2013
Preguntas y respuestas
Diciembre de 2013


Preguntas y respuestas

“¿Cómo puedo resistir la tentación?”

Aunque parezca extraño, la tentación es necesaria para nuestro progreso espiritual. Si no fuésemos tentados, no podríamos escoger entre el bien y el mal (véase D. y C. 29:39); y si no pudiésemos elegir el bien cuando se nos presentara una alternativa, no podríamos progresar espiritualmente (véase 2 Nefi 2:11–30).

Una de las claves para resistir la tentación es la obediencia constante. Si a veces cedes ante la tentación, en el futuro te resultará más difícil resistirla. Si la resistes de manera constante, te vuelves más fuerte y será más fácil resistirla en el futuro. Gran parte de la fortaleza para resistir proviene de la expiación del Salvador que obra en tu vida. Al hacer tu mejor esfuerzo por aprender las enseñanzas del Salvador y seguirlas, el Señor te fortalece para soportar la tentación.

En las Escrituras se enseñan otras maneras de resistir la tentación:

“Ora siempre para que salgas triunfante; sí, para que venzas a Satanás” (D. y C. 10:5).

“…quienes escucharan la palabra de Dios y se aferraran a ella, no perecerían jamás; ni los vencerían las tentaciones ni los ardientes dardos del adversario para cegarlos y llevarlos hasta la destrucción” (1 Nefi 15:24).

“…resistid al diablo, y huirá de vosotros. Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros” (Santiago 4:7–8).

Asimismo, es importante saber que no está mal ser tentados; incluso Jesús fue tentado: “Sufrió tentaciones pero no hizo caso de ellas” (D. y C. 20:22). Puedes recurrir a Su ejemplo y el de muchas otras personas de las Escrituras, para que te ayuden.

Ora y pide fortaleza

Para resistir la tentación, primero necesitamos la voluntad y el deseo sincero de escoger lo correcto. Algo que me ayuda mucho es imaginar una situación con anticipación y escoger lo correcto en ese momento. También me ayuda la oración; si oramos para pedir fortaleza, nos nutrimos espiritualmente y escogemos con cuidado los lugares donde pasaremos nuestro tiempo, entonces el Espíritu Santo podrá ser nuestro compañero constante y nos alertará de los peligros.

Esther G., 18 años, Baja Sajonia, Alemania

Ayuda mutua

Considero que, si leemos las Escrituras diariamente, oramos, ejercemos el autodominio y seguimos las palabras del profeta, podemos resistir la tentación. El resistir la tentación fortalece tu fe y demuestra tu compromiso con el Padre Celestial de guardar los convenios que has hecho. El tener amigos dentro de la Iglesia también es bueno, porque nos ayudamos mutuamente. Se requiere mucho valor para decir que no. Recuerda que “no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor, y de dominio propio” (2 Timoteo 1:7). Cuando vencemos la tentación, nos acercamos a Jesucristo y a nuestro Padre Celestial.

Nancy S., 19 años, Tultitlán, México

Comparte tus creencias

Cuando estaba en la escuela secundaria, la mayoría de mis compañeros me invitaban a tomar alcohol y ver pornografía, a lo cual yo siempre decía que no, porque hago lo que el Señor desea que haga. Me acuerdo de Él y cumplo mis convenios. En ocasiones, mis amigos y compañeros de clase no me tientan a hacer ciertas cosas porque ya saben cuál es mi religión. El compartir nuestras creencias y nuestro testimonio con otras personas, sobre todo con amigos, compañeros de clase, vecinos y familiares, disminuirá la tentación a nuestro alrededor. Sé que, si vivimos el Evangelio, podemos vencer las tentaciones de la vida.

Romeo P., 19 años, Negros Occidental, Filipinas

Escucha al Espíritu Santo

Me he dado cuenta de que cuando llega la tentación, el Espíritu Santo trata de advertirme que escoja lo correcto. Haz cosas que te ayuden a mantener el Espíritu contigo, como orar y leer las Escrituras, y evita los lugares donde el Espíritu Santo no pueda morar.

Rachel O., 13 años, Pensilvania, EE. UU.

Permanece en lugares santos

Mi hermano mayor siempre me dice que “[permanezca] en lugares santos”. Descubrí que eso significa estar en lugares donde hay menos tentaciones o son menos intensas. Mi presidente de estaca dijo: “No se limiten a resistir la tentación: evítenla”. Habrá ocasiones en las que tengas que resistir tentaciones, pero se vuelve más fácil vivir el Evangelio cuando las tentaciones no están cerca para tentarte.

Aaron L., 18 años, Utah, EE. UU.

Siempre podemos decidir

El don del Espíritu Santo nos ayuda a diferenciar el bien del mal y nos ayuda a darnos cuenta de cuándo estamos siendo tentados. Debemos recordar que las tentaciones son pruebas que nos ayudan a saber cuándo hacemos lo correcto y cuándo no; y debemos saber que, si seguimos al Señor, Él no permitirá que seamos tentados más de lo que podamos resistir (véase 1 Corintios 10:13). Siempre podemos decidir escoger el camino correcto en vez del equivocado.

Juan T., 19 años, Montevideo, Uruguay

Practica escoger lo correcto

Creo que es importante decidir de antemano qué camino tomaré al enfrentarme a las decisiones. Cuando inesperadamente me encontré en una situación delicada, el resultado fue positivo porque ya había tomado la decisión de que no me apartaría de mis normas. Aunque a veces me hace sentir un poco incómoda, en mi familia hacemos representaciones para saber qué decir o qué hacer al enfrentar tentaciones.

Emelyne P., 14 años, Wyoming, EE. UU.

Ten buenos amigos

El tener buenos amigos que escojan lo correcto es algo que puedes hacer para resistir la tentación. Ellos son un buen ejemplo y puedes llamarlos si te sientes tentado; ellos te ayudarán a escoger lo correcto. Los buenos amigos pueden recordarte que debes orar, leer las Escrituras y obedecer.

Sam E., 17 años, Washington, EE. UU.