2010
Los adolescentes del Antiguo Testamento
Febrero de 2010


Los jóvenes del Antiguo Testamento

La información de esta sección proviene del Diccionario Bíblico de la versión SUD de la Biblia del Rey Santiago y de The New Westminster Dictionary of the Bible, editado por Henry Snyder Gehman (1970).

¿Qué nos dice el Antiguo Testamento sobre lo que lograron los líderes de las Escrituras cuando eran adolescentes?

Aunque recordamos a casi todas las personas más conocidas del Antiguo Testamento por lo que hicieron como adultos, a veces podemos descubrir pautas sobre cómo fueron esas personas extraordinarias durante sus años de adolescencia. De hecho, descubrir qué decidieron y eligieron hacer cuando crecían puede ayudarte a vivir tu vida hoy. Aquí hay siete ejemplos:

Moisés

Después de que se le descubrió cuando era bebé entre los juncos y de haber sido llevado al palacio para ser criado como príncipe, Moisés recibió una educación de primera (véase Hechos 7:22). Durante su adolescencia, es posible que le hayan enseñado a leer y escribir en egipcio.

Samuel

Samuel nació por dádiva del Señor a su madre Ana. Ella prometió dárselo al Señor y lo crió el sacerdote Elí. Samuel creció y sirvió y, cuando tenía unos doce años de edad, una noche lo despertó la voz del Señor que lo llamaba (véase 1 Samuel 3:4–10). Samuel aprendió a escuchar la voz del Señor aun siendo joven. Así comenzó su preparación para ser profeta.

Daniel

Después de la captura y del exilio a Babilonia de su pueblo y su familia, Daniel y tres amigos fueron llevados a servir en el palacio del rey. Eran adolescentes, y rehusaron comer la comida y beber el vino de los del palacio. Guardaron los mandamientos y recibieron conocimiento y habilidad. En Daniel 1:20 leemos que el rey halló a estos cuatro jóvenes “diez veces mejores que todos los magos y astrólogos que había en todo su reino”.

José

José tenía unos 17 años cuando sus hermanos mayores lo vendieron a unos mercaderes que lo llevaron como esclavo a Egipto, pero incluso en esas circunstancias, fue bendecido. José hacía con holgura el trabajo que le mandaba Potifar, el hombre que lo compró, de tal modo que todo lo que hacía prosperaba (véase Génesis 39:3–4). A pesar de las acusaciones falsas, a la larga José llegó a ser líder en Egipto, ocupando el segundo lugar, después de Faraón. Su éxito lo puso en posición de ayudar a su propia familia durante una hambruna.

Rut

Rut probablemente fuera una joven cuando falleció su primer esposo, el hijo de Noemí. En vez de regresar con su familia, Rut decidió acudir a su suegra y aceptar lo que se le había enseñado sobre el Dios de Israel. A Noemí le dijo: “dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios” (Ruth 1:16). Rut se casó otra vez y fue así la bisabuela del rey David, de cuyo linaje nació Jesucristo.

David

David era el menor de ocho hijos varones que vivían en Belén. Era niño cuando probó su valentía al salvar las ovejas de su padre de los ataques de un león y un oso. Todavía era adolescente cuando fue escogido por el profeta Samuel para ser rey (véase 1 Samuel 16:12–13). Al principio Samuel creyó que Dios escogería al hermano mayor de David porque era alto y fornido, pero el Señor le dijo al profeta que el muchacho David sería el rey. Samuel recibió estas palabras: “Jehová no mira lo que el hombre mira, pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón” (1 Samuel 16:7).

¿En qué momento empezaron los hombres y las mujeres del Antiguo Testamento a prepararse para una vida de servicio al Señor? En las Escrituras descubrimos que fue desde que eran jóvenes. Al ser adolescente, tienes edad suficiente para aprender acerca del Señor y para hacer Su voluntad. Como dijo el profeta Alma a su hijo Helamán: “¡Oh recuerda, hijo mío, y aprende sabiduría en tu juventud; sí, aprende en tu juventud a guardar los mandamientos de Dios!” (Alma 37:35).

En vez de esperar a ser adulto, el momento perfecto para empezar a llevar una vida recta es éste.