.lds.org. Haga clic en “Gospel Library”, “Church Publications”, “Curriculum”, y luego en “Optional Courses”.

Prepararse para entrar en el templo

“Ya que el templo es sagrado, el Señor pide que sea protegido de la profanación. Cualquier persona que esté dispuesta a prepararse bien para tener ese privilegio puede entrar en él. El concepto de la preparación requiere de nuestro esfuerzo de diferentes formas. Recuerdo cuando era tan sólo un niño, les dije a mis padres que deseaba ir a la universidad. Ellos dijeron que podría hacerlo, pero sólo si yo me esforzaba en mis estudios preliminares y reunía todos los requisitos necesarios para ingresar a la universidad. De la misma forma, debemos reunir todos los requisitos necesarios para entrar en el templo. Nos preparamos física, intelectual y espiritualmente”.

Élder Russell M. Nelson, del Quórum de los Doce Apóstoles, “Prepare for Blessings of the Temple”, (Prepararse para las bendiciones del templo”, Ensign, marzo de 2002, págs. 18–19.

Notas

  1. Véase David O. McKay, “The Purpose of Temples”, Ensign, enero de 1972, pág. 38.

  2. Véase 1 Crónicas 22; Esdras 3–6; Zacarías 6:13; 2 Nefi 5:16; Helamán 3:14.

  3. Véase D. y C. 88:119; 97:12, 15. Si desea más información sobre la historia y los propósitos de los templos, véase Boyd K. Packer, “El santo Templo”, Liahona, junio de 1992, pág. 14.

  4. Véase D. y C. 124:37–40.