2008
Para la Fortaleza de la Juventud
Octubre de 2008


Para la Fortaleza de la Juventud

Cumplir nuestro deber a Dios

El albedrío y la responsabilidad

Elige la rectitud y la felicidad sin importar cuáles sean tus circunstancias. Sé responsable de las decisiones que tomes. Desarrolla tus aptitudes y talentos y utilízalos para fines positivos. No desperdicies tu tiempo y ten la disposición de trabajar con afán.

La gratitud

Ten espíritu de gratitud en todo lo que hagas y digas. Agradece a Dios tus bendiciones y expresa agradecimiento a los que te ayuden.

La educación

Prepárate a fin de ser una influencia para el bien en el mundo. Procura educarte y aprende con entusiasmo. Asiste a seminario.

La familia

Haz tu parte para tener un hogar feliz. Honra a tus padres y fortalece la relación con tus hermanos y hermanas.

Las amistades

Elige amistades que tengan las mismas normas elevadas que tú tienes. Trata a todos con bondad y respeto. Invita a las actividades de la Iglesia a los amigos que tengan otras creencias religiosas. Extiende una mano de ayuda a los nuevos conversos y a los menos activos.

El modo de vestir y la apariencia

Viste de manera recatada (modesta) para demostrar respeto por Dios y por ti mismo. Nunca rebajes tus normas en el vestir en ninguna ocasión. No desfigures tu cuerpo con tatuajes ni perforaciones.

La diversión y los medios de comunicación

Elige el entretenimiento que te edifique. Evita cualquier cosa que sea vulgar, inmoral, violenta o pornográfica. Comprométete a guardar las normas de Dios.

La música y el baile

Escucha música que te acerque más al Padre Celestial. No escuches la que fomente la inmoralidad, ensalce la violencia o emplee un lenguaje grosero. Cuando bailes, evita el contacto cuerpo a cuerpo y los movimientos sensuales.

El lenguaje

Utiliza un lenguaje que edifique, que aliente y que hable bien de los demás. Utiliza el nombre de Dios y el de Jesucristo con reverencia y respeto. No utilices lenguaje ni gestos que sean profanos, vulgares u ofensivos.

El salir con jóvenes del sexo opuesto

No salgas con jóvenes del sexo opuesto hasta que tengas por lo menos dieciséis años. Sal sólo con personas que tengan normas elevadas. Cuando empieces a salir con otros jóvenes, hazlo en grupos o con otra pareja. Planifica actividades que te ayuden a permanecer cerca del Espíritu del Señor.

La pureza sexual

Consérvate sexualmente puro. No tengas ninguna clase de relación sexual antes del matrimonio. No participes en conversaciones ni actividades que despierten los sentimientos sexuales. No participes en actividades homosexuales. Busca ayuda si eres víctima de violación sexual, incesto u otra clase de abuso sexual.

El arrepentimiento

Mediante la expiación del Salvador, puedes recibir el perdón y ser limpio de tus pecados si te arrepientes. Confiesa tus pecados al Señor así como a quienes hayas hecho daño. Si los pecados son graves, también debes confesarlos a tu obispo.

La honradez

Sé honrado contigo mismo, con los demás y con el Señor. No te justifiques pensando que la deshonestidad es buena.

La observancia del día de reposo

Utiliza el día de reposo para adorar al Señor, asistir a la iglesia, acercarte más a tu familia y ayudar a los demás. No busques diversiones ni gastes dinero en el día de reposo. De ser posible, evita trabajar los domingos.

Los diezmos y las ofrendas

Paga de buena gana un diezmo íntegro. Asiste al ajuste de diezmos. Obedece la ley del ayuno.

La salud física

Guarda la Palabra de Sabiduría. Come alimentos nutritivos, haz ejercicio con regularidad y duerme el tiempo suficiente. No uses drogas, alcohol, café, té ni productos de tabaco. No abuses de los medicamentos que se pueden comprar con receta o sin ella.

El servicio a los demás

Presta servicio a los demás en las asignaciones de la Iglesia y en tu hogar, en la escuela y en la comunidad. Busca diariamente la guía del Espíritu Santo a fin de saber a quién debes prestar servicio y cómo satisfacer sus necesidades.

El seguir adelante con fe

Sé fiel al Señor y a Su Iglesia. Ora con regularidad a solas y lee las Escrituras. Guarda los convenios que has hecho y escucha la voz suave del Espíritu. El Señor te ayudará a enfrentar tus pruebas y dificultades.