2014
Los diezmos y las ofrendas
Junio de 2014


La enseñanza de Para la Fortaleza de la Juventud

Los diezmos y las ofrendas

Mediante el pago de los diezmos y las ofrendas, los niños pueden aprender que el Señor cumple Sus promesas.

En un artículo que se encuentra en las páginas 60–61 de este ejemplar, el élder Anthony D. Perkins, de los Setenta, habla sobre cómo, cuando era joven, el pagar el diezmo antes de gastar su salario le enseñó a distinguir entre los deseos y las necesidades.

El élder Perkins dice que, cuando guardó ese mandamiento, “mi fe se fortaleció, así como mi deseo de obedecer los demás mandamientos [del Señor]”. Él puso en práctica un principio que se enseña en Para la Fortaleza de la Juventud: “Tu actitud es importante en el pago del diezmo… págalo de buena gana con un corazón agradecido” (2011, pág. 38).

Sugerencias para enseñar el tema a los jóvenes

  • Muchas veces, los jóvenes aprenden de los ejemplos de los demás. Lea en “Las bendiciones del diezmo” (Liahona, marzo de 2013, pág. 26) acerca de cinco personas que fueron bendecidas debido a que pagaron el diezmo. Analice cómo el diezmo ha bendecido a su familia. Tal vez también quiera hablar sobre cómo los diezmos y las ofrendas bendicen a todos los miembros de la Iglesia.

  • Considere leer juntos la sección sobre los diezmos y las ofrendas en Para la Fortaleza de la Juventud (págs. 38–39). Podría analizar la relación que existe entre el ayuno y las ofrendas de ayuno, y cómo paga su familia las ofrendas de ayuno.

Sugerencias para enseñar el tema a los niños

  • Podría utilizar la siguiente demostración: Coloque diez monedas en una mesa; pregunte a los miembros de la familia cómo se sentirían si les dijera que les iba a dar nueve monedas y usted se quedaría con sólo una para ayudar a edificar el reino del Señor. ¿Estarían dispuestos a aceptar esa propuesta? Después podría explicar la analogía entre ese ejemplo y la ley del diezmo.

  • Podría utilizar la sección “Para los más pequeños”, de la revista Liahona de agosto de 2011 (páginas 70–72), donde se incluye una experiencia de la vida real en la que un niño aprende que pagar el diezmo es algo bueno, aun cuando sólo sea una moneda. Además, podría completar, junto con sus hijos, las actividades relacionadas con el tema.

Ilustración por Taia Morley.