2014
La misión divina de Jesucristo: El Mesías
Agosto de 2014


Mensaje de las maestras visitantes

La misión divina de Jesucristo: El Mesías

Con espíritu de oración, estudie este material y procure saber lo que debe compartir. ¿De qué manera el entender la vida y la misión del Salvador aumentará su fe en Él y bendecirá a las hermanas que están bajo su cuidado en el programa de maestras visitantes? Si desea más información, visite reliefsociety.lds.org.

Fe, Familia, Socorro

Imagen
Christ decending from heaven at His Second Coming. He is standing in the clouds.

Las Escrituras enseñan que podemos morar en la presencia de Dios “por medio de los méritos, y misericordia, y gracia del Santo Mesías” (2 Nefi 2:8). Mesías es “un vocablo que en arameo y en hebreo significa ‘el ungido’… En el Nuevo testamento, a Jesús se lo llama el Cristo, que es el equivalente griego de Mesías. Significa Profeta ungido, Sacerdote, Rey y Salvador”1.

El élder Jeffrey R. Holland, del Quórum de los Doce Apóstoles, testificó: “Sé que [Jesucristo] es el Santo de Israel, el Mesías que un día volverá en su gloria final, para reinar en la tierra como Señor de señores y Rey de reyes. Sé que no hay ningún otro nombre dado debajo del cielo por el cual el hombre [o la mujer] pueda salvarse”2.

El presidente Dieter F. Uchtdorf, Segundo Consejero de la Primera Presidencia, dijo: “[Jesucristo] es el Salvador y el Redentor del mundo; Él es el Mesías prometido; Él llevó una vida perfecta y expió nuestros pecados. Él siempre estará a nuestro lado; Él peleará nuestras batallas; Él es nuestra esperanza; Él es nuestra salvación; Él es el camino”3.

Escrituras adicionales

Juan 1:38–41; 4:25–26, 40–42; 2 Nefi 6:13; 25:16–17

De las Escrituras

Las discípulas de Cristo han sido testigos de Su misión como el Mesías. María Magdalena fue una discípula de Jesucristo; ella fue la primera que vio “la piedra quitada del sepulcro” en la mañana de la resurrección de Cristo. Ella “estaba fuera llorando junto al sepulcro” después de descubrir que el cuerpo de Él ya no estaba en la tumba.

Entonces “ella se volvió y vio a Jesús que estaba allí; pero no sabía que era Jesús.

“Jesús le dijo: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que era el hortelano, le dijo: Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo lo llevaré.

“Jesús le dijo: ¡María! Volviéndose ella, le dijo: ¡Raboni!, que quiere decir, Maestro”. María reconoció que Él no era el hortelano, sino Jesucristo, el Mesías. (Véase Juan 20:1–18.)

Notas

  1. Guía para el Estudio de las Escrituras, “Mesías”, scriptures.lds.org.

  2. Véase de Jeffrey R. Holland, “El único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien Él ha enviado”, Liahona, noviembre de 2007, pág. 42.

  3. Véase de Dieter F. Uchtdorf, “El camino del discípulo”, Liahona, mayo de 2009, pág. 78.