2009
¿Cuándo debo recibir mi bendición patriarcal?
Agosto 2009


¿Cuándo debo recibir mi bendición patriarcal?

Janet tenía diecisiete años cuando vino a mi casa para recibir su bendición patriarcal. Mientras charlábamos antes de la bendición, me enteré de que había tenido la recomendación de su obispo desde hacía algunos meses antes de que me llamara para concertar una cita. Había esperado porque temía que en la bendición se le pidiese hacer cosas que le resultaría muy difícil lograr. Además, le preocupaba que tal vez no estuviera lista.

“Una promesa de nuestro Padre Celestial no es un mandamiento”, le dije. “Las promesas de tu bendición se cumplirán solamente si tú lo deseas y si te esfuerzas para que se realicen”. También le aseguré que, como patriarca, yo no la juzgaría ni la reprendería; le daría una bendición.

¿Qué es un patriarca?

El profeta José Smith explicó: “Dondequiera que la Iglesia de Cristo se halle establecida sobre la tierra, allí debe haber un patriarca para el beneficio de la posteridad de los santos, tal como fue con Jacob cuando dio la bendición patriarcal a sus hijos”1.

El patriarca de tu estaca es un siervo dedicado de nuestro Padre Celestial. Ha sido ordenado al oficio de patriarca y tendrá ese oficio por el resto de su vida. Por lo general, es un hombre mayor que sabe muchas cosas con las que te enfrentarás a medida que crezcas.

Su llamamiento es el de dar bendiciones. Él no es un consejero, así que no da consejos; no es un obispo, así que no juzga. Cuando te pone las manos sobre la cabeza para darte una bendición, nuestro Padre Celestial, por medio de las impresiones del Espíritu Santo, le da al patriarca ideas, conceptos y, a veces, hasta palabras específicas para ti. El patriarca incluye entonces esos conceptos e ideas en tu bendición.

¿Qué es una bendición patriarcal?

El presidente Harold B. Lee (1899–1973) describió la bendición patriarcal como “[un párrafo] del libro de vuestras posibilidades”2. Cuando el patriarca te ponga las manos sobre la cabeza, te darás cuenta de que en la bendición por lo general se incluye lo siguiente:

Una declaración de la autoridad del patriarca. Las bendiciones se dan por medio de la autoridad del Sacerdocio de Melquisedec y mediante la inspiración del Espíritu Santo.

Una declaración de linaje. Cada miembro de la Iglesia hereda bendiciones y responsabilidades espirituales mediante una de las doce tribus de Israel. Por medio de la inspiración del Espíritu, el patriarca declara la tribu por medio de la cual recibirás esas bendiciones. El linaje no se determina simplemente por tu raza o nacionalidad. Los integrantes de la misma familia biológica pueden ser de diferentes tribus de Israel. Este linaje a menudo se relaciona con tus responsabilidades en el reino del Señor. Muchos miembros de la Iglesia son del linaje de Efraín, de Manasés o de Judá, que son las tribus de Israel más comunes en esta época de nuestro progreso de predicar el Evangelio “a toda nación, tribu, lengua y pueblo”3.

Una bendición personal. En esta parte de la bendición, recibirás declaraciones inspiradas y proféticas acerca de tu vida. Tu bendición también puede incluir diferentes logros que habrás de alcanzar, promesas que el Señor tenga para ti y admoniciones y advertencias que servirán para protegerte de daños o de la adversidad. La bendición no incluirá cada uno de los acontecimientos de tu vida; en cambio, sí incluirá aquellos de los que debes ser especialmente consciente. Si no se menciona el cumplir una misión, no significa que no puedas prestar servicio en una misión. Tal vez simplemente indique que el servir en una misión es algo que Dios considera que puedes hacer sin necesidad de que se haga especial hincapié en ello en tu bendición patriarcal.

Tu bendición puede ser larga o corta; lo extenso de tu bendición no es una medida de tu dignidad.

El leer tu bendición es bastante parecido a leer las Escrituras. Al leerla, recibirás nuevas ideas en cuanto a lo que debes hacer y buenos sentimientos acerca de tu vida. Cuanto más leas tu bendición, mejor comprenderás el significado que tiene para ti.

Tu bendición patriarcal es una revelación personal sólo para ti. Es personal, sagrada y confidencial. No debes compartirla sólo para satisfacer la curiosidad de otra persona. “Se da mediante la inspiración del Espíritu Santo y debe leerse e interpretarse mediante la influencia de ese mismo Espíritu”4.

¿Cuándo debo recibir la bendición patriarcal?

Dicho en términos sencillos: el mejor momento para recibir la bendición patriarcal es cuando se está listo. Estar “listo” significa estar emocional y espiritualmente preparado. Probablemente ese momento sea durante los años de la adolescencia; es cuando comienzas a ser independiente y empiezas a hacerte preguntas acerca de la vida y de lo que te ocurrirá.

Llegará el momento en que realmente desees recibir tu bendición, no porque tus amigos vayan a recibir la de ellos, sino porque realmente la deseas. Eso tal vez suceda cuando veas a otros hacer cosas que sabes que están equivocadas; tal vez suceda cuando muera un amigo o un familiar; quizás al escuchar un discurso en la Iglesia que te llegue al corazón; quizás mientras leas las Escrituras y aprendas más acerca del Salvador; tal vez cuando estés solo y comiences a sentir el amor que Dios siente por ti; quizás al acercarte a la edad de servir en una misión, de irte a la universidad, de entrar al servicio militar o de casarte en el templo.

¿Qué debo hacer para recibir la bendición patriarcal?

Cuando estés listo para recibir la bendición patriarcal, tu obispo o presidente de rama te entrevistará; te hará preguntas acerca de tu dignidad, como por ejemplo, si vives la Palabra de Sabiduría, si pagas un diezmo íntegro, si llevas una vida moralmente limpia y si eres un miembro activo de la Iglesia. No obstante, no tienes que ser perfecto para ser digno. El sentir el deseo de tener una bendición y querer saber cómo puedes vivir más cerca de tu Padre Celestial son aspectos tan importantes como el ser digno. El deseo de obtener tu bendición puede aumentar mediante la oración personal, el estudio del Evangelio y el esfuerzo que hagas por escuchar al Espíritu.

Después de que recibas tu bendición, el patriarca te dará una copia de ella por escrito. Guárdala en un lugar seguro; no la pierdas. No obstante, si en algún momento necesitas obtener otra copia, puedes ponerte en contacto con las Oficinas Generales de la Iglesia en Salt Lake City.

La bendición patriarcal está al alcance de todo miembro digno de la Iglesia. Es un don personal de tu amoroso Padre Celestial, quien desea mejorar y guiar tu vida y ayudarte a volver a vivir con Él.

Notas

  1. Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith (curso de estudio para el Sacerdocio de Melquisedec y la Sociedad de Socorro, 2007), pág. 148.

  2. Karl G. Maeser, citado en Harold B. Lee, Stand Ye in Holy Places, 1975, pág. 117.

  3. Véase Dallin H. Oaks, “Las bendiciones patriarcales”, Reunión Mundial de Capacitación de Líderes, 8 de enero de 2005, pág. 8.

  4. Dallin H. Oaks, “Las bendiciones patriarcales”, pág. 10.

Ilustraciones fotográficas por Christina Smith; Jacob bendiciendo a José, por Harry Anderson; fotografía del presidente Faust por Busath Photography.