2006
Nuestro Padre Celestial oye y contesta las oraciones
Julio de 2006


Tiempo para compartir

Nuestro Padre Celestial oye y contesta las oraciones

“Sé humilde; y el Señor tu Dios te llevará de la mano y dará respuesta a tus oraciones” (D. y C. 112:10).

Nuestro Padre Celestial nos ama y desea que le oremos a Él; podemos orarle no importa dónde estemos, ya que Él oye y contesta nuestras oraciones.

Charlotte Clark tenía sólo seis años de edad cuando su familia salió de Nauvoo, Illinois, para viajar al oeste, al Valle del Lago Salado. Era una caminata sumamente larga y Charlotte caminaba tanto que se acabó su único par de zapatos. Todas las noches, cuando se arrodillaba a orar, le pedía a nuestro Padre Celestial un par de zapatos.

Un día, cuando Charlotte y su hermana recogían frambuesas, Charlotte vio un par de zapatos; ambas corrieron hasta donde estaban sus padres y ella les dijo: “Mi Padre Celestial me mandó unos zapatos, y me quedan a la medida”. Al padre de la niña le preocupaba que los zapatos le pertenecieran a alguien que los hubiese perdido, de modo que le dijo que si le pertenecían a alguna persona de la caravana, debía devolverlos a su dueño. La familia de Charlotte mostró los zapatos a todos, pero nadie los reclamó; se había contestado la oración de la niña.

Nuestro Padre Celestial contesta nuestras oraciones. Es posible que las respuestas no siempre sean lo que esperamos, pero Él contestará de la manera que sea mejor para nosotros. Podemos orarle a Él en cualquier momento y en cualquier lugar.

Actividad

Para recordarte las partes de la oración, recorta las configuraciones de la página A4, siguiendo las líneas gruesas y oscuras. Haz un doblez en las líneas punteadas y pega la figura más grande para hacer un tubo achatado. En la tira angosta, escribe en las líneas correspondientes algunas de las cosas por las que estás agradecido y algunas de las bendiciones que pides en tus oraciones. Inserta la tira angosta en la pieza doblada. Esta pieza la puedes colocar en tu almohada a fin de que te recuerde orar antes de acostarte. Por la noche, colócala a un lado de tu cama para que te recuerde orar por la mañana.

Ideas del Tiempo para compartir

  1. 1. Válgase de un teatro de lectores (véase La Enseñanza: el llamamiento más importante, pág. 207) para narrar la historia de Daniel. Antes de la Primaria, escriba un guión sencillo utilizando Daniel 6 como guía. Para contar el relato, utilice las palabras directamente de las Escrituras. Entre los participantes se incluye un narrador, Daniel, el rey Darío, varios gobernantes y príncipes y leones. Por ejemplo, los gobernantes y los príncipes dirían lo siguiente, del versículo 8: “Ahora, oh rey, confirma el edicto y fírmalo”. Del versículo 22, Daniel diría: “Mi Dios envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones”. Hablen sobre la forma en la que en las Escrituras se registran los relatos de otras personas cuyas oraciones han sido contestadas. Divida la Primaria en grupos y dé a cada uno de ellos una referencia de las Escrituras sobre las personas cuyas oraciones fueron contestadas, tales como Ana (1 Samuel 1:8–20), Zacarías (Lucas 1:5–13), Nefi (1 Nefi 17:8–10), Enós (Enós 1:1–6), y Alma, padre (Mosíah 27:8–14). Pida a los niños que lean los relatos y que después hablen con el grupo sobre la forma en que nuestro Padre Celestial contestó las oraciones. Testifique que hoy día nuestro Padre Celestial oye las oraciones y las contesta.

  2. 2. Invite a dos o tres personas del barrio o de la rama a que se vistan como pioneros y cuenten relatos verídicos en cuanto a la forma en que nuestro Padre Celestial contestó las oraciones de los pioneros. Cuente los relatos actuando como el personaje principal (véase La Enseñanza: el llamamiento más importante, págs. 188, 192). Utilice relatos personales de su historia familiar, o cuente el relato sobre Charlotte Clark que se encuentra en esta página. Testifique que nuestro Padre Celestial contestará nuestras oraciones.