2012
Prestar servicio en el templo
Agosto de 2012


Jóvenes

Prestar servicio en el templo

Cuando cumplí los diecisiete años, empecé a pensar seriamente en mi futuro y oré al Padre Celestial sobre lo que podía hacer para prepararme para ir a una misión y recibir el Sacerdocio de Melquisedec. Sentí que debía ir al templo con más frecuencia porque es la Casa del Señor y sería el lugar donde podría sentirme más cerca de mi Padre Celestial.

De modo que me fijé la meta de hacer mil bautismos en un año. Realmente sentí la necesidad de ponerme esa meta, y ayuné para saber si eso era lo que debía hacer. Nuestro Padre Celestial me respondió y empecé a ir al Templo de Tampico, México todos los sábados.

Después de haber efectuado quinientos bautismos, establecí la meta de hacer la investigación de historia familiar sobre mis antepasados y, me gustó tanto, que ni dormía por buscar nombres. Encontré cincuenta nombres y ocho generaciones de mi historia familiar, y ayudé a hacer la obra del templo por todos ellos.

En total, hice más de mil trescientos bautismos; me gradué de seminario, recibí el Sacerdocio de Melquisedec y ahora estoy prestando servicio como misionero de tiempo completo, que era una de mis metas más importantes.