2007
Barbara Thompson Segunda Consejera de la Presidencia General de la Sociedad de Socorro
Mayo de 2007


Barbara Thompson
Segunda Consejera de la Presidencia General de la Sociedad de Socorro

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Habiendo sido presidenta del comité de actividades de barrio, Barbara Thompson se siente más a gusto en pantalones de mezclilla y elaborando estuches de higiene personal que como miembro de la presidencia general de la Sociedad de Socorro, pero está agradecida por su nuevo llamamiento como segunda consejera de esa presidencia.

Habiendo servido también como misionera en la Misión Alemania Hamburgo, maestra de Doctrina del Evangelio, directora de campamento de Mujeres Jóvenes, asesora de Laureles y de Abejitas, presidenta de Mujeres Jóvenes de barrio, consejera de la Sociedad de Socorro de barrio y miembro de la mesa general de la Sociedad de Socorro, la hermana Thompson cree que “cuando las hermanas tienen un testimonio de la veracidad del Evangelio, son impulsadas a actuar”.

Nació el 13 de junio de 1952, hija de W. Peter y Fern Rymer Thompson, en San Luis Obispo, California. Ella y su familia se mudaron después a Granger, Utah. Siempre le han encantado los deportes y le gusta mucho acampar, pero su pasatiempo favorito es visitar a sus amistades y a su familia.

La hermana Thompson recibió una Maestría en Trabajo Social en la Universidad de Utah, y trabajó para el Departamento de Servicios Humanos de Utah por 30 años. Después de su jubilación, ha servido como directora ejecutiva de una organización internacional que sirve a niños víctimas del maltrato y la negligencia.

Aunque nunca ha sido casada ni ha tenido hijos propios, la hermana Thompson dice: “Tengo familiares y amigos prestados, y siempre he recibido mucho apoyo de las hermanas de esta Iglesia”.

Ella percibe que su nueva función es apoyar a la hermana Beck. “Yo quiero sostenerla en su llamamiento”.

A la hermana Thompson le agrada la idea de que escuchará los testimonios de miembros de todo el mundo mientras sirve. Su mensaje a las hermanas de la Sociedad de Socorro es: “Amén al Señor. Vengan a Cristo con todo su corazón. Las mujeres enfrentan desafíos increíbles, pero cuando dependemos del Evangelio y de la hermandad que tenemos en la Sociedad de Socorro, nuestras cargas se aligeran”.