2007
Preguntas y respuestas
Agosto de 2007


Preguntas y respuestas

¿Cómo santifico el día de reposo? He estado centrándome en las cosas que no debo hacer. ¿Qué puedo hacer para que sea un día que anhele en vez de un día en el que no puedo hacer nada divertido?

  • Céntrate en las cosas buenas que puedes hacer.

  • Organízate de antemano y comenzarás a desear que llegue el día de reposo.

  • Disfruta del tiempo que pases con tu familia el domingo.

  • El día de reposo fue hecho para ti; serás bendecido si lo santificas.

Liahona

El Señor apartó el día de reposo como un día para descansar y adorar. Dado que éste no es un día como los demás de la semana, decidimos no hacer en él aquellas cosas que sí hacemos los demás días. Pero eso no significa que no haya mucho que no puedas hacer. Al aprender a poner al Señor en primer lugar en el día de reposo, llegarás a llamar ese día “delicia” (Isaías 58:13). A continuación se presentan algunas sugerencias de lo que puedes hacer para santificar el día de reposo y al mismo tiempo esperar con anhelo a que llegue.

Concéntrate en lo que puedes hacer. En la época de Jesús, había muchas reglas sobre lo que se podía y lo que no se podía hacer en el día de reposo. La gente incluso cuestionó a Jesús cuando sanó a las personas en ese día. Él les enseñó y les demostró mediante Su ejemplo que es más importante hacer el bien en el día de reposo que pensar en lo que no se puede hacer.

Organízate de antemano. Primero, piensa en las cosas que quieres hacer en el día de reposo —como trabajar en tus metas de Mi progreso personal o de Cumplir nuestro deber a Dios— y luego planifica qué hacer para alcanzarlas. En segundo lugar, haz las tareas escolares, las de casa y otras labores durante la semana para que en el día de reposo te puedas dedicar a las cosas espirituales. Al planificar de antemano comenzarás a anhelar que llegue el día de reposo.

Pasa tiempo con tu familia. El presidente Gordon B. Hinckley explicó una manera importante de santificar el día de reposo: “Permanezcan en sus casas y reúnan a sus familias con ustedes. Enséñenles el Evangelio, disfruten de estar juntos el día de reposo, asistan a sus reuniones y participen”1. Podrás sentir gozo el día de reposo si pasas tiempo con tu familia.

Ora pidiendo ayuda. Si no estás seguro de qué hacer el día de reposo o si te cuesta disfrutar de ese día, ora. El Señor nos ha mandado santificar el día de reposo y Él no nos da mandamientos sin prepararnos la vía para que los cumplamos (véase 1 Nefi 3:7). Si oras a nuestro Padre Celestial, Él te ayudará a saber qué hacer en el día de reposo y te ayudará a cambiar tus sentimientos.

El día de reposo fue hecho para nosotros (véase Marcos 2:27). A medida que te esfuerces por santificarlo, serás bendecido y anhelarás que llegue el día domingo.

Lectores

El día de reposo es especial para mí porque es un tiempo en el que aprendo más sobre el Salvador y el Evangelio, y me sirve para acercarme más a mi Padre Celestial. También puedo sentir mejor la quietud y la paz de Su Espíritu porque no me distrae el alboroto del mundo. Si buscas al Señor diligentemente por medio del ayuno, de la oración y del estudio de las Escrituras, lo encontrarás y Él te bendecirá con Su Espíritu (véase Jeremías 29:13). Su Espíritu te ayudará a dejar a un lado las preocupaciones del mundo y a llegar a ser una persona mejor (véase Isaías 58:13–14).

Moriah M., 15, Idaho, E.U.A.

Sé cómo te sientes, pero con el tiempo logré darme cuenta de lo maravilloso que es el día de reposo. Si oramos a nuestro Padre Celestial y le pedimos que nos dé fortaleza, podemos olvidarnos de aquellas cosas que no podemos hacer. Al orar para ser fuertes, el día de reposo se convierte en un día que anhelas, pues en él puedes descansar, orar, prestar servicio, recibir bendiciones, nutrir tu espíritu y desarrollar una enorme entereza espiritual.

