2010
Una Navidad misional
Diciembre de 2010


Jóvenes

Una Navidad misional

Durante la segunda Navidad que pasé como misionero de tiempo completo, mi compañero y yo fuimos a visitar a un miembro recién bautizado y a su familia. Tras una deliciosa cena navideña, compartimos con ellos un mensaje de Navidad.

Pedimos a la familia que dibujaran cosas que les recordaran esa época, tales como estrellas, regalos, nacimientos y árboles de Navidad, y a continuación leímos varios pasajes de las Escrituras, como 2 Nefi 19:6: “Porque un niño nos es nacido, un hijo nos es dado; y sobre sus hombros estará el principado; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz”. Cantamos el himno “Once in Royal David’s City” (Una vez en la ciudad real de David) (Hymns, Nº 205), vimos una película acerca de la Natividad, y dimos testimonio de Jesucristo.

Fue una Navidad sencilla, lejos de nuestra familia y de las celebraciones navideñas habituales, pero al expresar nuestro testimonio del Salvador, sentí un amor y un aprecio más profundos por Él y por Su nacimiento de los que nunca antes había experimentado. Me di cuenta de que sería mi última Navidad en el servicio misional de tiempo completo para mi Padre Celestial, pero comprendí que Su Espíritu podría testificarme de Su Hijo dondequiera que me encontrara.