2014
Mi cuerpo es un templo
Julio de 2014


Mi cuerpo es un templo

Si cuidamos nuestro cuerpo como Dios ha mandado, ¡seremos bendecidos! (Véanse Mosíah 2:41; D. y C. 89:18–21.)

¿Por qué tenemos un cuerpo?

Antes de nacer, éramos espíritus sin un cuerpo físico. Había muchas cosas que no podíamos hacer hasta que tuviéramos un cuerpo. Dios nos mandó a la tierra para obtener un cuerpo. Necesitamos un cuerpo tanto espiritual como físico para llegar a ser como el Padre Celestial. (Véase D. y C. 88:15.)

¿Por qué es algo maravilloso tener un cuerpo?

Nuestro cuerpo es tan importante y santo que el Señor lo llama un templo (véase 1 Corintios 3:16–17). ¡Y tener un cuerpo también es divertido! Los cuerpos pueden correr, cantar, escalar, reír, dibujar, nadar, bailar y hacer otras actividades divertidas. Además, podemos usar nuestro cuerpo para aprender, ayudar a las personas, establecer una familia y hacer que el mundo sea un lugar mejor.

¿Por qué no todos somos iguales?

Hay cuerpos de muchas formas, colores y tamaños, y eso es parte del plan del Padre Celestial. Aunque cada cuerpo es diferente, todos somos creados a la imagen de Dios (véase Génesis 1:26). Eso significa que nuestro cuerpo fue creado siguiendo el modelo de Su cuerpo perfecto. Cada cuerpo es hermoso porque cada uno es un don de nuestro amoroso Padre Celestial.

¿Qué ocurre si hay algo que no me gusta de mi cuerpo?

A veces nuestro cuerpo no tiene la apariencia, no se mueve o no funciona de la manera que queremos; pero no importa cómo sea nuestro cuerpo en este momento, podemos decidir estar agradecidos por él y usarlo para hacer cosas buenas aquí en la tierra. Algún día, cada uno de nosotros resucitaremos y tendremos un cuerpo que será perfecto (véase Alma 40:23). Dios nos ama sin importar cómo sea nuestro cuerpo, y nosotros también podemos sentir aprecio por nuestro cuerpo.

¿Cómo debo tratar mi cuerpo?

Deberíamos tratar nuestro cuerpo de la manera que cuidaríamos cualquier tesoro valioso: con amor y respeto. Por medio de los profetas y de la Palabra de Sabiduría, el Padre Celestial nos ha dicho lo que es malo para nuestro cuerpo y lo que es bueno. Hay muchas cosas que podemos hacer para cuidar nuestro cuerpo:

  • Comer alimentos saludables y hacer ejercicio.

  • Vestir con modestia y mantener nuestro cuerpo limpio.

  • Respetar el cuerpo de otras personas.

  • No marcar nuestro cuerpo con tatuajes o perforaciones.

  • No usar drogas, alcohol, tabaco, café o té.

  • Jugar juegos que sean seguros y divertidos, y mantenerse alejados de actividades que sean peligrosas.

Cuando cuidamos nuestro cuerpo, podemos sentir mejor el Espíritu Santo.