2009
El regreso seguro al Padre Celestial
April 2009


Ven y escucha la voz de un profeta

El regreso seguro al Padre Celestial

De un discurso de la conferencia general de abril de 2007

El presidente Uchtdorf enseña que, gracias a la Expiación, podemos arrepentirnos y tener esperanza siempre.

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President Dieter F. Uchtdorf

El punto de retorno seguro

Durante mi capacitación para ser capitán de vuelo, tuve que aprender a pilotar un avión cruzando grandes distancias. Para volar sobre enormes océanos, cruzar grandes desiertos e ir de un continente a otro, se debe realizar un cuidadoso plan para llegar a destino a salvo. Algunos de estos vuelos son directos y pueden durar hasta catorce horas y cubrir unos catorce mil quinientos kilómetros.

Durante vuelos tan largos, hay un punto conocido como el punto de retorno seguro. Hasta ese momento, el avión tiene el combustible necesario para dar vuelta y regresar con seguridad al aeropuerto de donde salió. Una vez que el piloto ha pasado el punto de retorno seguro, ya no tiene esa opción y debe seguir adelante. Es por eso que, a menudo, a ese punto se le llama el punto sin retorno.

Nunca es demasiado tarde

Satanás desea que pensemos que, cuando hemos pecado, hemos pasado el “punto sin retorno” y que es demasiado tarde para cambiar nuestro camino. La expiación de Jesucristo es el don que Dios dio a Sus hijos para que corrijan y superen las consecuencias del pecado. Cristo vino para salvarnos. Cuando hemos tomado el camino equivocado, la expiación de Jesucristo nos da la seguridad de que el pecado no es un punto sin retorno. Si seguimos el plan de Dios para nuestra salvación, es posible lograr un retorno seguro.

Siempre hay esperanza

Dondequiera que se encuentren en el camino de la vida, sean cuales sean las pruebas con las que se enfrenten, siempre hay un punto de retorno seguro; siempre hay esperanza. Ustedes son los capitanes de su propia vida y Dios ha preparado un plan para que regresen a salvo a Él, a su destino divino.

El don de la expiación de Jesucristo nos da, en todo momento y en todo lugar, las bendiciones del arrepentimiento y del perdón. Gracias a este don, cada uno de nosotros tiene la oportunidad de regresar a salvo del terrible camino del pecado. Si escogemos aceptar y usar este don de nuestro Padre Celestial, nuestra recompensa será la felicidad en esta vida y el gozo eterno en la vida venidera.

Ilustraciones por Scott Greer.