2008
Una nueva oportunidad permite que más miembros presten servicio
Abril de 2008


Una nueva oportunidad permite que más miembros presten servicio

Thelma Taylor estaba contenta con su llamamiento en el Centro de Historia Familiar local de Mesa, Arizona, Estados Unidos. A lo largo de diecisiete años ayudó, guió y apoyó a hombres y mujeres en la búsqueda de sus antepasados. Sin embargo, al mudarse a Coolidge, Arizona, en 2005, quedó a 64 km de distancia del Centro de Historia Familiar en el que solía servir fielmente.

Esta hermana de 83 años, que prácticamente había perdido la vista y no podía conducir, temía que al no poder viajar a Mesa ya no pudiera servir en la obra de historia familiar. Entonces, un atento líder le propuso una solución a su problema, una misión de servicio a la Iglesia que la hermana Taylor podría desempeñar desde su casa. Así que desde 2006 participa en la asistencia técnica de FamilySearch de la Iglesia y utiliza su computadora desde su casa para ayudar a las personas a llevar a cabo la obra de Historia Familiar.

“Esto me ha brindado más bendiciones de las que soy capaz de contar”, comenta respecto a su experiencia. “He aprendido muchísimo en este aspecto de la historia familiar y en mi capacidad de servir”.

Un nuevo recurso conlleva nuevas necesidades

A medida que la Iglesia pone a prueba el sitio web FamilySearch.org en ocho idiomas, se necesitan misioneros de servicio a la Iglesia como la hermana Taylor para ayudar a los usuarios a emplear las herramientas de historia familiar para buscar a sus antepasados.

FamilySearch, el recurso genealógico por Internet de la Iglesia, se está rediseñando e incorpora nuevas funciones en alemán, coreano, chino, español, francés, inglés, japonés y portugués. Con el nuevo sitio se pretende, entre otras cosas, evitar la duplicación de la obra de las ordenanzas. A medida que el nuevo FamilySearch se publique en el mundo entero, se necesitarán más misioneros de servicio a la Iglesia de todo el mundo, en especial los que hablen estos idiomas y los que se añadirán más adelante.

“Tienen la oportunidad de impulsar la obra del Señor en la interacción que tienen con cada usuario”, explica Art Johnson, director de área de la asistencia técnica de FamilySearch.

El uso de nuevas tecnologías para prestar servicio

Mediante un programa de teléfono por Internet, los misioneros, que pueden encontrarse en cualquier parte del mundo donde haya acceso a Internet de banda ancha, atienden hasta 10.000 consultas al mes. Las preguntas de los usuarios pueden abarcar muchos temas, como la investigación de la Historia Familiar, la indexación y el envío de nombres al templo.

A pesar de los problemas que tiene con la vista, la hermana Taylor, que está capacitando a otros seis misioneros, aumenta el tamaño de la letra de su computadora lo suficiente para poder leer los mensajes de los usuarios y responder a sus preguntas.

A los misioneros de servicio se les da una amplia capacitación por Internet que pueden recibir desde su casa. No hace falta que hablen inglés, ya que trabajan en su propio idioma con el personal local, el cual les asesora y les proporciona capacitación y ayuda personalizada. Una vez terminada la capacitación, se les concede acceso a una base de datos que contiene aproximadamente 4.000 artículos de referencia para contestar a las preguntas de los usuarios.

La hermana Taylor no aprendió a manejar una computadora sino hasta los 66 años, pero afirma que es una aptitud muy útil. “La edad no importa”, dice. “Nunca se es demasiado viejo para aprender a utilizar una computadora”.

Quién puede servir y cómo

Las misiones de servicio a la Iglesia en la asistencia técnica de FamilySearch no pretenden suplantar el servicio misional de tiempo completo, sino que suponen una posibilidad de servir para aquellos que no pueden realizar una misión de tiempo completo.

“Esta situación es ideal para mí, ya que puedo seguir aprendiendo y sirviendo”, dice la hermana Taylor, y añade que la misión de servicio a la Iglesia le ha ayudado a sentirse útil a una edad en la que sus posibilidades son limitadas.

Estos misioneros de servicio a la Iglesia son apartados y llevan una placa como los misioneros de tiempo completo. Reciben una capacitación intensiva sobre el funcionamiento del sitio web y aprenden técnicas para responder eficazmente a las preguntas de los usuarios. Dedican entre quince y treinta horas a la semana durante 6 a 30 meses y pueden servir la misión entera desde su casa.

Actualmente hay aproximadamente setecientos misioneros de servicio que desempeñan esta labor, y es posible que se requiera el doble a lo largo del año que viene, a medida que el nuevo FamilySearch vaya llegando a más regiones. Los hermanos y las hermanas que estén interesados en trabajar como misioneros de servicio a la Iglesia deben ponerse en contacto con su obispo o presidente de rama. Para obtener más información acerca de oportunidades en la labor de asistencia técnica de FamilySearch, puede enviar un mensaje a support@family search.org o visitar contact.family search.org/en.htm para consultar los números de teléfono locales.

Una bendición para los misioneros y los usuarios

Muchos miembros, tanto mayores como jóvenes, han gozado de la gran bendición de ser misioneros de servicio, explican sus líderes, y muchas almas se beneficiarán de su labor.

“El espíritu de consagración [que los misioneros de servicio a la Iglesia] aportan a su llamamiento nos ha permitido verdaderamente presenciar milagros en el crecimiento y la expansión de la obra”, asegura el hermano Johnson.

La obra es gratificante y contagiosa. “El espíritu de esta obra penetra en ti y ya no te deja”, afirma la hermana Taylor. “Tengan la edad que tengan, las personas pueden prestar un servicio muy significativo como misioneros de asistencia técnica de FamilySearch”.

El hermano Johnson dice que la asistencia que proporcionan los misioneros de servicio es crucial para el éxito del nuevo FamilySearch. La respuesta que se le facilite a un usuario puede ayudarle a encontrar a un antepasado y llevar a cabo su obra del templo, y esto es un asunto muy importante y sagrado.

“Mediante nuestra labor, permitimos que nuestros hermanos y hermanas del otro lado del velo reciban las mismas bendiciones y ordenanzas del Evangelio que nosotros disfrutamos”, dice el hermano Johnson.