Richard R., 16, Nariño, Colombia

Considera el día de reposo como un día de oportunidades; reflexiona en todas las actividades familiares que puedes realizar. En mi casa, los domingos vamos a la Iglesia, leemos publicaciones edificantes, vemos películas relacionadas con la Iglesia, vamos a charlas fogoneras y jugamos juegos apropiados. Es un día para pasar más tiempo con mi familia y acercarnos más a nuestro Padre Celestial.

Justin D., 18, Washington, E.U.A.

Desde que decidí santificar el día de reposo, se ha convertido en mi día preferido de la semana. He elaborado una lista mental de cosas que me ayudan a mantener un espíritu de reverencia y adoración en el día de reposo. Por ejemplo, en esa lista se incluye el levantarme temprano, leer las Escrituras, trabajar en Mi progreso personal, escribir en mi diario y escribir cartas. Al hacer éstas y otras actividades espirituales siento el maravilloso espíritu y el gozo que llevo en mi interior. También me doy cuenta de que no me queda tiempo para hacer cosas menos espirituales.

Sílvia M., 18, Rio Grande do Sul, Brasil

Me resulta más fácil centrarme en el día de reposo cuando cumplo con mis llamamientos de la Iglesia y del sacerdocio. Al cumplir con mis deberes de presbítero y ayudar a los maestros y a los diáconos con los de ellos, me doy cuenta de que no estoy pensando en lo que no puedo hacer, sino que recuerdo todo lo que hace falta hacer.

Andrew S., 17, Montana, E.U.A.

Siempre espero dichosa el día de reposo, ya que en él siento el gran amor de nuestro Padre Celestial y olvido todas las dificultades de mi vida. Al participar de la Santa Cena, mi mente se torna al gran sacrificio que Jesús hizo por nosotros; recuerdo el terrible sufrimiento que soportó para que podamos estar de nuevo con nuestro Padre Celestial. Mi corazón rebosa de caridad y deseo compartir ese sentimiento con mi prójimo, especialmente con aquellos que no son miembros de la Iglesia.

Anna R., 20, Ucrania

Haz que el día de reposo sea diferente de los demás días de la semana. Tal vez pienses que te estás privando de pasar más tiempo con tus amigos o de tener un día más para las tareas del colegio, pero si escoges esas cosas del mundo por encima de la verdadera observancia del día de reposo, piensa en las bendiciones y el gozo eternos de los que te privarás. Si santificas el día de reposo no sólo te sentirás satisfecho espiritualmente y estarás listo para enfrentarte a la semana que iniciará, sino que le demostrarás reverencia a tu Padre Celestial. Tengo un fuerte testimonio de que puedes llegar a decir con franqueza que el domingo es el mejor día de la semana.

Sophia W., 16, Maine, E.U.A.

Las respuestas tienen por objeto servir de ayuda y exponer un punto de vista, y no deben considerarse pronunciamientos de doctrina de la Iglesia.

Imagen

“El día de reposo es… un día en que debemos asistir a las reuniones para adorar al Señor, para beber de la fuente de conocimiento e instrucción, para gozar de la familia y encontrar solaz en la música y en el canto.

“Es un día santo en el que se deben hacer cosas dignas y santas… A fin de observarlo, uno debe arrodillarse en oración, preparar lecciones, estudiar el Evangelio, meditar, visitar a los enfermos y necesitados, escribir cartas a los misioneros, dormir una siesta, leer material favorable y asistir a todas las reuniones de la Iglesia”.

Presidente Spencer W. Kimball (1895–1985), “El día de reposo, un placer”, Liahona, julio de 1978, pág. 5.

Nota

  1. “Excerpts from Recent Addresses of President Gordon B. Hinckley,” Ensign, Aug. 1996, 61.