2008
El matrimonio entre el hombre y la mujer es ordenado por Dios
Abril de 2008


Mensaje de las maestras visitantes

El matrimonio entre el hombre y la mujer es ordenado por Dios

Enseñe los pasajes de las Escrituras y las declaraciones que satisfagan las necesidades de las hermanas a las que visite. Dé testimonio de la doctrina e invite a las personas a quienes enseñe a conversar acerca de lo que hayan sentido y aprendido.

¿Por qué es el matrimonio entre el hombre y la mujer ordenado por Dios?

D. y C. 49:16–17: “… los dos serán una sola carne, y todo esto para que la tierra cumpla el objeto de su creación; y para que sea llena con la medida del hombre, conforme a la creación de éste antes que el mundo fuera hecho”.

Julie B. Beck, Presidenta General de la Sociedad de Socorro: “Creemos en la formación de familias eternas, lo que significa que creemos en casarnos… Sabemos que en el gran conflicto preterrenal nos pusimos de parte de nuestro Salvador Jesucristo para preservar nuestro potencial de pertenecer a familias eternas” (“Lo que las mujeres Santos de los Últimos Días hacen mejor: Ser firmes e inquebrantables”, Liahona, noviembre de 2007, pág. 110).

Élder David A. Bednar, del Quórum de los Doce Apóstoles: “Hay dos razones doctrinales convincentes que nos ayudan a entender por qué el matrimonio eterno es esencial para el plan del Padre.

“Razón 1: La naturaleza del espíritu del hombre y la naturaleza del espíritu de la mujer se complementan y se perfeccionan mutuamente y, por tanto, se ha dispuesto que progresen juntos hacia la exaltación…

“Razón 2: Por designio divino, se necesitan tanto el hombre como la mujer para traer hijos a la tierra y para proporcionar el mejor entorno para la crianza y el cuidado de los hijos…

“Como hombres y mujeres, esposos y esposas, y como líderes de la Iglesia, una de nuestras responsabilidades más importantes es ayudar a los hombres y a las mujeres jóvenes, mediante nuestro ejemplo personal, a aprender en cuanto al matrimonio honorable y a prepararse para el mismo. Si las mujeres y los hombres jóvenes observan en nuestro matrimonio dignidad, lealtad, sacrificio y el cumplimiento de convenios, entonces esos jovencitos se esforzarán por emular los mismos principios… Al considerar la importancia de nuestro ejemplo personal, ¿se dan cuenta ustedes y yo de los aspectos en donde tenemos que mejorar?” (véase “El matrimonio es esencial para Su plan eterno”, Liahona, junio de 2006, págs. 51–52, 54).

¿Cuál es mi responsabilidad al saber que el matrimonio es ordenado por Dios?

Élder Russell M. Nelson, del Quórum de los Doce Apóstoles: “…consideremos… las acciones concretas que fortalecen al matrimonio…

El apreciarse… el compañero agradecido busca lo bueno en su cónyuge y ambos se dicen cumplidos en forma sincera…

“Sugerencia número dos: El comunicarse bien… Los matrimonios tienen que pasar tiempo a solas para hablar y escucharse de verdad el uno al otro. Tienen que cooperar y ayudarse como compañeros iguales…

“Mi tercera sugerencia es el contemplar… La frecuente participación en el servicio del templo, junto con el estudio constante de las Escrituras en familia, nutre el matrimonio y fortalece la fe en la familia” (“Nutrir el matrimonio”, Liahona, mayo de 2006, págs. 37–38).

Élder Richard G. Scott, del Quórum de los Doce Apóstoles: “…a través de tu obediencia y continua fe en el Señor Jesucristo y tu comprensión de todo el plan de felicidad, aun cuando todavía no se cumplan aspectos importantes de ese plan en tu vida, se cumplirán en el debido tiempo del Señor. Te prometo también que puedes alcanzar progreso y felicidad significativos ahora, en las circunstancias en las que te encuentres. Como hija o hijo de Dios, vive lo que puedas del plan haciendo lo mejor posible” (“El gozo de vivir el gran plan de felicidad”, Liahona, enero de 1997, pág. 84).