2008
En Su celestial mansión
Agosto de 2008


Tiempo para compartir

En Su celestial mansión

“Y sus hijos serán bautizados para la remisión de sus pecados cuando tengan ocho años de edad, y recibirán la imposición de manos” (D. y C. 68:27).

En Judea siglos hace, fue Jesús a ver a Juan, y por él fue bautizado

en las aguas del Jordán.

“A cumplir toda justicia”,

dio Jesús como razón,

y poder volver al Padre

en Su celestial mansión.

Hoy sabemos que es preciso

a Jesús seguir con fe,

y sumisos bautizarnos

como el Señor lo fue.

(“El bautismo”, Canciones para los niños, págs. 54–55)

McKenzie, de ocho años, que ha sido bautizada y confirmada recientemente, dijo: “Lo mejor de bautizarme fue cuando entré en el agua. Me sentí pura, cómoda, animada y feliz”. Matthew, de siete años, aguarda con anhelo el día de su bautismo y confirmación. También él dijo: “Unos hombres poseedores del sacerdocio van a poner sus manos sobre mi cabeza”.

Matthew y McKenzie entienden que el ser bautizados y confirmados es un mandamiento. Saben que tienen que seguir el ejemplo de Jesús para poder entrar algún día “en Su celestial mansión” y vivir con nuestro Padre Celestial y con Jesucristo (véase 2 Nefi 31:17–18).

Completa el rompecabezas circular que se describe en la página A4 para recordarte que ser bautizado por inmersión, ser confirmado miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y recibir el don del Espíritu Santo son algunas de las cosas más importantes que harás en tu vida.