2006
Convertirse en un joven o una jovencita Santo de los Últimos Días
Octubre de 2006


Lista de ideas

Convertirse en un joven o una jovencita Santo de los Últimos Días

Has tomado la gran decisión de ser bautizado y confirmado. Como miembro nuevo de la Iglesia, encontrarás muchas cosas que te llenarán la vida de felicidad. Las siguientes actividades y programas te permitirán aprender y te aportarán guía en todo aspecto de tu vida (para ver las ideas para los niños, véase la pág. A16).

Asiste a las reuniones del Sacerdocio Aarónico o de las Mujeres Jóvenes. Todos los domingos te reunirás con otros adolescentes de tu barrio o rama: los jóvenes en el Sacerdocio Aarónico y las jovencitas en las Mujeres Jóvenes. Todas las semanas recibirás una lección planeada especialmente para los jóvenes de tu edad.

Únete a tu familia para llevar a cabo la noche de hogar. Convertirte en una persona mejor forma parte del ser Santo de los Últimos Días. A medida que estudies el Evangelio con tu familia en la noche de hogar, aprenderás a ser más amable con ellos y a demostrarles tu amor.

Asiste a la Mutual. Durante la semana, los jóvenes y sus líderes se reúnen para participar en actividades de grupo o de clase y para prestar servicio o practicar deportes. Allí podrás conocer a personas muy buenas, hacer amistades y divertirte mucho.

Asiste a seminario. Entre los 14 y los 18 años, podrás asistir a seminario, donde tendrás la oportunidad de estudiar a fondo las Escrituras, con la ayuda de un maestro que estimulará tu interés, y de compañeros de clase que también asisten para aprender. Aunque tengas que levantarte muy temprano para hacerlo, aprenderás más de lo que jamás te hayas imaginado.

Participa en los programas Progreso personal o Mi deber a Dios. Tus líderes de las Mujeres Jóvenes o del Sacerdocio Aarónico te entregarán un librito que describe los programas Progreso personal o Mi deber a Dios, y te explicarán en cuanto a ellos. Tus padres y líderes te ayudarán a escoger las metas y experiencias en las que puedas trabajar. Puede que te lleve varios años cumplir con estos programas, los que te servirán para aprender a fijarte metas y lograrlas, así como a cultivar nuevas aptitudes.

Estudia las Escrituras todos los días y ora a menudo. Mediante la oración y el estudio de las Escrituras puedes recibir respuesta a tus preguntas y consuelo en las pruebas. En oración, da gracias por tus bendiciones.

Aprende a escuchar los susurros del Espíritu Santo. El don del Espíritu Santo se te otorgó en el momento de ser confirmado. A medida que aprendas a entender los susurros del Espíritu Santo y a responder a ellos, sentirás el amor de Dios por ti y experimentarás crecimiento espiritual.