2011
Si de verdad quieres saber, lo sabrás
Octubre de 2011


Si de verdad quieres saber, lo sabrás

Siento un eterno agradecimiento por el Libro de Mormón. Cambió mi vida para siempre y sé que puede cambiar la tuya.

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Elder Walter F. González

Yo tenía 18 años cuando me convertí en miembro de la Iglesia. El Libro de Mormón tuvo un papel clave en mi conversión. En ese momento, yo estaba buscando ideas nuevas que explicaran el mundo que me rodeaba. Recuerdo que mis profesores de la universidad usaban enfoques muy materialistas al enseñar. Comencé a inclinarme hacia las ideas agnósticas en cuanto a la existencia de Dios.

Un día, me llamó la atención un libro de color celeste que un par de misioneros habían dejado en nuestra casa unos seis años antes. Era el Libro de Mormón. Junto con el libro, habían dejado un folleto sobre el profeta José Smith y también algunas instrucciones sobre cómo orar a Dios.

Comencé a leer el Libro de Mormón. Sólo había leído unos pocos versículos del libro, en 1 Nefi, cuando sentí algo diferente. Comencé a debatirme entre mis sentimientos y mi intelecto; de modo que decidí preguntar a Dios en oración.

Ésa era la primera vez en mi vida que oraba de rodillas. La experiencia que siguió llegó a ser una de las más sagradas de mi vida. Me llenó un sentimiento de tal felicidad que supe en mi corazón que el Libro de Mormón era más que tan sólo un libro; era un libro de origen divino; tenía que ser la palabra de Dios. Más adelante, llegué a comprender que ese sentimiento era el Espíritu que testificaba de su veracidad.

Aunque algunas personas tengan experiencias similares, hay diferentes maneras en las que alguien puede llegar a saber que el Libro de Mormón es verdadero.

¿Cómo lo sabrás tú?

1. Algunos lo sabrán al escuchar. Puede que estés entre las personas que lo sabrán simplemente al escuchar lo que enseña el libro. El Libro de Mormón habla de miles de personas que escucharon a los hijos de Mosíah enseñar el evangelio de Jesucristo y “fueron convertidos al Señor” (véase Alma 23:5–6). Hoy en día, los misioneros enseñan el mismo Evangelio que se encuentra en el Libro de Mormón. Algunas personas sabrán que el Libro de Mormón es la palabra de Dios simplemente al escuchar a otras personas compartir las enseñanzas que tiene.

2. Algunos lo sabrán al leer. Puede que te encuentres entre aquellos que lo sabrán simplemente al leer el Libro de Mormón con un deseo real de saber la verdad. Ése fue el caso de mi esposa. Ella tenía 12 años cuando tomó seriamente el consejo de leer el libro de principio a fin. Al hacerlo, supo que era verdadero. El sentimiento era tan fuerte que, al leer, ella decidió seguir al Salvador siempre, y se ha mantenido fiel a su convicción.

3. Algunos lo sabrán al actuar. Puede que estés entre aquellos que lo sabrán simplemente al hacer las cosas que el libro enseña. Algunas personas obtienen su testimonio al actuar (véase Juan 7:17). Nefi, un profeta del Libro de Mormón, entendía bien este principio. Él escribió que para “…convencerlos más plenamente de que creyeran en el Señor su Redentor …apliqué todas las Escrituras a nosotros mismos para nuestro provecho e instrucción” (1 Nefi 19:23, cursiva agregada). Al aplicar las enseñanzas del Libro de Mormón en tu vida, también llegarás a convencerte de su origen divino.

4. Algunos lo sabrán al preguntar a Dios. Puede que estés entre aquellos que lo sabrán al leer el Libro de Mormón y después preguntar al Padre Celestial en oración si el libro es verdadero. Eso sucedió conmigo. Ésa es la promesa sublime que extendió otro profeta del Libro de Mormón, Moroni, a todos los que buscan la verdad sinceramente: “He aquí, quisiera exhortaros a que, cuando leáis estas cosas… preguntéis a Dios el Eterno Padre, en el nombre de Cristo, si no son verdaderas estas cosas; y si pedís con un corazón sincero, con verdadera intención, teniendo fe en Cristo, él os manifestará la verdad de ellas por el poder del Espíritu Santo (Moroni 10:3–4). Doy testimonio de que si lees y oras en cuanto al Libro de Mormón, siguiendo las instrucciones de Moroni, sabrás que es verdadero.

Dios ha prometido que lo sabrás

Si de verdad quieres saber, llegarás a saber que el Libro de Mormón es verdadero. Dios ha prometido que dará ese conocimiento a los que buscan la verdad con honestidad, y Él es “un Dios de verdad, y no pued[e] mentir” (Éter 3:12).

Alma, otro profeta del Libro de Mormón, enseñó a su hijo que Dios había prometido que “…preservaría [este libro] para un sabio propósito suyo, a fin de manifestar su poder a las generaciones futuras. Y he aquí, ha cumplido un propósito, sí, la restauración de muchos miles… al conocimiento de la verdad; y en ellas él ha de manifestar su poder, y también manifestará aún en ellas su poder a generaciones futuras; por tanto, [este libro] [será preservado]” (Alma 37:18–19).

Este singular volumen de Escrituras tiene ese mismo poder convincente en la actualidad, y el Señor se lo mostrará a cualquier persona que procure saber con sinceridad. Al mirar atrás hacia los días en los que estaba aprendiendo en cuanto a la Iglesia, puedo decir esto con seguridad. Hoy en día, debido al poder convincente del Libro de Mormón, testifico que este libro es la palabra de Dios y que enseña que Jesús es el Cristo, el Santo Mesías. El libro es evidencia concreta de que la restauración de Su evangelio ha tenido lugar y de que José Smith es un profeta de Dios.

Si estás entre aquellas personas que buscan la verdad con sinceridad, el Señor ha prometido que lo sabrás. Puedes llegar a saberlo al escuchar las enseñanzas del libro, al leer el libro, al hacer lo que enseña, al orar para saber de su veracidad, o mediante una combinación de esos elementos; pero lo sabrás.