2010
La maestra de Tanner acepta el Evangelio
Enero 2010


Para los niños pequeños

La maestra de Tanner acepta el Evangelio

“Yo quiero ser un misionero ya. A ser grande no quiero esperar” (“Yo quiero ser un misionero ya”, Canciones para los niños, pág. 90).

1. Un día le dieron a Tanner una lámina de Jesús. Le encantaba la lámina y quería compartirla con alguien, ya que sabía que no todas las personas saben acerca de Jesús.

2. “Mamá, ¿puedo darle a alguien mi lámina de Jesús?”, preguntó Tanner.

“Por supuesto”, dijo la mamá. “¿A quién se la darás?”

“Se la daré a mi maestra, la señora Young; ella me cae bien porque me lee muchos cuentos”.

“Es una idea magnífica”, dijo su mamá. “Me siento orgullosa de ti”.

3. Cuando Tanner llegó al jardín de niños, le dio la lámina a la señora Young. Ella estuvo contenta por recibir una lámina de Jesús, y Tanner estaba feliz de que a ella le hubiera gustado.

4. Unos días después, Tanner y su familia hicieron un libro que se parecía a las planchas de oro del Libro de Mormón, y luego escribieron su testimonio en el libro.

“Mamá, ¿puedo llevar el libro a la escuela para mostrárselo a la señora Young?”, preguntó Tanner.

“Sí, puedes hacerlo”, dijo mamá.

5. Al día siguiente, en la escuela, Tanner llevó una mochila con las planchas de oro de su familia y le contó a la señora Young acerca del libro que su familia había hecho; su maestra mostró mucho interés.

6. Cuando la mamá de Tanner fue a recogerlo a la escuela ese día, la maestra de él fue a hablar con ella.

“Hoy Tanner trajo algo muy interesante”, dijo la señora Young. “¿Puede contarme más sobre ello?”.

“¿Les gustaría a usted y a su esposo venir a cenar a nuestra casa?”, le preguntó la mamá. “Allí podremos hablar más”.

“Me parece magnífico”, dijo la señora Young.

7. Unos pocos meses después, Tanner y su madre fueron al bautismo de los señores Young.

“Me siento muy feliz por haber compartido mi lámina de Jesús con la maestra”, dijo Tanner.

“Sé que ella también lo está”, dijo su mamá. “Tú tuviste mucho que ver en que la señora Young y su esposo se bautizaran hoy”.

8. Tanner sintió felicidad al ver el bautismo de la señora Young y sonrió cuando su mamá se inclinó hacia él y le susurró: “¡Los niños de cuatro años son excelentes misioneros!”.

Izquierda: ilustraciones por Elise Black.